El sueño de Adolfo Guzmán y su familia ya es una realidad

El próximo 19 de junio será la inauguración del Cortijo “Valente Arellano” en San Juan del Río con un Festival de lujo de talla internacional

28 de mayo de 2021/Emilio Méndez

El matador de toros, apoderado y empresario Adolfo Guzmán, cumple uno de sus sueños, ese sueño que tiene todo torero desde sus inicios que es el de tener su propio cortijo. Gracias al apoyo de su familia de su esposa Norma López Collada Garfias y de sus hijos Alejandra y Adolfo Guzmán, con un gran esfuerzo y con mucha ilusión, lograron comprar una propiedad en la localidad queretana de San Juan del Río que lleva por nombre “Rancho El Pedrero” y después de dos años por fin quedo listo tanto la casa así como El Cortijo que lleva por nombre “Valente Arellano” el cual se inaugurará el próximo sábado 19 de junio con un Festival Taurino de lujo de talla internacional en la que se van a lidiar ejemplares de la ganadería de La Paz para los diestros: el español Pedro Gutiérrez “El Capea”, el mexicano José Mauricio, el español Alejandro Espla y el torero mexicano de dinastía Diego Silveti.

Este festival entre amigos es privado con un aforo reducido, siguiendo la normativa sanitaria con acceso únicamente con invitación.

Previo al paseíllo, se develará una placa con el nombre del cortijo “Valente Arrellano” por parte del padre del matador el Ing. Valente Arellano y su hija Salma Arellano.

Para Adolfo Guzmán es un honor y un homenaje a uno de los toreros que ha sido sin duda parte de su vida, de su historia y de su gran trayectoria como apoderado en este caso de Valente Arrellano con quien inició esta andadura cuando el joven torero de Torreón tenía apenas 15 años, antes Adolfo había iniciado su etapa como apoderado con el maestro Manolo Espinosa “Armillita” quién le presenta al Ing. Valente Arellano quién le propone llevar los poderes de “Valentillo”. Ahí empezó esa historia y esa aventura logrando una brillante etapa como novillero con más de 120 tardes convirtiéndose en uno de los ídolos de esos años logrando cortar 9 orejas en la Monumental Plaza México y muchos triunfos en plazas de la república mexicana, para después tomar la alternativa el 4 de junio de 1984, en la Monumental de Monterrey, de manos de Eloy Cavazos, en presencia de Fermín Espinosa «Armillita», ante un encierro de Begoña, teniendo una actuación donde cortó una oreja. De ahí con un gran ambiente toreo nueve corridas con las máximas figuras del momento hasta que llegó aquel trágico 4 de agosto de 1984 en la que Valente perdiera la vida en un accidente de motocicleta en su natal Torreón.

Un golpe muy fuerte para Adolfo Guzmán que se levantó del duelo pasa seguir su vocación y apoderar durante su larga trayectoria a varios toreros como Alfredo Lomelín, Alejandro del Olivar, Federico Pizarro, Curro Girón,  José María Luevano (DEP), al rejoneador Rodrigo Santos y a Jorge Benavides “Cuchares” entre otros.

Adolfo Guzmán “El rey del indulto”

Adolfo Guzmán nació en México, Distrito Federal, el 19 de octubre de 1950. Se presentó en la Plaza de toros México el 5 de abril de 1970, con el novillo «Kalimán» de la ganadería de Peñuelas. Alternó con Alfredo Bustamante, Fernando Rodríguez «Caminante», Jorge Salazar, Armando Chávez «Carnicerito de Puebla» y Fernando Ramírez «El Gato». Se presentó en Venezuela toreando en Maracay, el 3 de marzo de 1974. Alternó con Fermín Figueras «El Boris» e Iván Rodríguez con novillos de Domiciano Camelo. Se presentó en Caracas el 5 de mayo de 1974, con el novillo «Genarito» de la ganadería de Fuentelapeña. Alternó con Freddy Girón y Pepe Luis Girón.  A los 16 años sufrió una grave cornada en la femoral en la plaza de toros “La Aurora”, después toreó ocho tardes en la Monumental Plaza México para después emprender el viaje a Sudamérica por tierra hasta llegar a Colombia en donde sumó un total de 21 novilladas toreando en la Santa María de Bogotá, saliendo a hombros hasta en dos tardes, además de hacer el paseíllo en varias plazas colombianas importantes. Después marchó a Venezuela en la que llegó a torear 32 tardes en una temporada. En Caracas indultó un toro al igual que en Maracay y otro en Puerto Cabello, de ahí el mote de “El Rey del indulto”.

Tomó la alternativa el 4 de mayo de 1975 en la Plaza de toros «Maestranza César Girón» de Maracay teniendo como padrino a Joselito López y de testigo a Adolfo Rojas ante un encierro de Balcones del Río. Hizo su último paseíllo el 12 de noviembre de 1978, en Calabozo, Venezuela. Alternó con Joselito López y Bernardo Valencia con toros de Los Aranguez, para después iniciar su importante etapa como apoderado.

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