La torería y expresión de Villita con el de José González, lo más destacado de la tarde en Madrid

29 de septiembre de 2024/Mar Muñoz

Madrid ha celebrado la primera novillada de la Feria de Otoño. Los novilleros Villita, Jesús Moreno y Diego Bastos se midieron a los ejemplares de las ganaderías de José González, Condessa de Sobral, Guerrero y Carpintero, Quintas, Baltasar Ibán y Ángel Luis Peña. Los animales dieron un juego variado y más bien escaso que no permitió el lucimiento ni la expresión de los novilleros. Fueron el de José González y Condessa de Sobral los mejores de la tarde, el primero de ellos por dejarse llevar con fijeza y nobleza, mientras que el segundo, a pesar de tener la fuerza más que justa, siguió el engaño, permitiendo que Moreno pudiera hacer su faena. Villita encontró expresión ante el novillo de José González, al que cuajó y con el que caló en los tendidos. Lo intentó con su segundo, un novillo que no le dio ninguna opción.Jesús Moreno solo pudo dejar pinceladas con el segundo, un novillo que se apagó rápido. No terminó de acoplarse con el quinto, que le soltaba la cara y deslucía en la muleta. Diego Bastos buscó las opciones con un novillo escaso que no se entregó en ningún momento. No encontró acople con el sexto, un novillo reservón al que trató de buscar las opciones.

Villita conecta con los tendidos de Madrid ante el primero de la tarde

Villita no pudo estirarse con » Deseado» de José González en su saludo capotero. Por chicuelinas hizó su quite Jesús Moreno. Con torería le fue sacando a los medios, pasándolo por ambos pitones para después llevarlo al natural. Se puso a torear logrando una tanda en redondo aplaudida en el tendido. Le dio tiempo y siguió por ese pitón con pases largos y profundos. El animal seguía el engaño. Montó la muleta y en redondo seguió toreándole entre los «olé» del respetable. El de José González humillaba, así que con pierna atrás y girándose sobre sí mismo, se enroscó con el. Le cambió los terrenos y retomó el pitón izquierdo, dándole el pecho y tirando de el, pero ya de uno en uno, aunque con sabor. Fue a por el estoque e hizo su epílogo por manoletinas muy ajustadas, le colocó en suerte y dejó un pinchazo hondo suficiente.

Jesús Moreno deja pinceladas con el segundo de la tarde

A Jesús Moreno le costó encelar en su capote a» Dulcero» de Condessa de Sobral al que robó alguna verónica. Bastos realizó un lucido quite. Brindó al cuerpo médico por su atención en su percance en San Isidro y bajo el tendido del ocho, genuflexo lo fue probando y sacandolo para comenzar su faena sobre el pitón derecho. Al animal no le sobraban las fuerzas, así que con mimo lo fue llevando a media altura, logrando ligar las tandas con ritmo. El animal se iba viniendo a menos, aun así siguió y cambió al natural, perdiéndole pasos para robarle los pases por aquel pitón izquierdo, de uno en uno. Sin alargar, se fue a por la espada y la hundió entera de forma efectiva.

Diego Bastos no pudo expresarse con el tercero

Diego Bastos se lució por verónicas en su saludo capotero con «Caminante» de Guerrero y Carpintero. Hizo un brindis particular y genuflexo lo fue obligando y sacando a los medios. Por el derecho comenzó su faena con un novillo que seguía el engaño sin ningún lucimiento. Le perdía pasos, reestructuraba y tiraba de el poniendo el lucimiento que al novillo le faltaba. Cambió al pitón izquierdo, se cruzaba y tiraba de el, pero  el animal no quería pelea, así que le fue pasando de uno en uno. Retomó el pitón derecho con un animal cada vez más parado, tuvo que ir a por la espada. Dejó una estocada entera.

Villita no tuvo opciones con el de Quintas

Villita se estiró a la verónica con «Perdiz» de Quintas. Brindó al respetable y sin probaturas se puso a torear, pero en animal se echó. Siguió por el derecho, pero simplemente pasaba por su muleta, sacando la cara alta. Villita le fue obligando y ahormando la embestida. Cambió al natural, pero seguía sin pasar con aquella embestida descompuesta. Retomó el pitón derecho, pero no había novillo para el lucimiento, y con un desplante rodilla en tierra culminó y fue a por la espada. Dejó una estocada defectuosa pero efectiva.

Insistencia de Jesús Moreno ante un quinto sin opciones 

Jesús Moreno bregó con «Rabioso» de Baltasar Ibán en su saludo capotero. Brindó al respetable y genuflexo lo pasó por ambos pitones, sacándolo a los medios y comenzar su faena por el derecho. No tardó en cambiar al pitón izquierdo y con voz lo fue pasando en la franela, pero no se acoplada con el, pues cabeceaba y deslucía. Montó la muleta, le perdía pasos y con despaciosidad y voz le fue llevando, dejando pases largos con el giro de muñeca. Así logró un par de series. Fue a por la espada, lo macheteó, lo cuadró y hundió la espada, teniendo que descabellar.

El sexto no le permite la expresión a Diego Bastos 

Diego Bastos recibió a «Golondrino» de Ángel Luis Peña con dos largas cambiadas en rodillas. Derribó al caballo en el tercio de varas por lo que se alargó el tercio. Comenzó su faena pasándolo por ambos pitones, probándolo para seguir en los medios por el pitón derecho. Había que perderle pasos y reestructurar para ligar los pases. Se quedaba a mitad del pase con la cara alta. Le dio el pecho para tirar de el y buscar el lucimiento. Cambió al natural, pero era reservón y no tenía un pase, pues a pesar de su prontitud se frenaba, quedándose muy agarrado al piso. Decidió no alargar y fue a por la espada y al cuarto intento dejó media.

Madrid. Novillos de José González, Condessa de Sobral, Guerrero y Carpintero, Quintas, Baltasar Ibán y Ángel Luis Peña. Los animales dieron un juego variado y más bien escaso que no permitió el lucimiento ni la expresión de los novilleros. Fueron el de José González y Condessa de Sobral los mejores de la tarde, el primero de ellos por dejarse llevar con fijeza y nobleza, mientras que el segundo, a pesar de tener la fuerza más que justa, siguió el engaño, permitiendo que Moreno pudiera hacer su faena. Villita, ovación y silencio; Jesús Moreno, palmas y silencio; Diego Bastos, silencio y silencio.

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