Ocho con Ocho – Una anécdota “nueva” de Paco y Jorge

 4 de julio de 2020/Luis Ramón Carazo

Es bien sabida la gran popularidad de Paco Camino en México y en un año especial en su historia esto es; 60 años de su alternativa y 50 de torear con gran éxito en solitario en Madrid y Dios Mediante en diciembre cumplirá 80 de haber nacido en Camas, pueblo vecino de Sevilla, nos provocan gran alegría a los que le admiramos como torero y también lo estimamos como persona.

Recientemente platiqué con Jorge Gutiérrez y le comenté había platicado con el camero-quién cuando se lo mencioné, se expresó con elogios del hidalguense- y que se encontraba como él: “enchiquerado por la pandemia” Con buena salud ambos afortunadamente uno en España, el otro en Juriquilla en Querétaro.

Jorge se deshizo en elogios para un torero con un sitio único, merced a su privilegiada manera de interpretar el toreo y refirió que de cierta manera fue de aquellos toreros especiales, en los que miró en sus pininos como uno de los referentes  y como metro a seguir en su carrera.

Jorge se consagró en la historia de La México como consentido, por su trayectoria impecable y llena de faenas inmortales desde su época de novillero categoría en la que debutó ante novillos de Santoyo, el 26 de junio de 1977 con Paquiro y El Brillante -su gran amigo y quién recién celebró 45 años de haber debutado en el coso de Insurgentes- y enhebró en su ruedo, 9 festejos.

Por aquella época de cuando Jorge novillero,  ya era el mandón Manolo Martínez y Paco en España partía el bacalao como coloquialmente se dice. Pues bien en 1976 Don Nicolás González  y su hijo ganaderos y también propietarios de la bellísima plaza Santa María de Querétaro, lograron después de más de doce años convencer al camero a venir a torear a México hecho que sucedió el 4 de diciembre de 1976, medio año antes del debut de Jorge en La México.

En la corrida con toros de Garfias, Manolo se constituyó como el triunfador y se abrió una serie de confrontaciones entre el regiomontano y el camero, en las que participaron desde luego otros toreros de México y España en la recta final de la carrera de Paco, a quién vimos actuar en mano a mano con Manolo Martínez, en Querétaro el 17 de diciembre de 1977 cuando la inmortal faena que instrumentó a Navideño de Garfias, toro que por cierto brindó a Lorenzo Garza.

Ya para esa fecha Jorge estaba a punto de cerrar su ciclo como novillero y el 25 de 1977 con un astado de San Manuel y en el cartel del Estoque de Plata que disputó con Ángel Majano, El Brillante, Rafael Sandoval, Chilolín y Jesús Salazar logró ungirse el triunfador y se llevó el trofeo en disputa.

Luego el 11 de febrero de 1978, Gutiérrez recibió la alternativa con toros de Garfias en La México su padrino fue Manolo Martínez y testigo, Curro Rivera. El toro de su alternativa se llamó Perla Negra y reiteró se le reconoce como uno de los toreros más queridos por su afición.

Traigo a colación todo el entramado, porqué recordar es vivir y además porqué recién me enteré que el vestido verde y oro con el que actúo en Querétaro con Navideño de Garfias, Paco Camino le fue otorgado a Jorge Gutiérrez conjuntamente con el otorgamiento del Estoque de Plata.

Esa anécdota para mí fue novedosa y supongo lo será para otros que en los vericuetos del toreo ignoramos muchos detalles como el que ahora relató y por eso rememorar pequeños pasajes de la maciza historia de dos grandes figuras del toreo.

Sirva de recuerdo de tiempos idos y presagio de tiempos nuevos que nos darán motivo en el futuro de traerlos a colación, como prueba de que el toreo es parte fundamental de la cultura de países como el ibérico y el nuestro. Larga vida deseamos a los maestros y celebrar con ellos sus logros.

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