De Pablo confirma alternativa y Partido de Resina su buen camino en Madrid

Sánchez Vara dio una vuelta al ruedo con el mejor lote, mientras De Pablo dejaba detalles y Marc Serrano se veía sin opciones.

30 de junio de 2019/ Texto: Carlos Palacio / Foto: Luis Sánchez Olmedo

Miguel de Pablo confirmaba su alternativa en la tarde de este domingo en la plaza de toros de Las Ventas. Lo hacía en un cartel en el que también hacían el paseíllo Marc Serrano como padrino y Sánchez Vara como testigo ante el encierro de Partido de Resina. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del picador colombiano Anderson Murillo.

El primero de Partido de Resina se llevó una ovación nada más salir de chiqueros, pero poco o nada le duró el afán por acometer, porque no tardó en rajarse ante el capote del confirmante, Miguel de Pablo. Pasaba por allí, salía suelto, sin fijeza, frenándose siempre y hasta tres puyazos tomó pasando por allí y sin emplearse. Así fue también en la muleta, donde llegaba humillado pero soltaba un violento derrote hacia arriba que provocó la desconfianza de Miguel. Aún así, fue capaz de sobreponerse y de estirarse en ocasiones para decantar la balanza y al público a su favor para terminar con una estocada y escuchar silencio.

Devuelto fue el segundo por inválido para que saliera un toro de San Martín que no tuvo ni raza ni intención ni voluntad. Pasaba rebrincado y se paraba en las telas de Marc Serrano, que puso voluntad y disposición, pero no tuvo con qué salir del silencio que al final escuchó.

El tercero sí tuvo poder e importancia, por eso fue aplaudido en el arrastre. Bien es cierto que le faltó humillación y entrega en las telas de Sánchez Vara, que lo había recibido de rodillas a la puerta de chiqueros y lo banderilleó con vistosidad. El toro transmitía y tenía intensidad, pero le faltó cierto concierto a la faena para que terminase de romper. Una estocada con descabello le bastó a Sánchez Vara para pegarse una vuelta al ruedo.

El cuarto fue otro cantar. NI fuerza, ni ganas de embestir ni fondo para que valiese al menos medio muletazo. Lo escupió todo ante la voluntad seria y torera de Marc Serrano, que estuvo bien en todo menos con la espada. Silencio.

El quinto fue el opuesto al tercero; a este le faltaba el punto de transmisión para rebozarse, pero sí que humillaba. Tenía poder el animal, con el que anduvo Sánchez Vara vistoso en banderillas y le pegó naturales buenos con la muleta, en la que tenía mucha suavidad si sabías imponer con sutilidad. Quiso mucho Javier, que ganó enteros hasta que lo tiró todo por la borda con la espada. Ovación tras aviso.

El sexto necesitó mucho llevarlo cosido en la muleta, porque se frenaba cuando perdía el objeto. Se encajó pronto a la verónica Miguel de Pablo, que intentó asentarse con verdad y queriendo mucho, pero no siempre consiguió la precisión que demandaba el toro y en la que propuso mejor el toreo de lo que logró ejecutarlo, en lo que se le notó la inactividad. Silencio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Corrida de toros estival. 7.065 espectadores en tarde de muchísimo calor.

Seis toros de Partido de Resina, extraordinariamente presentados, y un sobrero (segundo bis) de San Martín, escurrido y viejuno. Violento y defensivo el deslucido primero; devuelto el segundo por inválido; sin raza ni intención el deslucidísimo segundo bis; emotivo y con movilidad y transmisión el buen tercero; sin raza ni voluntad el apagado cuarto; con suavidad y humillación el enclasado quinto; de cierta calidad exigente el sexto.

Marc Serrano (gris plomo y oro): silencio y  silencio tras aviso.

Sánchez Vara (gris plomo y oro): vuelta al ruedo y ovación tras aviso.

Miguel de Pablo (blanco y oro) que confirmaba alternativa: silencio y silencio.

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