4 de agosto de 2024/Texto y fotos: Emilio Méndez
El Puerto de Santa María celebraba una corrida de toros en una tarde de máxima expectación. Los matadores de toros Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Ginés Marín se midieron a los ejemplares de la ganadería de Núñez del Cuvillo. Los animales fueron variados en comportamiento, hubo toros de gran calidad y de mucha bravura, permitiendo el acople y expresión a la terna. El más complicado fue el cuarto y el más destacado de la tarde el tercero. Morante de la Puebla abrió la tarde con una faena de pinceladas en la que destacó con la mano izquierda ante un toro noblón con matices de transmisión. El segundo de su lote fue el mas complicado, aun así mostró disposición, pudiendo cuajarle muletazos buenos. Roca Rey desarrolló una faena de expresión y muy artística ante un buen segundo. Con el quinto encontró acople, pero se acabó viniendo a menos, aun asi en las cercanías logró que la faena no decayera y cortó las dos orejas. Ginés Marín se midió a un tercer toro bravo y de mucha calidad ante el que encontró expresión y acople. Cuajó una gran faena al sexto que empañó con el uso de la espada.
Morante de la Puebla saludó al primero de la tarde, un toro noblón que tuvo detalles de transmisión. En el saludo hubo algunos capotazos de tanteo. Ya en la muleta mostró disposición con el abreplaza, con muletazos muy buenos. Primero por el pitón izquierdo con varios de calidad, de trincherilla muy templados que calaron en los tendidos. Por el derecho dejó alguna que otra pincelada. Culminó sin demasiado acierto con la espada.
Roca Rey saludó al segundo de la tarde con verónicas muy templadas y de buen gusto. En el caballo el de Núñez del Cuvillo cumplió, dando paso así al quite que desarrolló por chicuelinas y tafalleras bien realizado. Se alcanzó la faena de muleta y el diestro peruano brindó al respetable para después desarrollar un inicio muy torero y muy artista que dejó muletazos de profundidad y algunos remates con mucha torería. Desarrolló su faena con muletazos muy toreros, aprovechando la calidad del toros. También quiso aprovechar en las distancias cortas para pasárselo por la espalda y en redondo. La espada quedó algo trasera, teniendo que usar el descabello.
Al tercero de la tarde, un toro con calidad y bravo, al que saludó a la verónica Ginés Marín, que lo cuajó. En el tercio de varas empujó y se empleó en el caballo, a lo que le siguió un quite por chicuelinas. El diestro tomó la muleta y le brindó a Antonio Manuel Puntas, que estuvo en las filas de Ginés Marín tiempo atrás. Inició la faena de rodillas aprovechó la bravura del toro para después seguirle con detalles muy toreros, desarrollando una faena dotada de profundidad. En la suerte suprema el animal se demoró en doblar y, finalmente, aquella faena que parecía ser de dos orejas, quedó en una.
Morante de la Puebla recibió al cuarto de la tarde y segundo de su lote, un toro complicado con el que hubo un buen inicio por verónicas. El toro empujó en el caballo y el diestro, incluso, pudo llevar a cabo su quite por verónicas muy torero. En el tercio de banderillas se desmonteraron Curro Javier y Zayas. Se alcanzó la faena de muleta, una faena en la que mostró disposición, pudiendo cuajarle muletazos buenos a pesar de que el toro terminaba derrotando y con la cara alta. Sin embargo, Morante hizo el esfuerzo y le cuajó muletazos que valieron la pena. Metió la espada con acierto.
Roca Rey recibió al quinto de la tarde un toro bueno, bravo y con calidad al que cuajó desde el principio por verónicas bien realizadas. Tras el tercio de varas, en el que el animal cumplió, llegó un gran quite por gaoneras quedándose muy quieto. En el tercio de banderillas Viruta y Algaba saludaron una ovación. En la faena de muleta, Roca Rey diseñó un inicio con un pase cambiado por la espada de rodillas con el que ovacionó a los tendidos. Fue una faena al más puro estilo de Roca Rey en la que aprovechó al máximo la bravura de su oponente al que cuajó por ambos lados. Al final el toro se fue apagando, pero a base de cercanías desarrolló faena, con pases cambiados por la espalda, estando muy valiente que culminó con un estocada algo caída.
Ginés Marín saludó al sexto de la tarde, al que recibió por verónicas y chicuelinas. El tercio de varas corrió a cargo de Ignacio Rodríguez, quien fue ovacionado. El animal mostró bravura y tuvo calidad el diestro estu muy bien con su oponente al que inició su faena por ayudados por alto, cuajándola y llegando al tendido, incluso levantando al respetable de sus asientos. Desafortunadamente, el faenón que había cuajado se esfumó tras fallar con la espada.
El Puerto de Santa María. Tendidos llenos. Toros de Núñez del Cuvillo. Los animales fueron variados en comportamiento, hubo toros de gran calidad y de mucha bravura, permitiendo el acople y expresión a la terna. El más complicado fue el cuarto y el más destacado de la tarde el tercero. Morante de la Puebla, ovación y oreja; Roca Rey, oreja y dos orejas; Ginés Marín, oreja y ovación.