Intensas faenas de Ferrera, Aloi y Paola y un gran novillo de Santa Fe del Campo en el Festival a beneficio de la Academia de Aguascalientes

1 de noviembre de 2024/Adiel Armando Bolio/Foto: Francisco Vargas

El coso Monumental de la ciudad de Aguascalientes registró casi media entrada en noche de clima fresco y algo de viento al final este viernes 1 de noviembre de 2024, con motivo del festival taurino a beneficio de la Academia Taurina Municipal “Alfonso Ramírez ‘El Calesero’” y en el marco del XXX Festival de Calaveras, resultando como triunfadores en el concurso normal, el ibérico Antonio Ferrera al cortar orejas y rabo y, el novillero Bruno Aloi, quien se hizo de dos apéndices y, por medio del regalo, Paola San Román bordó el toreo a un gran astado de San Fe del Campo, llamado “Perlito”, número 18 y con 460 kilos, que terminó siendo indultado. El rejoneador Jorge Hernández Gárate obtuvo una oreja y tanto Arturo Saldívar como Leo Valadez se esforzaron y fueron aplaudidos.

Al tiempo del paseíllo, vino el homenaje a don Elías Esparza, quien encabezó el despeje de cuadrillas como torero que fue, es y seguirá siendo toda su vida, por sus 35 años de docencia en la academia y, visiblemente emocionado, dio una emotiva y aclamada vuelta al ruedo, todo gracias a la iniciativa de los gobiernos del municipio y el estado en conjunto con la empresa “Espectáculos Monterrey”.

Se hicieron agradecimientos públicos al rejoneador, matadores y novillero, así como a los ganaderos participantes en este festejo especial.

De igual manera, en el centro del ruedo se proyectaron varias imágenes de la vida de Elías Esparza.

Acto seguido, los alumnos académicos de Elías le entregaron un gran reconocimiento.

Se lidiaron siete ejemplares de varias ganaderías, uno de ellos para rejones, el de Santa Inés, que fue de regular juego. De los de a pie, destacó el gran novillo de regalo, de Santa Fe del Campo, “Perlito”, número 18 y con 460 kilos, que fue indultado. El primero, de La Asunción, que debutaba y mereció el arrastre lento y, el segundo, también de Santa Fe del Campo fue bueno. Los de San Isidro, Arellano Hermanos y Campo Real tuvieron dificultades.

En el ejemplar que abrió plaza, llamado “Maestro Elías”, de Santa Inés, de poca fuerza, pero, dejándose, lo recibió encima de “Tin Tan”, doblándose con el astado para, entonces, dejar un rejón de castigo. Sobre “Velázquez” templó de costado y al estribo para colocar tres palos largos de buena exposición. Manejando a “Fuego” se lució en una banderilla al violín, otra larga y dos cortas en un palmo de terreno. Al final, con “Valladolid”, tras brindarle a su compañero de cartel, el destacado novillero Bruno Aloi, mató de forma efectiva para serle otorgada una oreja en medio de una tibia división de opiniones.

A pie, el balear Antonio Ferrera, al de la dehesa debutante de La Asunción, lo recibió en tablas, de rodillas, con una larga cambiada y, de pie, se recreó en artísticas verónicas al nobilísimo, pero, débil ejemplar, “As de Sueños”. En banderillas invitó a Leo Valadez para hacerse ovacionar. Con la muleta, Ferrera, tras brindarle a Elías, realizó una faena talentosa, haciendo el toreo derechista a media altura y de evidente temple, sin prisa y buen trazo, a pesar de varios derrumbes del burel. Al natural igualmente le cuajó sentidos pases, adornando con molinete invertido y el de trinchera desdeñoso, seguido de otro mando y engarzar más expresión diestra de prodigio, intercalando adornos de finura excelsa, en una plena demostración de sublime torería, además, de exhibir su arte en tersos lances, por ambos lados y sin el ayudado, incluyendo el toreo en redondo. Mató de estocada efectiva para cortar las orejas y el rabo, en tanto que, al astado, se le dio arrastre lento.

Con el de Santa Fe del Campo, de emotivo juego, el local Arturo Saldívar lanceó a la verónica y mejor se vio al ejecutar chicuelinas. Cubrió banderillas junto con Ferrera y Leo para ser ovacionados clamorosamente, con desplante rodilla en tierra incluido de la terna. Con la sarga, Saldívar, luego de brindarle a Elías, instrumentó un trasteo a través de toreo largo y templado por ambos lados, sobresaliendo lo que hizo por el pitón derecho. Otro intento al natural con empeño. Mas toreo diestro de buen calado. Falló al matar y se le aplaudió el esfuerzo.

