Hilda Tenorio se alista en el campo en la ganadería de Zacatepec

Además, la matadora moreliana ha lidiado novillos y becerras en las dehesas de José Arroyo y de los Sucesores de don Rodrigo Tapia

18 de noviembre de 2020/Adiel Armando Bolio

La administración de la matadora de toros michoacana Hilda Tenorio informa que, cómo se sabe, a causa de la complicada pandemia por el Covid-19 y contra la que se está luchando en todo el planeta, ha tenido que verse en la necesidad de dejar para después sus planes para probar suerte en la Fiesta Brava de España.

Cabe señalar, apunta con firmeza la representación de la espada, que, durante este tiempo, Hilda no ha bajado la guardia y que con la disciplina férrea que le caracteriza ha estado entrenando todos los días, sabedora de que cuando el panorama de salud se aclare y las cosas vuelvan a la normalidad, ella estará más que fuerte y sobrada para poder tener la tan anhelada reaparición. Es decir, un regreso digno para la valiente guerrera de los ruedos.

Se recuerda que en agosto recientemente mató cuatro erales de la ganadería hidalguense de José Arroyo, mismos que no le pusieron las cosas fáciles, pero que, sin duda, fueron una prueba real para volver a ponerse delante del toro. También se dice que festejó su cumpleaños toreando unas becerras en la dehesa michoacana de los Sucesores de don Rodrigo Tapia.

Sin embargo, se hace saber que la primera tienta formal en la que tomó parte la matadora fue apenas el pasado sábado 14 de este mes, en que, gracias a la invitación de los ganaderos poblanos de Zacatepec, los hermanos Muñoz Reynaud, Hilda pudo disfrutar de la lidia de dos extraordinarias vacas que dejaron claro a todos los presentes la difícil facilidad que tiene la torera, según se cuenta.

Es por ello que los comentarios de los ahí presentes, en el rancho La Compuerta, donde se ubica la dehesa de Zacatepec, hicieron alusión a que por Hilda nunca pasan dudas y que pareciera que torea todos los días, a lo que la menudita torera respondió con picardía: “Si, toreo todos los días, ¡pero de salón!”.

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