Rubén Pinar, Pepe Moral y Tomás Campos se enfrentaron a un serio encierro de Cuadri en el cierre de la Feria de San Ignacio de Azpeitia hace dos años en una tarde en la que estuvo presente suertematador.com
31 de julio de 2020/Texto y Fotos: Emilio Méndez
Llegaba el cierre de la feria de San Ignacio a la peculiar plaza de toros de Azpeitia en la que se lidio un encierro de Celestino Cuadri, una tía y nada fácil con la que Rubén Pinar, Pepe Moral y Tomás Campos hicieron el esfuerzo, dejando momentos de emoción siendo Moral el único en dar una vuelta al ruedo.
Rubén Pinar saludó bien a la verónica al primero de la tarde, ganando terreno y rematando con una buena media. Solo un encuentro con el caballo, el cuadri protagonizó un complicado tercio de banderillas. Faena de entrega, predisposición y tesón ante un astado complicado, peligroso y que puso dificultades. Mató de media estocada caída y un golpe de descabello.
Recibió Rubén Pinar por verónicas a su segundo. Entró dos veces al caballo el toro y el manchego brindó al público una labor que, sin embargo, no pudo ser lucida por las complicaciones del parado y reservón animal. Se vio obligado a abreviar pero quedaron patentes su predisposición y firmeza. Mató de un pinchazo y una estocada contraria y fue silenciado.
Se aplaudió la presencia del segundo al saltar al ruedo. Pepe Moral lo recibió con buenas verónicas rematando en los medios con una gran media. Quitó por chicuelinas ajustadas Tomás Campos, concluyendo su intervención con una revolera. El sevillano brindó al público una faena en la que se acopló al astado, que tuvo clase y humilló por los dos pitones. Moral destacó especialmente al natural pero como mató de pinchazo, pinchazo hondo y estocada contraria, todo quedó en una vuelta al ruedo.
Combinó verónicas y chicuelinas Pepe Moral en el saludo capotero al quinto. Comenzó a llover con fuerza en la faena de muleta, en la que toro y torero se acoplaron a la perfección. Hubo envergadura y dimensión en los muletazos del sevillano, con el toro de Cuadri humillando, transmitiendo y permitiendo el lucimiento por ambos pitones. Resonaron los olés pero la espada -un pinchazo, una estocada tendida y un descabello- redujo el posible premio a una solitaria ovación.
Tomás Campos protagonizó frente al tercero una faena de entrega y predisposición ante un astado complicado y peligroso que no facilitó su lidia. Logró extraer buenos muletazos en un trasteo presidido por la firmeza. Un pinchazo y una estocada contraria le obligaron a usar el verduguillo, con el que falló en repetidas ocasiones.
El sexto fue aplaudido de salida y complicó la lidia a los banderilleros en el segundo tercio. Tampoco lo puso fácil en la faena de muleta, en la que hubo perseverancia, tesón y mucha voluntad a cargo de Tomás Campos, sin que, por el contrario, pudiera haber lucimiento. Únicamente, retazos sueltos. Mató de una estocada caída y hubo de utilizar el verduguillo.
Ficha: Azpeitia, martes 31 de julio de 2018. Última de la Feria de San Ignacio. Toros de Hijos de Celestino Cuadri. Rubén Pinar, silencio y silencio; Pepe Moral, vuelta al ruedo y ovación; y Tomás Campos, pitos y silencio. Entrada: Tres cuartos.