Oreja a la entrega y torería de Paco Ureña en Madrid
31 de mayo de 2019/Javier Fernández-Caballero / Fotos: Emilio Méndez
GALERÍA DE FOTOS
David Mora, Paco Ureña y Álvaro Lorenzo trenzaban el paseíllo en la plaza de toros de Las Ventas en la tarde de este viernes dentro de la décimo octava de la Feria de San Isidro. Se lidiaba un encierro de Alcurrucén para el festejo.
«Manchego» abrió la tarde, un animal al que le echó bien la capa a la verónica y que se mostró frío y probón. Quitó Mora a la verónica tras la primera vara, respondiendo Ureña por gaoneras y de nuevo entrando Mora por el mismo palo. En banderillas se topó la cuadrilla con un parado toro con el que brilló Otero. Cuando el toledano tomó la muleta, el toro rompió a embestir y Mora se rompió con él también desde el inicio por estatuarios. Le dio distancia en las series a un toro que la tomaba con emotividad, manteniendo el motor durante toda la lidia de Mora. Llegó con fuerza su toreo especialmente por la mano derecha, por donde le bajó la mano y llegaron los momentos más grabados del trasteo. A zurdas fueron más aislados pero tuvieron calidad los muletazos. Espada en mano, hasta en dos ocasiones volteó al torero el animal, siendo espectacular la primera de ellas. Dejó estocada entera, marrando con el verduguillo. Palmas.
Ya de salida le enjaretó buenas verónicas con un puro trazo Paco Ureña al primero de su lote, frío también en los primeros tercios y al que Lorenzo quitó muy quiero por gaoneras. Genuflexo fue el inicio del murciano y en redondo, que aprovechó el buen lado derecho del toro para soplarle dos tandas de inicio por ese lado de mano baja. También la pureza llegó a zurdas, por donde dejó el lorquino al natural momentos de calado ante el noble animal. Mató de pinchazo, media caída que escupió y estocada caída.
Bella estampa y muy en el tipo de la casa era el tercero, que se comportó en los primeros tercios como sus hermanos anteriores, reponiendo y de embestida explosiva. Luego en la faena el animal se fue parando mucho y no terminó de entregarse en las telas del toledano. Lo intentó por ambas manos sin fruto final. Mató de estocada muy trasera y entera. Silencio.
Muy protestado fue el cuarto durante el tercio de varas de Israel de Pedro y los primeros tercios. Buenos fueron los pares de Iván García. El toro no se sostenía en la muleta de Mora y éste se justificó con varias tandas de buen gusto pero sin conexión. Silencio.
Protestado de salida fue el quinto, animal siempre distraído en los primeros compases y al que le sopló un emocionantísimo inicio de faena por estatuarios y trincherillas Paco Ureña. Ya con el instinto huidizo, tiró de raza en murciano para hilar muletazos de trazo muy puro por la diestra. Al natural crujió la plaza con el toreo de Ureña, que llevó larga la condición de un toro que quería irse. Por abajo finalizó su faena, componiendo con plena verdad y doblándose con torería. Mató de pinchazo recibiendo y estocada en todo lo alto pero de la que tardó en caer. Oreja.
Manso de salida resultó un sexto que luego comenzó a romper en la primera de las tandas. Animal al que Lorenzo le impuso suavidad por la mano derecha en el centro del anillo. Más aislado se los pegó a zurdas con un animal ya venido a menos. Se diluyó el trasteo. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Décimo octava de la feria de San Isidro. Corrida de toros. Casi lleno.
Toros de Alcurrucén y Lozano Hermanos, bien presentados. Emotivo el duradero primero; noble a menos el segundo; a menos un tercero sin terminar de entregarse; sin fuerza el deslucido cuarto; con virtudes pero huidizo al final de la serie el quinto; diluida la bondad del sexto.
David Mora (grana y oro): palmas y silencio.
Paco Ureña (rosa y oro): silencio y oreja.
Álvaro Lorenzo (azul soralla y oro): silencio y silencio.