Ambos rejoneadores salieron a hombros con el encierro de Benítez Cubero en el cierre de Feria.

4 de agosto de 2019/Pablo López Riobo

Tres cuartos de entrada registraba la plaza de toros de La Merced de Huelva para el cierre de la Feria de Colombinas este domingo con una corrida de rejones. Se lidiaban toros de Benítez Cubero para Diego Ventura y Andrés Romero, mano a mano.

Ovacionado fue Diego Ventura con el primero, un toro de Cubero al que le faltó mayor clase y entrega. Tuvo movilidad el animal, en ocasiones temple para torearlo de costado. Ventura lo templó de salida a lomos de Joselito, para más tarde con Nazarí y Fino conectar con los tendidos. Las banderillas de poder a poder clavando en el estribo callaron en el respetable. Cerró a lomos de Remate con las cortas. Tras un rejón casi entero y un descabello saludó una ovación.

El segundo de la tarde fue un toro de Cubero con nobleza pero con la transmisión justita. Toro que poco a poco fue perdiendo el celo. Brindó su labor a Sergio Rico, amigo personal de Andrés y portero del Sevilla Fc. Posteriormente Romero dejó dos rejones de castigo a lomos de Beirao. En banderillas destacó a lomos de Caimán y Kabul en una labor en la que el rejoneador onubense tuvo que ponerle esa chispa que le faltaba al de Cubero. Cerró a lomos de Chaman. Tras dejar custro banderillas cortas, un pinchazo y un rejón algo trasero saludó una cariñosa ovación desde el tercio.

Y en el tercero se prendió la mecha. Diego Ventura realizaba en el albero onubense una gran faena a un toro de Cubero Co. Virtudes. Lo recibió a portagayola con Campina para más tarde a lomos de Bronce dejar varias banderillas importantes. Jugó siempre con los terrenos y las querencias del animal. Hubo una banderilla de poder a poder a escasos metros del toro que llegó mucho al respetable. Posteriormente a lomos de Lío acortó aún más las distancias para dejar dos banderillas con el sello del valor y la verdad. Todo iba encaminado a un triunfo grande cuando sacó a Dólar y ejecutó el par a dos manos sin cabezada. La pena fue que el animal no hiciera nada en la suerte suprema, parado y algo afligido no ayudó en nada. Tras errar con el rejón de muerte saludó desde el tercio. La presidencia no consideró mayoritaria la petición de oreja.

Se abrió la lata en el cuarto de la tarde. Fue el onubense Andrés Romero el que paseó las orejas del toro de Cubero. Un ejemplar desigual en sus embestidas pero agradecido. Se fue a portagayola a lomos de Montes Marseilles en mano. Fuente Rey y Odiel hicieron las delicias de la Merced, dos caballos muy distintos entre sí pero que se complementan a la perfección. Andrés lo vio claro y atacó el triunfo, no se dejó nada en el hotel, hoy no se podía fallar y así fue. Banderolas de poder a poder, galope de costado, tierra a tierra, toda una malgama de suertes que unida a un rejón en su sitio a lomos de Chamán le valió para tener asegurada la puerta grande, esa que abre siempre por Colombinas.

No quería salir andando de la plaza Ventura, para ello tenía que cortar las dos orejas al quinto. Toro este de Cubero que al igual que sus hermanos tuvo movilidad y celo pero al que le faltó cierta clase. Por collera actuaron Diego Ventura y el sobresaliente, Ferrer Martín, el cual dejó una digna carta de presentación. Antes a lomos de Velasquez había parado en una ‘perra gorda’ Ventura al tercero de su lote. Sacó a Habreu, el cual dio síntomas de ser un caballo con mucho futuro. Pero la faena rompió de verdad a lomos de Lío, el cual valga la redundancia formó un auténtico lío. Caballo de un valor y un temple que asusta. Se dejó llegar al encelado animal a los mismos pechos. Tras dejar las cortas con Remate se dispuso a entrar a matar. El rejón de muerte acabó descolgando al toro, lo que no fue óbice para que la parroquia pidiera la concesión de trofeos. Dos orejas paseó Ventura a los compases de palmas por Huelva.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Merced. Huelva. Última de la feria de Colombinas. Corrida de rejones. Tres cuartos de entrada.

Toros de José Benítez Cubero.

Diego Ventura, ovación, ovación y dos orejas. 

Andrés Romero, ovación, dos orejas y oreja.