Ocho con Ocho – El barco del toreo, zarpa

26 de mayo de 2021/Luis Ramón Carazo

Hemos pasado; de estar a la espera de lo que pudiera acontecer a futuro en nuestras aficiones, en nuestro caso la taurina, y se acumularon días desde el año pasado y nos preguntábamos, cuándo sería posible reanudar la actividad en las plazas de toros y poco a poco, con medidas precautorias, va regresando a los países que celebran la tauromaquia.

La foto que ilustra está colaboración, muestra el gozo que produce el toreo. En hombros de la afición después de la corrida del 23 de mayo de 2021 en Huamantla, Tlaxcala, desborda alegría en los ungidos; el empresario Rafael Ortega hijo del matador homónimo, el ganadero de Begoña: Juan Pablo Baillères Gual, dignísimo representante de su señor padre Don Alberto y los tres toreros triunfadores: José Mauricio, Calita y Leo Valadez.

Toros sobresalientes y faenas vibrantes. La sensación de poder presenciar en vivo el toreo después de tanto encierro, se convierte en un bálsamo en época compleja y eso, nos genera una gran alegría.

Del otro lado del charco por su parte, en la plaza de toros de Vistalegre, en Madrid, se celebró la feria de San Isidro; ante la imposibilidad de hacerlo en Las Ventas y quedará el recuerdo imperecedero, de momentos inolvidables para el arcón de nuestras remembranzas y, de los cuales, por la pantalla, pudimos ser testigos.

Las dos actuaciones de magisterio de, Julián López El Juli, fueron eso -con los toros de Alcurrucén y de Garcigrande- lecciones en las que derrochó -además de maestría- sello e inspiración y renovada actitud, después de más de veinte años de alternativa, que se dice fácil, pero no lo es.

Juan Ortega, de quién comparto una breve historia que data de 1941, cuando el ganadero de Andújar, Jaén, Jacinto Ortega compró parte de Salvador Domecq, que ya tenía de Campos Varela, en 1965, pasó a Herederos de Jacinto Ortega y uno de ellos, Dionisio, es quién la dirige en Baños de la Encina, Jaén, para correr en las calles.

Bien, Juan es bisnieto del fundador y colabora con su tío abuelo en la dirección de la misma y aun así, siendo del toro, mucho trabajo le costó llegar a dónde demostró, en una actuación inolvidable, con los toros de Garcigrande, en que la lentitud de los lances y los pases, brilló por todo lo alto.

Diego Urdiales y Paco Ureña, ambos ejecutaron el concepto clásico, sencillo y diáfano, al que nos tienen acostumbrados y sumaron para esa causa, que representa la pureza en la ejecución del toreo.

Aguado, detalles imborrables y Morante en menor cantidad y con cambio de administración al finalizar su actuación, no pasaran desapercibidos; como tampoco será el caso de Perera y en especial de Daniel Luque, que en Francia ha venido despuntando y recuperando terreno perdido.

En rejones los Hermoso de Mendoza, Pablo y Guillermo, con Lea Vincens, se lucieron en un festejo de toreo a caballo; también marcaron Ginés Marín y Álvaro Lorenzo, en su actuación en el mismo cartel inaugural.

Roca Rey triunfó, pero no arrasó, como nos tiene acostumbrados y lo digo a la muy lejana distancia, de un océano de por medio.

Tomás Rufo, demostró que está muy preparado para su inminente alternativa, nos dejó una grata impresión en su actuación novilleril, rotunda y de gran calado.

Hubo percances que lamentar de Pablo Aguado, el novillero Manuel Perera, alumno de Juan José Padilla y que recientemente estuvo en el CART en México y del subalterno Juan José Domínguez, los cuales afortunadamente están mejorando y seguirán en la diaria batalla.

A vuela pluma y sin pretender resumir, son pasajes que ilustran que el toreo está poniéndose en marcha y esa es la noticia, habrá que pasar un tiempo de ajuste y en el que seguramente, habrá mucho que relatar en los países taurinos, de ello nos ocuparemos y deseamos que, en el viaje, incluya el cambio y el éxito, ambos a la larga, son los que permitirán, llegar a buen puerto. Lo deseamos de todo corazón.

 

Top