González-Écija aprovecha con brillo sus balas y Rivero se crece ante el dolor

Jaime González-Écija ganó el Certamen de Novilladas Andaluzas con una actitud brillante. Emilio Silvera pechó con tres novillos por el percance de un Jesús Rivero que resultó herido por el tercero.

4 de octubre de 2020/Texto: Javier Fernández-Caballero / Fotogalería: Jesús Delgado

Emilio Silvera, Jaime González-Écija y Jesús Rivero representaban a Huelva, Cádiz y Sevilla en la final del Circuito de Novilladas de Andalucía que se celebraba en la plaza de toros de la localidad jienense de Úbeda. Se lidiaban astados de Guadalmena.

“Lugano”, de Guadalmena, era el primero de la tarde, un animal que le correspondía en suerte al onubense Emilio Silvera. Fue un astado con la cuerna abierta, serio de estampa y que fue aplaudido por el tendido de salida por su presencia. Muleta en mano, el joven fue exprimiendo con momentos templados por ambos lados al animal hasta que se le paró: en ese momento, sacó el poco viaje del de Guadalmena al natural, el lado por el que más a gusto se encontró Silvera. A pies juntos y también a zurdas finiquitó labor antes de dejar un pinchazo y una estocada caída y defectuosa. Vuelta al ruedo.

Sensacionales fueron las verónicas de recibo de Jaime González-Écija al segundo del festejo, otro animal muy serio de estampa, aplaudido por ello de salida, y burraco de capa. Por delantales también de bella estampa fue el quite del sevillano, que cuidó la floja condición del animal de Guadalmena. Fue ese el borrón de un segundo capítulo en el que el joven estuvo más esforzado por mantener en pie a su oponente que en torear, pero lo poco que le dejó hacer el de Guadalmena lo ejecutó el sevillano con máxima limpieza y mucha estructura mental. Sobre todo, destacaron los soberbios naturales al gran concepto del novillero hispalense. Tras un primer encuentro fallido con el acero, tumbó al animal a la segunda y paseó una oreja.

Tras emplazarse, volteó el tercero de salida a Jesús Rivero, doliéndose el joven de la cadera tras ser arrollado por el animal. El presidente echó el animal hacia atrás al animaltras arrollar a otro subalterno. “Dancero”, un animal de capa colorada, sustituyó al titular, y salió como una bala hasta que recibió la preceptiva puya. A su madre fue el brindis de un novillo que requería mano fuerte; con la muleta montada en la mano zurda comenzó faena el joven, que se sacó el animal a los medios y basó en esa mano, por la capacidad diferente que tiene, la faena al de Guadalmena. Sobre todo, destacó la gran estocada que le recetó al animal, de la que cayó al instante. Paseó la oreja.

El segundo del lote de Emilio Silvera fue un animal muy parado con el que tuvo que hacer un esfuerzo en distancias cortas el onubense. Tras pasaportarlo con el acero, se le puso complicado a la hora de descabellar, porque no mostraba la cara y se tapaba, acertando el joven finalmente. Fue ovacionado.

Sembró el pánico el quinto en el tercio de varas, derribando al picador y teniendo protagonismo especial la lidia durante el segundo tercio. Ya muleta en mano, fue la mano izquierda la del animal, un astado con poca clase pero al que aprovechó la movilidad que tenía el joven sevillano. Se le puso complicado a la hora de matar, alargándose el último trance y escuchando ovación el joven.

No salió en el sexto Jesús Rivero por la tremenda paliza sufrida, por lo que le tocó lidiarlo a Emilio Silvera. Fue un novillo con dificultades y con el que no había que cometer ningún error. El onubense intentó estar por encima de él, ya que en cualquier descuido podía prenderte. Dejó algún natural de mérito ante este animal, que no entró en el concurso. No acertó con la espada.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de San Nicasio, Úbeda, Jaén. Tercera de Feria. Final del Circuito de Novilladas de Andalucía. Novillada picada. 1067 personas, lleno en el aforo permitido.

Novillos de Guadalmena, el tercero como bis. 

Emilio Silvera, vuelta al ruedo, ovación y palmas en el que mató por Rivero. 

Jaime González-Écija, oreja y ovación tras aviso. 

Jesús Rivero, oreja en el único que mató. 

INCIDENCIAS: Tras el paseíllo, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del COVID. 

 

Top