La queretana Paola San Román, en el de San Isidro, que se quedó parado y evidencio debilidad tras la puya, capoteó con buena intención. Con la pañosa, derrochó empeño y ganas de agradar, incluido un momento de apremio. Siguió afanosa logrando meritorios pases sueltos por ambos perfiles y exponiendo. El animal se echó, lo levantaron, Paola no acertó al matar y escuchó palmas de aliento.

En el de Arellano Hermanos, de embestidas descompuestas, el anfitrión Leo Valadez lo lidió voluntarioso utilizando el capote y valiente quitó por una gaonera y chicuelinas. En el segundo tercio, junto con Ferrera y Saldívar, se hicieron aplaudir, incluyendo un susto para Leo. Con la franela, tras brindarle al novillero zacatecano César Pacheco, Valadez realizó una recia faena a base de aguante, poder y buen mando, logrando pases de mucho mérito, básicamente por el pitón derecho, acortando distancia y jugándosela de verdad y con el molesto viento. Torera labor de aliño y no acertó al matar para ser aplaudido por el pundonor.

El mexiqueño Bruno Aloi, con el de Campo Real, “Moro”, soso y nada fácil, capoteó valiente y empeñoso, superándose en un quite por chicuelinas y tafalleras. Tras el segundo tercio fue ovacionado el aspirante Kevin García. Con la tela escarlata, después de brindarle al matador Antonio Ferrera, empezó doblándose para así llevárselo por delante del tercio a los medios enseñándole la vereda buena. Entonces, teniendo en contra el viento, le cuajó derechazos importantes, continuando por naturales asolerados, todo con estética, seriedad y buen planteamiento. Más dosis izquierdista, vino un susto y así siguió valiente por el derecho imponiendo su poder. Hizo el toreo en redondo con prestancia y verdad. Intercaló detalles y adornos toreros. Concluyó de media estocada para hacerse de dos apéndices.

Paola regalo un ejemplar de Santa Fe del Campo, “Perlito” de nombre, marcado con el número 18 y con 460 kilos, de estupendo juego, clase y calidad, al que lanceó bien a la verónica y mejor por chicuelinas, además, de un fulgurante quite por caleserinas. Con la manta grana, luego de brindarle al ganadero Luis Alberto Villarreal, empezó en tablas con ayudados por alto y seguir con los de trinchera, cambios de mano por delante, la firma y de pecho que fueron un portento. Luego, vino un concierto de bien torear por ambos pitones, pleno de una exposición bella en su temple y calidad. Le caminó, le paró, le templó y le mandó con estética y proyección inmediata. Ligó ayudados por alto dominadores para cerrar entre gritos de ¡torera! Aunque todavía se dio el gusto de cuajar la poncina que fue una pintura. Se pidió el indulto, se otorgó entre división de criterios y, la matadora, todavía, se dio gusto toreando para, al final, dar triunfal vuelta al ruedo.

Al final, los espadas triunfadores acordaron no salir en hombros.

 

FICHA

LUGAR: Aguascalientes, Aguascalientes.

EVENTO: Festival taurino a beneficio de la Academia Taurina Municipal “Alfonso Ramírez ‘El Calesero’” y en el marco del XXX Festival de Calaveras.

PLAZA: Monumental.

ENTRADA: Casi media en noche de clima fresco y algo de viento al final.

GANADO: Siete ejemplares de varias ganaderías, uno de ellos para rejones, el de Santa Inés, que fue de regular juego. De los de a pie, destacó el gran novillo de regalo, de Santa Fe del Campo, “Perlito”, número 18 y con 460 kilos, que fue indultado. El primero, de La Asunción, que debutaba y mereció el arrastre lento y, el segundo, también de Santa Fe del Campo fue bueno. Los de San Isidro, Arellano Hermanos y Campo Real tuvieron dificultades.

CARTEL: El rejoneador Jorge Hernández Gárate: Una oreja. A pie, el balear Antonio Ferrera: Dos orejas y rabo. Arturo Saldívar: Palmas. Paola San Román: Palmas e indulto. Leo Valadez: Palmas. Bruno Aloi: Dos orejas.

INCIDENCIAS: Al tiempo del paseíllo, vino el homenaje a don Elías Esparza, quien encabezó el despeje de cuadrillas como torero que fue, es y seguirá siendo toda su vida, por sus 35 años de docencia en la academia y, visiblemente emocionado, dio una emotiva y aclamada vuelta al ruedo, todo gracias a la iniciativa de los gobiernos del municipio y el estado en conjunto con la empresa “Espectáculos Monterrey”.

Se hicieron agradecimientos públicos al rejoneador, matadores y novillero, así como a los ganaderos participantes en este festejo especial. De igual manera, en el centro del ruedo se proyectaron varias imágenes de la vida de Elías Esparza. Acto seguido, los alumnos académicos de Elías le entregaron un gran reconocimiento.

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