Emiliano Osornio firma lo más destacado y el palco le roba la oreja en Arnedo (Fotos y Video)

1 de octubre de 2024/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Una tarde marcada por la entrega de la terna ante un encierro deslucido 

Arnedo ha celebrado una novillada picada, la tercera de su Zapato de Oro en la que los novilleros Sergio Sánchez, Mariscal Ruiz y Emiliano Osornio se midieron a los ejemplares de la ganadería de Los Maños. Los animales se prestaron y brindaron, aunque con ciertas limitaciones y muchos matices, pues novillos como el tercero y cuarto, resultaron especialmente complejos. El quinto y el sexto directamente no brindaron opciones. Fue el primero el que mejor son mostró en la tela. Sergio Sánchez realizó una faena con detalles a un buen primero, que deslució con el acero. Desarrolló una faena de valor y raza ante el segundo de su lote, un novillo incierto y reservón. Mariscal insistió al primero de su lote, un novillo venido a menos con el que tuvo un inicio de faena explosivo. Mostró disposición ante quinto, un novillo sin contenido que no le dio ninguna opción. Emiliano Osornio encontró acople y transmisión ante el tercero de la tarde con un toreo lento y pausado por el pitón derecho, aunque con matices por el izquierdo, a base de firmeza y poder que culminó con todo un estoconazo. No tuvo opciones con el sexto, al que trató de mostrar y llevar por ambos pitones.

Sergio Sánchez, faena de detalles que no remata con el acero

Sergio Sánchez saludó al abreplaza, ganándole terreno, encelándolo en su capote y estirándose con el. Se alcanzó la faena de muleta y la inició genuflexo, pasándose por abajo mientras lo sacaba del tercio. Lo citó sobre el pitón derecho, primero en largo para después aprovechar la inercia. Le aguantó poco y terminó atándolo en corto,  atacándolo y dejándole la tela en la cara. El novillo tenía fijeza y ritmo, por lo que encontró la ligazón en las tandas. Cambió al natural, dándole amplitud con los vuelos, encajándose con un novillo de buena condición y que siguió con celo el engaño. Empezó a bajarle la mano y buscarle por abajo, imponiéndose a un animal noble y con fijeza. Retomó el pitón derecho, llevándolo metido, con cierto toque para fijarlo y darle continuidad. Le faltó depurar las tandas y limpiar los finales, algo deslucidos antes de que fuera a por la espada. Culminó por bernadinas y una estocada que no fue suficiente, teniendo que descabellar.

Mariscal, faena de ganas que desluce con el acero

Mariscal frenó en su capote al segundo de la tarde, un novillo más suelto al que sacó a los medios. Fue el propio novillero el encargado de banderillear al primero de su lote, luciéndose y siendo ovacionado por el respetable. Brindó al público e inició su faena desde los medios, de rodillas, con varios pases cambiados por la espalda en los que terminó por prenderlo. Se decidió por el pitón derecho, sin definirse, así que le dio tiempo y sitio para seguir sobre el mismo pitón, mucho más asentado y templado con el animal. Cambió al natural, tratando de curvarlo en los vuelos y llevárselo a la cadera, pero se quedaba corto con una embestida a medio gas. Retomó las series por el derecho, echándosela a la cara y arrastrando la embestida, casa vez más apagada. Tuvo que insistir a un novillo escaso y mermado, que salía ajeno a la tela y que cada vez le costaba más atender al cite.

El presidente le roba la oreja a Emiliano Osornio

Emiliano Osornio se lució con el capote saludando al primero de su lote, al que fue sacando al paso por verónicas. Brindó al público y junto a las tablas lo recibió en la muleta, pasándolo por ambos pitones, llevándolo por alto y sacándolo del tercio. Lo movió y cambió de terrenos para después seguir por el pitón derecho, envolviéndoselo poco a poco en una primera serie meritoria y lenta en la que lo fue metiendo. Cambió al natural, dándole salida para después parar la serie y ralentizar el ritmo para tratar de depurar aquellas embestidas en las que las salidas eran algo bruscas. No dudó en retomar el pitón derecho, asentándose con el, pasándolo con cadencia en unos pases de mano baja que dieron paso a la continuidad y transmisión. Hubo variedad en una faena lucida en la que mantuvo al público atento. Siguió alternando pitones, pero al natural tuvo que reestructurar y medirse mucho más las distancias y la altura. Aún así, acabó imponiéndose. Culminó con todo un estoconazo de efecto fulminante.

Sergio Sánchez, faena de raza y valor antes un cuarto incierto

El cuarto de Los Maños fue aplaudido en salida, al que Sergio Sánchez, que salió a por todas, recibió con dos largas cambiadas de rodillas para después estirarse por verónicas. Inició la faena de muleta en los medios, de rodillas, con un toro incierto que se quedó a medio camino en el cite. Se arrancó haciendo por el y logró ligarlo aprovechando la inercia, arriesgando en exceso con un pase cambiado por la espalda en el que lo volteó. Después de unos instantes, se repuso y montó la muleta en la mano derecha. El novillo, muy parado y reservón, costaba encontrarle el punto. Pasó aquella embestida corta, atándolo en corto, acortando las distancias, pisando terrenos comprometidos. Por el derecho tiró del animal a base de pico y por el izquierdo a base de echarle los vuelos a la cara. Le echó valor y raza, culminando su faena por bernadinas y manoletinas y una media estocada.

Mariscal Ruiz, sin opciones ante el segundonde su lote 

Saludó Mariscal al segundo de su lote, un novillo al que recibió en tablas y le fue ganando terreno hasta llevárselo a los medios. Después de que dejara un buen salir de boca con las banderillas, se dio paso a la faena de muleta, la cual inició en el tercio, a pies juntos, por estatuarios. Se decidió por el pitón derecho, iniciando aquella tanda con parones, tratando de sujetar al novillo y llevar metida aquella embestida escasa y sosa. No terminaba de pasar, a pesar de los intentos de Mariscal que estuvo muy dispuesto ante un novillo sin contenido. Cambió al natural, pasando aquella embestida brusca y sin clase con la que poco se podía hacer. Lo volvió a intentar por el derecho, pero se le quedaba parado en mitad del pase, arriesgándose a una media arrancada. Metió el acero al segundo intento.

Emiliano Osornio lo intenta con un sexto vacío 

Emiliano Osornio lo llevó por abajo en un saludo genuflexo al sexto de la tarde. Se alcanzó la faena de muleta y el mexicano la inició genuflexo, doblándose con el, pasándolo por abajo para después levantarse y rematar con mucha torería. En los medios se dispuso por el pitón derecho de un novillo que se cayó. Recompuso la faena y siguió al natural, sin exigirle en exceso, pasándolo a media altura, dejando pases de cadencia y torería dotados de despaciosidad. Continuó por el derecho, ciñéndoselo en un toreo alrededor de su cintura. El animal no podía, no había condiciones en su embestida, pero a pesar de haber cambiado la ayuda por la espada, decidió seguir insistiendo, alternando pitones, ayudándolo, tratando de poner todo lo que le faltaba al de Los Maños. Lo mató con acierto.

Arnedo. Novillos de Los Maños. Los animales se prestaron y brindaron, aunque con ciertas limitaciones y muchos matices, pues novillos como el tercero y cuarto, resultaron especialmente complejos. El quinto y el sexto directamente no brindaron opciones. Fue el primero el que mejor son mostró en la tela. Sergio Sánchez, vuelta al ruedo y saludos;  Mariscal Ruiz, palmas y silencio; Emiliano Osornio, vuelta al ruedo y palmas.

 

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