Ocho con Ocho – Hidalgo retoma el toreo

1 de abril de 2021/Luis Ramón Carazo

En el 2012, el que fuera gobernador, Paco Olvera, declaró a la Fiesta de Toros como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Hidalgo, lo hizo por formar parte esencial dentro de las expresiones culturales que preservan las celebraciones, tradiciones y costumbres del pueblo hidalguense e instruyó a la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno del Estado, para que fuera la responsable de supervisar su identificación, documentación, investigación, preservación y promoción.

Eran otros tiempos los que vivíamos y no contábamos con la época que estamos surcando, desde un poco más de un año, en un estado en donde, más de 40 municipios cuentan con un recinto taurino, también las comunidades se organizan y presentan corridas y novilladas.

Mi padre José Luis Carazo Vega, cuando novillero por dar un ejemplo, tanto toreó en Pachuca como en Caxuxi y siempre que íbamos por el rumbo, recordaba sus andanzas por aquellos lares, en los que era vital tener contactos con los organizadores de los festejos y me decía que, en ocasiones, era el párroco del lugar quién lo encabezaba.

Existen más de 20 ganaderías dedicadas a la crianza de toros, una de ellas es la de Julio Uribe Barroso y Julio Uribe Curn, quienes cerca de Apan, con el tradicional nombre de Torreón de Cañas, han dado lustre en años recientes a la divisa.

El estado de Hidalgo cuenta con más de 200 haciendas, que se construyeron principalmente en los siglos XVII, XVIII y XIX, con diferentes negocios, principalmente agrícolas y mineros, años en los que se fue gestando la charrería y en el XVII, por ahora absurdo que parezca, fue el primer lugar en donde a mestizos e indígenas se les permitió oficialmente montar a caballo.

En la capital del estado de Pachuca, han existido varias plazas de toros y la actual es denominada Vicente Segura, en memoria de un torero de principios del siglo XX y que tiene una historia filantrópica muy emotiva, tanta fue su generosidad con los demás, que acabó sin un clavo en su pecunia.

De Tula es Jorge Gutiérrez, como Jaime Rangel es de San Miguel Vindho, al igual que su hermano Manolo, Paco Ortiz el chaparrito de Apan, primer novillero en provocar en los cuarenta del siglo pasado, el lleno a reventar en La México y es su hijo, Curro Madrid. Ricardo Torres, Roberto Valencia, quién ejecutaba la suerte suprema con la mano izquierda, Heriberto García de Singuilucan; entre otros matadores de toros del pasado, nacidos en el estado.

Tienen un pasodoble muy emotivo, El Hidalguense de la autoría de Abundio Martínez, que refleja mucho de la bella tierra cercana a la capital del país.

Por lo anterior, da gusto comunicar el festival, en homenaje a quién fuera médico taurino y quién se nos adelantó en el paseíllo de la vida; el doctor Rodolfo Samperio.

El evento pone en marcha a la plaza Monumental, Vicente Segura en Pachuca, con reses de Torreón de Cañas, para Pablo Samperio matador hidalguense e hijo del doctor; Arturo Macías, José Mauricio y el novillero Arturo Gilio, quién apunta el cante.

El sábado 3 de abril, a las 4 de la tarde, con un aforo reducido y protocolo sanitario en vigor, arrancan los toros, en uno de los estados más taurinos del País: Sea enhorabuena y venturoso el festejo.

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