Recordando la tarde en la que destaco la actitud de El Juli y Garrido en Bilbao hace tres años

Extremeño y madrileño saludaron sendas ovaciones en Bilbao frente a los dos toros de más opciones de una deslucida corrida de Garcigrande y Domingo Hernández, Talavante se estrello con el peor lote estando por encima de sus oponentes en una tarde en la que estuvo presente Suertematador.com

24 de agosto de 2020/Texto y fotos: Emilio Méndez

El 24 de agosto de 2014 hicieron el paseíllo en Vista Alegre, Julián López “El Juli”, Talavante y José Garrido ante un encierro de Garcigrande y Domingo Hernández como materia prima ganadera.

Abrió plaza un toro descastado, deslucido y sin clase con el hierro de Garcigrande. El Juli lo probó y lo intentó por ambos pitones en una labor técnica y de buen oficio pero de nulo lucimiento por las condiciones del toro, que se quedaba corto y no se empleó en ningún momento. Mató de una estocada desprendida y fue silenciado. Su segundo tuvo las virtudes de la humillación y la profundidad, sin embargo le faltó un punto mayor de transmisión y viveza. El Juli, que se lució a la verónica y luego en un quite por ajustadas chicuelinas, lo cuajó en un par de series templadas, con muletazos largos sobre la mano derecha. Pero fue un espejismo. Se fue apagando el de Domingo Hernández y disminuyó la intensidad de la labor del madrileño que emborronó su actuación con la espada.

Alejandro Talavante sorteó por delante un toro de comportamiento y embestida irregular. Unas veces acometió con más franqueza, otras de forma más descompuesta y sin clase. Sin fijeza en los compases iniciales, lo que sí tuvo fue movilidad y repetición, lo que aprovechó el extremeño para torear con ligazón sobre la diestra en una primera serie en la que logró momentos de toreo templado, relajado y encajado. No rompió la faena, tampoco lo hizo el toro. Tras una estocada trasera y desprendida, saludó una ovación. No sirvió el quinto. Talavante, que debió verle posibilidades ya que brindó al respetable, no se dio coba y abrevió tras la primera serie frente a un toro deslucido, desfondado y muy aplomado. Sin opciones el extremeño.

El que hizo tercero fue un toro con movilidad de Domingo Hernández, con nobleza. José Garrido cuajó una faena de notable capacidad por ambos pitones. El extremeño le cogió enseguida el ritmo al toro, especialmente en el toreo en redondo por donde ligó los muletazos en apenas un palmo de terreno en dos tandas notables. Manejó bien los tiempos y las distancias el extremeño, puesto y centrado. A la hora de entrar a matar, se puso complicado lo que acabó de enfriar al respetable. Un feo pinchazo antes de una estocada en la suerte de recibir dejó todo en una ovación. El sexto prendió de fea manera a Manuel Larios, que pasó por su propio pie a la enfermería con un varetazo en la cara. Lo intentó Garrido con mucho mérito, sobre todo por el pitón derecho por donde el toro anduvo orientado en todo momento. Esfuerzo del extremeño, por encima de las condiciones de un toro que no se empleó nunca y que se lo guardó todo dentro.

Bilbao, jueves 24 de agosto de 2017. Toros de Garcigrande (1º) y Domingo Hernández, bien presentados, serios, astifinos, hondos, con cuajo. Corrida deslucida en conjunto, los de más opciones el tercero, con movilidad y nobleza, y el cuarto, con calidad y humillación pero a menos. El sexto, complicado. El quinto, desfondado. El Juli, silencio y ovación con saludos; Alejandro Talavante, ovación con saludos y pitos; José Garrido, ovación con saludos tras aviso y silencio. Entrada: Dos tercios de plaza.

Parte Facultativo De Manuel Larios.- «Herida contusa en labio inferior, varetazo en región lumbar y erosión superficial en mejilla izquierda».

 

 

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