Chicharro roza el triunfo y pinta de color una tarde gris en Madrid (Fotos y Video)

28 de mayo de 2024/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Las Ventas celebraba una novillada picada en la que Lalo de María, Pepe Luis Cirugeda y Alejandro Chicharro se midieron a los novillos de Guadaira y Torrehandilla (2° Bis, 4°Bis y 5°). Los animales sin clase ni entrega que dejaron un sabor amargo en una novillada de pocas o nulas opciones. Los novillos se agotaron rápido, hubo que arrancarles las embestidas. Lalo de María desarrolló su faena al primero de la tarde a media altura y por el pitón derecho, sin poder tomar vuelo. No tuvo opciones con el segundo sobrero, tampoco tuvo repercusión su labor en los tendidos. Cirugeda, que tuvo que medirse al primer sobrero, desarrolló una faena larga sin calado con un toro que cantó a tablas. Fueron nulas sus opciones con el quinto. Chicharro tuvo que arrancarle las embestidas para construir su faena, poniéndolo todo, estando por encima. Con el cierraplaza desarrolló una faena de rotundidad e intensidad que empañó con los aceros.

Salió el abreplaza, un novillo al que recibió Lalo de María en una brega con la que lo sacó a los medios, pero sin poder lucirse, pues salió suelto. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes de recibirlo en la tela, el novillero brindó al público. Se puso de rodillas para empezar a pasarlo por ambos pitones. No tardó en levantarse y seguirlo. Se decidió por el pitón derecho, pidiendo calma, con un trazo lento y llevadero con el que sujetar una embestida que tuvo que mimar y llevar a media altura. El animal se arrancaba con prontitud, siguiendo la tela con movilidad, con un ligero amago de colocar la cara al inicio, pero sin terminar de humillar. Al natural y cerca de los medios, no le pudo someter por abajo, tuvo que mantenerle los vuelos en la cara y a media altura. Sin poder componer con lucimiento, cambió de mano y continuó por el derecho, muy en línea. Aquella faena no estaba calando en los tendidos y cada vez le faltaba más interés al de Guadaira. Lo pasaportó con una espada en el sitio algo trasera.

Cirugeda saludó con temple y despaciosidad al primero de su lote, bajándole las manos y gustando en los tendidos. Lo protestaron y la presidencia terminó por darles la razón concediendo el cambio y devolviéndole a corrales. En su lugar salió el primer sobrero, un novillo de Torrehandilla al que Cirugeda trató de frenar y recoger, ganándole terreno, pero sin hacerse con el. Chicharro se echó el capote a la espalda para hacer su quite. Llegó la faena de muleta y Cirugeda también la inició de rodillas, lindando los medios, citándolo en la larga distancia para después aprovechar la inercia y llevarlo metido. Le dio distancia y siguió toreando por el pitón derecho, el animal respondía con prontitud, pero salía por arriba, descomponiendo. Cambió al natural, llevándolo en largo, girándolo la cintura, echándoselo a la cadera. Lo abrió con los vuelos, pero no lograba limpiar el muletazo, pues le tocaba la tela. Terminó por cantar y mirar descaradamente a tablas, queriendo irse. Le cambió los terrenos y volvió a llevarlo por el pitón derecho, uno a uno, adelantándole la mano y dejándosela muy puesta, pero ya no había mucho que añadir. Falló con la espada.

El tercero fue protestado a la salida, un novillo al que saludó Alejandro Chicharro, estirándose con el a pesar de salir suelto. El animal se metió en tablas, sin querer nada con el caballo de picar. Lalo de María aprovechó su quite para desarrollar uno breve y con el que pasó de puntillas. Juan Carlos Rey se desmonteró para saludar una merecida ovación tras el tercio de banderillas. Chicharro se fue a los medios para brindar al público y después esperarlo a pies juntos, finalmente lo metió en la tela por abajo, obligando genuflexo a un novillo que ya se quedaba parado. Eligió el pitón izquierdo para empezar a torear, junto a las tablas, teniendo que insistirle al primer cite, el resto de naturales vendrían seguidos. Trató de tirar de un animal al que le cambió los terrenos, pero que le costaba meterse en la tela, tardando en entrar y parando rápido de embestir. Fueron tandas muy intermitentes, por lo que Chicharro decidió bajar el ritmo para llevarlo uno a uno y darle otra continuidad a las series. Cambió al derecho, arrastrando la embestida detrás de la tela, arrancándole los pases. Con el paso atrás se lo fue envolviendo, dentro de lo que las condiciones le permitieron. Dejó un buen sabor de boca en aquella faena de mucha cabeza y entrega. Falló con la espada, escuchando el primer aviso.

Lalo de María salió para saludar al cuarto, un novillo al que no pudo sujetar y con el que no logró estirarse. Salió del caballo muy mermado, perdiendo las manos. El presidente sacó el pañuelo verde y salió el segundo sobrero, un novillo de Torrehandilla, suelto que se paró en los terrenos del tendido siete y tuvo que ir Lalo de María para saludarlo allá. Alternó pases por alto y por abajo, primero genuflexo y después levantándole la mano en el inicio de faena. Lo sacó del tercio y se dispuso sobre el pitón derecho, con un toque delantero y un toreo muy en línea al que poco a poco se fue echando a la cadera. Apenas terminando aquella primera tanda, empezó a llevarlo al natural, encontrando una embestida descompuesta e incierta en la que le soltaba la cara. Por ese pitón no había más que mostrar, así que montó la franela sobre el derecho, tocándole prácticamente en la cara para meterlo, pero ya no pasaba, estando muy agarrado al piso y moviéndose con aquella embestida destartalada.

Pepe Luis Cirugeda se fue a la puerta de chiqueros para saludar a portagayola al segundo de su lote, después le volvió a meter en el capote con una larga cambiada de rodillas. Logró encelarlo y templarlo en el capote. Saludaron una importante ovación David Adalid y Rafi Goria. Se alcanzaba la faena de muleta con un tanteo breve en el que lo desarmó. Se puso sobre el pitón derecho, sin terminar de hacerse con el, teniendo que medir mucho la altura y las distancias. Se le quedaba encima en las salidas, porque la entrada al cite era tardía. El animal no colaboraba en nada, se movía a base de arreones defensivos y medias arrancas echándole la cara arriba. Tuvo que ir a por la espada y pasaportarlo.

Salió con chispa el cierraplaza, al que bregó y llevó hasta estirarse Chicharro. Empezó a pies juntos pasándolo por ambos pitones, muy despacio para después desarrollar una tanda por el derecho en la que logró asentarse, aquel inicio fue el mas aplaudido de toda la tarde. Decidió mostrarlo, tras aquella primera tanda, al natural, un pitón por el que toleraba más bien poco. Sin embargo, a base de despaciosidad, suavidad y mucha verdad logró sacar contenido de un pitón del que nadie se esperaba nada. Poco a poco se fue aproximando a tablas con un novillo al que había que mimar y al que no se le podía bajar la mano, teniendo que dosificar, llevándolo en tandas cortas. Decidió no alargar más una faena en la que se encontraba en el punto más alto, sin embargo, la espada empañó aquella gran labor.

Madrid. Novillos de Guadaira y Torrehandilla (2°Bis, 4°Bis y 5°). Los animales sin clase ni entrega que dejaron un sabor amargo en una novillada de pocas o nulas opciones. Los novillos se agotaron rápido, hubo que arrancarles las embestidas. Lalo de María, palmas y silencio; Pepe Luis Cirugeda, silencio tras aviso; Alejandro Chicharro, vuelta al ruedo tras aviso y saludos.

 

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