Tratemos de ser mejores y más crédulos a pesar de la pandemia 

Ahora, 2021 abre un panorama en el firmamento de nuestras vidas, deseando que éste sea el del inicio de un mejoramiento en todos los sentidos

31 de diciembre de 2020/Adiel Armando Bolio

Se acaba 2020 y nunca como otro año se desea el final de éste, un año que quizá se perdió en vida por lo mucho que se dejó de hacer en todos los ámbitos gracias a todas las restricciones que provocó una pandemia, por Covid-19, que nos puso a prueba como seres humanos y que es precisamente ello lo que fundamentó lo vivido desde marzo a la fecha.

La incredulidad, las ocurrentes y hasta absurdas conjeturas de mucha gente sobre la veracidad del peligro que representa una pandemia de este tipo hizo que un importante número de personas de todas las edades perdieran la vida en todo el mundo y en el ambiente taurino no se diga, principalmente en el último trimestre de este nefasto 2020.

Pero hasta dónde ha sido malo, complicado, difícil y cambiante en su normalidad este año de pesadilla pues, al contrario, nos ha dejado reflexión, enseñanza y conclusiones para ser mejores y, sobre todo, en el cuidado de lo más sagrado que tenemos, la salud, esa que nos hace vivir, desarrollarnos, pensar e ir más allá de nuestras intenciones por mejorar, pero cuando se enfrenta un intempestivo freno como esta pandemia se aturden los sentidos y vienen entonces las dudas e incertidumbres cuando lo más fácil es, repito, cuidarnos unos a otros viendo por la salud personal ya que ante la implacable fuerza de la naturaleza simplemente somos nada.

Es por eso que ahora se abre un panorama en el firmamento de nuestras vidas, deseando que este 2021 sea el del inicio de un mejoramiento en todos los sentidos. No divaguemos con falsas deducciones y creencias, demos ese paso hacia adelante para ver más allá de nuestro futuro, sobre todo en lo que concierne a la Fiesta de los Toros.

Por ello, traigo a la palestra un poema de don Víctor Manuel Otero González, titulado “La noche quedó atrás”, que nos habla de la superación personal:

“La noche quedó atrás.
Un nuevo día se asoma en tu horizonte de ventura.
En lo que fuera llanto, hoy es alegría,
en lo que fue rencor, hoy, hay ternura.

Ya eres otro.
Bajo el conjuro de la palabra ‘Amor’, te has superado.
Todo es más noble en ti, todo es más puro,
porque todo de amor se te ha llenado.

¡Amar y solo amar!
Esa es la clave que mueve al universo, a la vida.
Lo duro de la senda es más suave si tú puedes decir:
“Ama y olvida”.

Amar a Dios, a ti, al mundo entero.
A los que tú conoces, al extraño,
al rico, al poderoso, al pordiosero,
al que te dé la paz o te hace daño.

¡Tú ya eres otro!
Porque has podido arrancar la cadena que te ataba
a tu eterno “Imposible” y has sabido trasponer el dolor que te agobiaba.

Llena tu mente de las cosas buenas,
de las cosas positivas que construyen
y deja en el ayer, todas tus penas,
las negaciones que todo lo destruyen.

Tu hogar, será la dicha,
y en los tuyos hallarás el ‘Por qué’ de tu camino.
Y todo para ti será orgullo y, tus hijos, tendrán otro destino.

Y tú, que eres soltera,
buscarás, no al hombre que halague tus sentidos,
sino al alma que te comprenda más,
porque el alma hace el hombre y no el vestido.

La noche quedó atrás.
Un nuevo día se anuncia en el dintel de tu ventana.
Ya no dejes que escape tu alegría
ni que vuelva el ocaso a tu mañana.

Ya no vivas de ayeres, de lamentos.
Ya no suenes tu nota discordante.
Piensa siempre, en todos tus momentos,
¡Que la vida, comienza, a cada instante!».

¡Que tengan un Próspero Año Nuevo 2021!

DATO

Cuidémonos unos a otros viendo por la salud personal ya que ante la implacable fuerza de la naturaleza simplemente somos nada.

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