Galdós indulta en el cierre de Latacunga

Se lidiaron novillos de Huagrahuasi, Triana, Ortuño, Valle de Bravo y Santiesteban -que debutaba-. El quinto de nombre ‘Sevillano’, de Ortuño de Renato Terán, indultado por Joaquín Galdós.

6 de noviembre de 2020/Gonzalo Ruiz / El Comercio

La Feria Latacunga 2020 tuvo su cierre con triunfo torero y ganadero de alta expresividad, torería, bravura y nobleza. El ciclo que organizó el empresario y ganadero José Luis Cobo fue un desafío de valor y afición, apenas correspondido en los tendidos por el público. Pero en plena pandemia se dieron los carteles más completos de América taurina. Al finalizar el festival, Antonio Ferrera fue premiado con una placa de la Viceprefecta de la provincia de Cotopaxi, que el torero quiso compartir con todos sus compañeros de cartel de la feria y cuadrillas. Todo empezó con la tradicional procesión de la imagen de la Virgen llevada en andas por los toreros alternantes.

Se lidiaron novillos de Huagrahuasi, Triana, Ortuño, Valle de Bravo y Santiesteban -que debutaba-. El quinto de nombre ‘Sevillano’, de Ortuño de Renato Terán, indultado por Joaquín Galdós. Aplaudido en el arrastre el primero, de Triana, vuelta al ruedo al segundo, de Huagrahuasi y el sexto de Valle de Bravo.

La actuación de Uceda Leal fue excelente. Arte en las verónicas, quite por chicuelinas y un toro tan vibrante como exigente al que el torero lo templó con su concepto de estética clásica y manos bajas por el pitón derecho para matarlo de una gran estocada. Dos orejas.

Antonio Ferrera dio cátedra de los tiempos y la paciencia para aprovechar la calidad de un toro que no tenía fuerza ninguna al que lo supo esperar, darle respiro y sacar un partido inusitado con su tauromaquia de arte y sentimiento excepcional. Estocada, descabello arrojando la muleta y el clamor general que pedía y conseguía las orejas el rabo y vuelta al toro en el arrastre.

Lo de Daniel Luque fue otra demostración de los prodigios que atesora, manejando el capote con suavidad, tijerillas, verónicas, talaveranas y remates primorosos. Rompiendo los moldes, tomó las banderillas y dejó tres excelentes pares al cuarteo, ganando las ovaciones. Y una faena que supo medir para potenciar la calidad del novillo que carecía de fuerza pero a la que supo hilvanar una labor inspirada de naturales, derechazos, luquesinas y un muletazo que ayer inventó, al que todavía no había bautizado siquiera. Tomó el estaquillador por el pincho y dejó que el pequeño vuelo de la muleta con la mano izquierda sea toda la tela expuesta ante el toro. El público deliraba y por ello cuando pinchó y dejó una estocada atravesada se pidió con fuerza dos orejas.

Poco pudo hacer Álvaro Samper como no sea picar él a su toro con una buena vara y realizar un quite de chicuelinas de manos bajas (inspiradas en Manzanares padre). El toro no humillaba y se fue a la querencia. Samper pinchó en 6 ocasiones antes de dejar una estocada contraria. Ovación .

Si el sábado Galdós se fue de vacío, ayer tuvo el material propicio en el gran toro ‘Sevillano’ de Ortuño, un chorreado en verdugo que cantaba bravura y la transmitía. Verónicas de gran factura cosidas a chicuelinas, rematadas con rodillas en tierra. Estupenda faena por derechazos y naturales en largas series en las que el toro humillaba y Galdós bajaba la mano con gusto y singular técnica. Un faenón y un toro indultado. Dos orejas y rabo simbólicas. El torero y ganadero Renato Terán dieron la vuelta entre el clamor general.

Entusiasmo a tope de José Andrés Marcillo ante un bravo y exigente novillo de Valle de Bravo al que le hizo una faena variada y le cortó dos orejas. Álvaro Mejía hizo debutar varios caballos en excelente tarde. Banderillas, quiebros, cortas y dos orejas entre la ovación del público que salió feliz.
FOTOS: ANDREA ACOSTA

 

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