
5 de julio de 2025/Texto y fotos: Emilio Méndez
Pamplona inicia su Feria del Toro con una novillada en la que Aarón Palacio, El Mene y Bruno Martínez se midieron a los ejemplares de la ganadería de Picha. Los animales fueron variados en comportamiento, con buen fondo y entrega en la muleta, mostrando clase e incluso bravura, como en el caso del cuarto, que fue el mejor de toda la tarde. También tuvieron buenas condiciones el primero y el segundo, aunque este último no duró demasiado. Aaron Palacio desarrollaba una faena de firmeza ante el primero de la tarde, con el que los mejores momentos fueron en el toreo al natural. Cuajó al segundo de su lote, corriéndole la mano con gusto por ambos pitones a un toro de gran calidad y al que, de no ser por el presidente, le hubiera cortado las dos orejas; El Mene se midió a un segundo novillo con clase pero que duró muy poco en la faena. Sus opciones con el quinto fueron muy limitadas, se metía por dentro y le dificultó la faena a El Mene, que se mantuvo con firmeza. Bruno Martínez no terminó de entenderse con el tercero de la tarde, por lo que no redondeó su faena. Con el sexto tampoco pudo redondear su faena, a pesar de su entrega y disposición, dejando algún que otro muletazo bueno.
Aarón Palacio, vuelta al ruedo ante el primero de la tarde
Salió el primero de la tarde al que saludó Aarón Palacio con personalidad, pudiendo dejar algunas verónicas que remató con una lucida media bien realizada, dando paso a un tercio de varas en el que el animal empujó en el caballo. Después, el novillero se expresó en un buen quite por gaoneras muy ajustadas. Se alcanzó la faena de muleta, en la que se mantuvo firme, dejando en el inicio unas cuantas tandas sobre el pitón derecho de un novillo con calidad al que supo aprovechar. Lo mejor llegó por el pitón izquierdo, por donde dejó algunos naturales templados. Sin embargo, el animal alcanzó a rasgar la muleta y por consecuencia lo volteó. Con vergüenza torera, Palacio regresó a la cara del animal para continuar la faena, que culminó por manoletinas y una estocada en buen sitio al segundo intento.
El Mene saluda una merecida ovación ante un segundo que se vino a menos
El Mene saludó al segundo de la tarde, un novillo de cierta clase que se vino a menos muy rápido. Lo recibió en su capote por verónicas muy bien realizadas. Sin embargo, en el caballo se excedieron con el animal. Después se desarrolló un lucido quite de Bruno Martínez por verónicas que remató con torería. El Mene se fue a los medios para brindar al respetable y después comenzar su faena en aquellos terrenos con un pase cambiado por la espalda. Continuó con unas tandas con la mano derecha, aprovechando las condiciones que le brindaba su oponente. Aunque también hubo momento buenos en el toreo al natural con un novillo que se iba viniendo a menos. Culminó con unas manoletinas ajustadas y una buena estocada al segundo intento en la que hundió el acero en buen sitio.
Bruno Martínez, intentos sin acople ante el tercero
Salió el tercero al que saludó Bruno Martínez con dos largas cambiadas de rodillas para después estirarse a la verónica. Tras un tercio de varas en el que el de Pincha cumplió, Aarón se fue a los medios para desarrollar un quite por tafalleras y chicuelinas muy ajustadas, tanto que casi lo prende. Se alcanzó la faena de muleta, la cual inició de rodillas el torero de la tierra. Continuó con esfuerzo y entrega pero sin alcanzar a entender a su oponente, dejando solo algunos muletazos aislados. Le faltó decisión y no terminó de redondear su faena. En la suerte suprema, se tiró a matar y el novillo lo alcanzó a prender, aunque sin aparentes consecuencias. Falló con el acero.
Aaron Palacio cuaja una importante faena a un buen cuarto al que corta una oreja
Aaron Palacio se fue a portagayola para recibir al segundo de su lote, con el que después se estiró por verónicas y chicuelinas, emocionando en el tendido ante un toro bravo y con clase. Se cambió el tercio, pero antes de recibirlo en la franela brindó a los pastores del encierro. Comenzó su faena de rodillas, con una especie de faroles que continuó con unos cuantos muletazos mas de rodillas muy buenos, con calidad. La faena fue a más, con entrega, emoción y un buen toreo en el que le corrió la mano con gusto por ambos lados, aprovechando las buenas cualidades que tenía su oponente. Lo cuajó y culminó con una estocada un poco caída pero suficiente para que cayera su oponente, el respetable pidió las dos orejas con mucha fuerza y el palco solo dio una llevándose una bronca monumental.
El Mene, sin demasiadas opciones ante el quinto de la tarde
El Mene también se fue a la puerta de chiqueros para saludar al quinto, un novillo que en la portagayola ni lo vio. Fue en los medios cuando pudo realizar una larga cambiada. Se alcanzó la faena de muleta, en la que El Mene mostró disposición y entrega, aunque desafortunadamente, su oponente no le planteó una faena fácil. El de Pincha se colaba y el novillero aguantó con firmeza, pudiendo cuajar muletazos buenos, dejando detalles muy toreros y alguna que otra trincherilla de mucho arte. Falló con el acero.
Bruno Martínez no logra redondear su faena al sexto
Bruno Martínez saludó al sexto de la tarde, un novillo que resultó bravo y exigente, al que le pudo dar algunos lances de recibo. En la faena, Bruno Martínez mostró disposición y ganas, entregándose para dejar algún que otro muletazo de calidad, pero sin que alcanzara a redondear su faena. Culminó fallando con el acero.
Ficha del festejo:
Pamplona. San Fermín. Con tres cuartos de entrada. Novillos de Pincha. Los animales fueron variados en comportamiento, con buen fondo y entrega en la muleta, mostrando clase e incluso bravura, como en el caso del cuarto, que fue el mejor de toda la tarde. También tuvieron buenas condiciones el primero y el segundo, aunque este último no duró demasiado. Aarón Palacio, vuelta al ruedo y oreja con vuelta al ruedo; El Mene, ovación y palmas; Bruno Martínez, palmas tras aviso y silencio.
Incidencias:
El público pidió con fuerza la segunda oreja a Aarón Palacio, pero el presidente negó su concesión, por lo que se llevó la bronca del respetable. El novillero cortó una oreja y dio una vuelta más al ruedo.