Ocho con Ocho – Aguilar a hombros y Arenero en el recuerdo

16 de noviembre de 2021/Luis Ramón Carazo

La entrada en la primera novillada del serial que se está celebrando en La México, fue superior a lo acostumbrado en los últimos festejos de las temporadas, antes de la pandemia y eso fue excelente noticia. Es notoria la asistencia de aficionados que, son nuevos en los tendidos y barreras de la plaza. Enhorabuena.

También que los novilleros hayan triunfado: Mario Aguilar quién, al sumar dos trofeos -uno por cada uno de sus novillos- salió en hombros, otro ganó Eduardo Neyra e igual para Alejandro Adame de la novillada de San Diego de los Padres, la cual en conjunto ofreció nobleza, pero también en el lado negativo, notoria debilidad y falta de acometividad, lo cual debería preocupar a su criador.

Su actual propietario José J. Marrón, la compró en marzo de 2001 y la trasladó a San Miguel de Allende, reorganizó la ganadería con vacas  y dos sementales de Marrón -cuya base inicial fue con De Santiago, de Garfias, de San Mateo y de La Paz -dejando atrás los rumbos toluqueños y queretanos.

Con esos recuerdos, asistí al festejo, pensando que el tiempo vuela y los recuerdos se agolpan, cuando hace 29 años vimos partir en el paseíllo de la vida a José Luis Carazo Vega, conocido en los medios como Arenero, pseudónimo que adoptó en su transitar por los medios; primero radiofónicos y luego televisivos, cuando desde 1972, fue parte del proyecto del licenciado Julio Téllez García de Toros y Toreros.

El 11 de noviembre de 1992 se fue a la Gloria y desde luego su familia cercana, Lolita mi madre, su esposa, sus hijos y su hija, sus nietos lo añoramos por ser quién fue en su paso por el mundo con sus afectos, dos de mis hermanos ya lo alcanzaron; Francisco Víctor y Luis Alonso, pero quedamos tres y la Macarena, su consentida.

Lo escribo emocionado como su hijo, pero también como aficionado, de quién en su bonhomía integró al grupo de La Hermandad Taurina, con varios más que, se unieron para reunirse y chanelar con los que habían intentado y con figuras como Capetillo, El Soldado, Silverio, quienes se quitaban los blasones para hablar con aquellos que no llegaron lejos, pero, que intentaron ser toreros en alguna época de su vida, su apoyo principal, Gerardo Vergara hace unos meses les alcanzó en la Gloria.

José Luis siempre me insistió en que había que estar muy atento a los novilleros puesto que, en esa categoría presente, se gestaba el futuro del toreo y Miguel Aguilar, Eduardo Neyra y Alejandro Adame -cada uno en su estilo y aun en etapa de formación- se esforzaron por lograr dar constancia de sus avances con los novillos de San Diego de los Padres.

Un aspecto que valdría la pena destacar, es que el otorgamiento del trofeo a Adame, se hizo posterior a su vuelta al ruedo, lo cual es un descuido en el que es importante no caer -tal vez la luz mortecina de palco de usía, evitó que fuera claro el otorgamiento del trofeo para el alguacilillo o sepa Dios- por el motivo que haya sido esos detalles, deberían cuidarse.

Los avances de Miguel fueron notorios, así como la disposición de Eduardo y el arrojo de Alejandro Adame -que salió mallugado pero contento- los tres mantuvieron a flote el interés popular y seguramente el próximo domingo 21 de noviembre de 2021, con novillos de Marrón: Héctor Gutiérrez, Sebastián Ibelles y Julián Garibay, se esforzarán al máximo, por demostrar sus cualidades y hacer lo propio.

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