Manolo dirige ahora artísticamente al novillero José Miguel Arellano y al matador Luis Ignacio Escobedo en la ciudad de Aguascalientes
29 de agosto de 2019/Adiel Armando Bolio
Por esta redacción recibimos la grata vista del diestro retirado Manolo Arruza, avecindado en Aguascalientes desde hace cinco años y al cabo de 10 de haberse retirado de los ruedos, en la Monumental Plaza México, mismos que se cumplirán el próximo viernes 8 de noviembre, ahora, además de atender negocios personales, se ha dado tiempo para dirigir artísticamente a toreros, tal y como ya lo hiciera como novillero y matador de toros con Diego Emilio y en su etapa novilleril a José María Hermosillo, ambos aquicalidenses.
Ahora, desde hace un mes se ha dado a la tarea de poner al novillero aguascalentense José Miguel Arellano y de asesorar técnicamente al matador de toros zacatecano Luis Ignacio Escobedo, aclarando que no es apoderado de ellos sino simplemente su director artístico.
Ello con el firme propósito de dejar Manolo un legado importante en la Fiesta de los Toros pues al diestro de dinastía, de cuatro décadas, de 1972 a 2009, le encanta impartir sus conocimientos ya que su misión es impartir lo que es la geometría del toreo a través de la técnica en esta actividad que es de una auténtica vocación y que se tiene que pulir en un “laboratorio”, es decir, cuando se entrena de salón.
Precisamente, sobre la actualidad de la Fiesta Brava, Manolo nos comentó: Hoy en día se torea mucho mejor, el toreo ha ido evolucionando. Se torea más de cerca y ello ha exigido a los nuevos valores que están surgiendo apretarles a las figuras vigentes tanto de España como de México”.
En cuanto al toro bravo mexicano -continuó Arruza- “también ha evolucionado. Está mejor presentado, con sus cuatro años, porque, a decir verdad, en mi época, en los años 70, quienes mandaban eran Manolo Martínez, Eloy Cavazos y Curro Rivera, yo entré un poquito después de Mariano Ramos, y no era fácil, pero si era un toro más a modo, con mayor movilidad y que ayudaba más, y en cuanto a presencia no era el volumen que se está lidiando actualmente en las plazas de la República”.
Sin embargo -ahondó Manolo- “sin afán de criticar, ahora hacen falta toreros con personalidad. Se torea mucho mejor, pero parece que todos están cortados con la misma tijera, se han vuelto mecánicos, tienen alma, pero les falta personalidad propia. Antes veías en las fotografías de espaldas a los toreros y sabías quienes eran, eso era tener personalidad. Y siempre será bueno que vayan más toreros mexicanos a España para alistarse mejor”.
DATO
Afirma Manolo Arruza que ahora hacen falta toreros con personalidad propia, pues parece que todos están cortados con la misma tijera.
Foto: Sergio Espinosa de los Monteros