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16 de febrero de 2025/Adiel Armando Bolio
Alrededor del mediodía de este sábado 15 de febrero, en el conocido restaurante “Mundo Taurino”, ubicado en la zona norte de la ciudad de Aguascalientes, se llevó a cabo la rueda de prensa en la que se presentó el trofeo “Rodolfo Gaona” y otros incentivos a los que se hará acreedor el novillero que resulte triunfador en la inminente Temporada Novilleril 2025, a realizarse en el coso centenario coso “San Marcos”.
Fue el entusiasta aficionado, empresario y anfitrión Luis Rafael Espinosa “Chacho”, quien, acompañado por el matador de toros en retiro y juez de plaza local, César Pastor y, el profesor y colega Adrián Sánchez, creadores de esta premiación, hizo la presentación del galardón, obra del artista visual Julio Gómez y que consiste en el lance de un torero y la puerta principal de la emblemática plaza “San Marcos”.
El motivo de este reconocimiento tiene una doble connotación pues, en este 2025, se cumplen, primero, 100 años de la despedida de los ruedos del maestro Rodolfo Gaona y, segundo, por los 50 años del fallecimiento del reconocido espada leonés.
Además, al novillero que resulte triunfador, se le otorgará un bonito capote de paseo color azul marino, con bordado en plata y que luce la imagen de la Virgen de la Macarena, así como recibir un premio en metálico por 10 mil pesos, cinco de ellos puestos por el propio Luis Rafael Espinosa y, los otros cinco, donados por el orizabeño Omar Trujillo, de la marca de puros La Real.
Apoyados por videos del afamado Rodolfo Gaona, fue el historiador Andrés Sánchez, quien junto con el diestro César Pastor, dieran algunos detalles sobresalientes del maestro guanajuatense, resaltando que, junto con los otros célebres espadas Fermín Espinosa “Armillita Chico” y Carlos Arruza, han sido los tres principales baluartes de la torería mexicana al ser los únicos que han mandado en España y México, además, de que Gaona alternó lo mismo con “Bombita” que con “Machaquito”, “Joselito”, Belmonte, Sánchez Mejías y Marcial Lalanda.
En tanto, Pastor dijo que el triunfador del serial que arrancará este sábado 16 de este mes, será quien corte más apéndices en la temporada y, que, si hay algún empate, serán los mismos Espinosa, Pastor y Sánchez quienes definan al ganador para que terminando el serial se lleve una reunión especial para la entrega de los galardones.
Y Luis Rafael Espinosa “Chacho” dijo que este trofeo se seguirá entregando cada temporada y con diferente temática, además, de invitar a los aficionados a que se sumen a este apoyo para estimular el esfuerzo de los novilleros.
RODOLFO BERNAL GAONA Y JIMÉNEZ
El célebre diestro mexicano Rodolfo Gaona perteneció a la edad de oro del toreo, con José Gómez Ortega “Joselito” y Juan Belmonte, los dos diestros sevillanos se completaba una terna llamada de oro. Era el cartel máximo de la segunda década del siglo XX.
Gaona fue un grande de la tauromaquia, un torero completo, dominador de los tres tercios que, con el capote, revolucionó el mundo del toreo realizando el famoso lance al que bautizaron como Gaonera y, como banderillero, dejó huella realizando el famoso “Par de Pamplona”.
Rodolfo Bernal Gaona y Jiménez nació en León de los Aldama, Guanajuato, el 22 de enero de 1888. Fue hijo del navarro Roberto Gaona y de Regina Jiménez, indígena nacida en México. Su familia era de escasos recursos y su primer trabajo fue el de curtidor y con un grupo de amigos iban a varias ganaderías.
Se incorpora en 1904 a la cuadrilla Juvenil Mexicana organizada por el banderillero madrileño Saturnino Frutos “Ojitos”, antiguo banderillero del matador granadino Salvador Sánchez “Frascuelo”, dando inicio así a su brillante carrera profesional.
Mostró de inmediato sus aptitudes y “Ojitos” pudo darse cuenta en seguida de que su discípulo sería un gran torero. “Ojitos” lo anunció primero como “Relampaguito” y lo impulsaba junto con Fidel Díaz y, luego, con Samuel Solís.
El 1 de octubre de 1905 se presentó ante el público de la capital, en la vieja México, obteniendo su primer triunfo. Toreó con éxito 122 tardes y la forma astuta de “Ojitos”, al manejar su carrera le colocaron como torero de primer orden aun siendo un semidesconocido.
“Ojitos” decide llevarlo a España y al principio fracasan sus gestiones para que toree. Por lo que organiza para Gaona una prueba en la plaza de Puerta de Hierro de Madrid, donde lidió dos toros de Bañuelos, causando gran impresión en el público que lo vio y en algunos críticos.
Después de esta gran actuación, “Ojitos” tomó la decisión de montar su alternativa el 31 de mayo de 1908, en la localidad madrileña de Tetuán de las Victorias, tomándola de manos del gaditano Manuel Lara “Jerezano” con el que alternó en mano a mano, siendo el astado de le ceremonia “Rabanero”, de Basilio Peñalver. El torero mexicano salió en hombros.
