Triple apoteosis en Campo Pequeño (Portugal)

6 de agosto de 2020/Suertematador.com/Foto:Joao Silva

El segundo festejo del abono de la “nueva normalidad” en Lisboa propició momentos, esos que inspiran artistas y justifican la pasión de los aficionados por la tauromaquia. Los dioses del toreo se conjuraron en esta noche para hacernos soñar en varios momentos, pero particularmente durante la lidia del bravísimo quinto, precisamente el toro que hace un año cogió al ganadero Joaquín Grave y ahora le encumbró. Así es la grandeza de la Fiesta.

Además de bravo, el toro era exigente, pero igualmente noble. Afortunadamente, se enfrentó a la nobleza del toreo clásico de Manuel Telles Bastos, en la actuación más importante de su carrera. Conocidas ya las virtudes de este caballero de dinastía, nunca antes las había expresado de modo tan fulgurante, con tal seguridad, como si llevara veinte o más corridas toreadas… Elegancia natural, brega geométricamente perfecta y suertes de alto nivel que levantaron al público de sus asientos. El milagro de la bravura consagró un joven artista, que supo estar a la altura de su oponente.

Antes, frente al cumplidor segundo, Manuel Telles diseñó una faena armoniosa, bella y sin concesiones a la galería. Se comprueba que la nueva generación de clásicos sigue golpeando muy fuerte.

Ana Batista conmemoró dignamente su vigésimo aniversario de alternativa, sin alcanzar el triunfo que por cierto deseaba y que su trayectoria artística justificaba. Le tocó el único mansurrón del encierro, que rompió plaza, un toro muy parado que no le dio opciones. Siempre entregada, mejoró en el cuarto, noble, que le permitió clavar con mérito algunas banderillas, aunque sin redondear. En todo momento sintió el cariño del público que no le regateó aplausos.

Luis Rouxinol hijo se reveló desde el primer momento como un auténtico huracán, sobrado de valor y ganas. Construyó ante sus toros -el tercero bravo y el que cerró plaza codicioso- dos lidias de corte similar bregando con emoción y ajuste, para luego consumar suertes de distinta nota. Dejó muestras de su estilo espectacular, comunicando fácilmente con el público y finalizó con un par a dos manos. Se le reconocen progresos técnicos y evidencia capacidad lidiadora. No todo le salió perfecto pero el balance es claramente positivo.

Los prestigiosos forcados amadores –de Montemor y de Vila Franca– se encargaron con enorme valentía de las pegas de cara. Ambos grupos honraron sus tradiciones, aunque destacó la eficacia y cohesión de los mozos de Montemor, que realizaron tres pegas al primer intento, una de ellas colosal, protagonizada por Francisco Borges.

Lisboa (Portugal). Jueves, 6 de agosto. Toros de Murteira Grave, con trapío, serios y exigentes. Destacaron 3º y 5º (premiado con vuelta al ruedo), bravos. El ganadero Joaquín Grave y sus hijas recogieron, por partida doble, atronadoras ovaciones en los medios. Ana Batista, vuelta y vuelta; Manuel Telles Bastos, vuelta y vuelta; Luis Rouxinol hijo, vuelta y vuelta. Entrada: Lleno en el aforo autorizado. Al iniciarse el festejo, se rindió un breve homenaje a Ana Batista, por sus veinte años de alternativa. De nuevo, se han cumplido todas las normas de seguridad. (Aplausos)

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