El 28 de junio del mismo año, Rodolfo volvió a actuar en Tetuán de las Victorias, en una encerrona con cuatro toros de Peñalver. Con estas actuaciones, a los pocos días, el 5 de julio, confirmó su doctorado en la plaza de Madrid. Gaona llevó por padrino al local Juan Sal “Saleri” y, como testigo, estuvo Tomás Alarcón “Mazzantinito”, también madrileño, con el toro “Gordito” de González Nandín. Gaona triunfó y, una semana después, repitió en la capital madrileña en un mano a mano con Vicente Pastor, igualmente de la capital española.
Con estos triunfos en España comenzó la brillante historia de Rodolfo Gaona, trayectoria impregnada por el triunfo y la maestría. En poco tiempo se convirtió en primera figura del toreo y, con el paso de los años, en una leyenda para la tauromaquia mexicana y mundial.
El 15 de julio de 1908 actuó en la inauguración del coso de Vista Alegre, en Carabanchel, Madrid, cediéndole el sevillano Ricardo Torres “Bombita”, por galantería, el primer toro.
Fueron avasalladoras las campañas de Gaona en España. En 1909 toreó 42, en 1910, 46; en 1911;71 y, en, 1912, 85. Alternó con las figuras del momento como el “El Gallo”, “Bombita”, Vicente Pastor y “Machaquito”, toreando en todas las ferias.
El 27 de mayo de 1912, alternando con Rafael González “Machaquito”, José Gómez “Gallito” y Manuel Rodríguez “Manolete”, al entrar a matar al cuarto toro, fue herido de consideración en el pecho.
En 1914 toreó 64 corridas y merecen citarse las de Pamplona y San Sebastián. En 1915 ejecutó Rodolfo Gaona el famoso “Par de Pamplona”, según reza la historia, vestido de plomo y oro, al toro “Rodillero”, número 29, del marqués de Saltillo, lidiado en segundo lugar, en la segunda corrida de los sanfermines, el 8 de julio de 1915, alternando con Serafín Vigiola “Torquito” y José Gómez “Gallito”.
En esa temporada de 1915 fue corneado en tres ocasiones. La primera en Puebla, México, en la fosa ilíaca por un toro de La Trasquila; la segunda en Almagro, España, por uno de Gómez y, la tercera, por uno de Miura en México. En 1916 toreó 67 corridas.
El 21 de junio de 1917 alternó en la plaza de Madrid con José Gómez “Gallito” y Juan Belmonte. Fue tal su intervención y rivalidad con “Joselito” en esta famosa y memorable corrida del Montepío de Toreros que, en el quinto toro, el público empezó a gritar el famoso: “Solos… los dos solos”, que eran Gaona y “Joselito”. Ello provocó que en el sexto toro Juan Belmonte hiciera un estallido genial al cuajar la mejor faena de su vida y, según algunos, la mejor de toda la historia del toreo con el último de Concha y Sierra.
Una vez levantada la prohibición de toros en México, se reanudan las corridas, precisamente el 16 de mayo de 1920, fecha de la muerte de “Joselito” en Talavera de la Reina. De esta manera, Gaona inicia ilusionado su segunda etapa mexicana con una gran rivalidad encarnizada en los ruedos con el sevillano Ignacio Sánchez Mejías.
En 1918 toreó 80 corridas, iniciando en 1919 su declive como gran figura del toreo. La temporada de 1922 es muy lucida en México y, en ella, Gaona mató varias corridas como único espada. Al comienzo de la temporada de 1923 regresa a España, toreando solo cinco corridas en Barcelona. El 17 de febrero de 1924, en El Toreo, realizó una de sus más grandes faenas, a “Revenido” de Piedras Negras.
Se despidió del toreo el 12 de abril de 1925 en su México querido, en El Toreo de la Condesa, en un mano a mano con el albaceteño Rafael Rubio “Rodalito”, siendo su adiós un acontecimiento nacional. Vestido de blanco y oro, se soltaron palomas, globos y serpentinas y, Gaona, recurrió a un toro de regalo, “Azucarero”, de San Diego de los Padres, al que le puso cuatro pares de banderillas, dos al cambio, uno de poder a poder y uno cuarteando, indica la historia. Pinchó y no recibió trofeo.
De entre tantas tardes de triunfo que tuvo a lo largo de su carrera, destaca la del 21 de noviembre de 1920, cuando cortó dos rabos a toros de Zotoluca en El Toreo de la Condesa. Y se dice que quedó grabada en el recuerdo aquella corrida en Pamplona del 8 de julio de 1915 cuando, el creador de la gaonera, ejecutó el inmortalizado “Par de Pamplona”. Y la faena a “Revenido”, de Piedras Negras, que fue una de las mejores en su carrera en El Toreo el 17 de febrero de 1924 al cortarle el rabo a pesar de pinchar y descabellar en un par de ocasiones. Clara muestra del nivel y torería del llamado “Indio Grande”.
El 20 de mayo de 1975, a los 87 años, en la Ciudad de México, dejó de existir físicamente uno de los toreros más grandes que ha dado el toreo mexicano, don Rodolfo Gaona, maestro cuya trascendencia en la historia del toreo tanto en América como en Europa no deja lugar a dudas pues representó un acontecimiento triste para el mundo del toro, tal y como se demostró un día después, el 21 de mayo, cuando fue sepultado en el Panteón de Dolores, de la Ciudad de México, ante una multitud que se agolpó para dar el último y sentido adiós a la primera figura del toreo en medio del cariño y tristeza de su gente. Sus restos reposan en el campo santo junto a los de su hijo José Antonio, su madre doña Regina y su adorada esposa, doña Enriqueta.