El alma de Garrido y la entrega de Cadaval con una notable corrida de Santiago Domecq en Sevilla

José Garrido y Alfonso Cadaval pasean una oreja de un destacado encierro de la divisa gaditana en el que cuatro de sus toros fueron ovacionados en el arrastre. Festejo en el que Joaquín Galdós resultó saludó una ovación.

27 de abril de 2022/Pablo López Rioboo

eis toros de Santiago Domecq se lidiaban este miércoles en el tercer festejo de abono en Sevilla. El cartel lo componían José Garrido, Joaquín Galdós y Alfonso Cadaval. Una corrida que había tenido problemas a la hora de su reconocimiento veterinario. Varios toros rechazados hacían peligrar que se lidiará el encierro completo. Finalmente salieron por chiqueros los siete toros aprobados al devolverse el primero de la tarde tras partirse un pitón. Una corrida seria y con algunos toros por encima de lo que es el toro de Sevilla -ese que muchas veces nos preguntamos si sigue existiendo-. Un encierro que dio un juego excepcional. Pese a los miedos y las lógicas dudas de los ganaderos minutos antes del festejos sus toros les dieron la razón y les marcaron el camino a seguir. ‘Chismoso’, ‘Fenómeno’ y ‘Faraón’ -pero sobretodo ‘Gracioso’- honraron el hierro que llevaban en el costillar. Tres toros de grandes virtudes y uno de excelsa nota dejaron el listón muy alto para los que vienen por detrás. Una divisa que salvo en las plazas de primeras es exigida por las principales figuras del escalafón. Ya es hora que se apunten también a las que van a plazas de máxima exigencia. Con corridas así Ramón Valencia lo va a tener más fácil para convencer a los toreros y que en 2023 esté en un cartel de figuras. Otro hierro que se sube al carro de La Quinta, ¡qué dos ganaderías más buenas!

Garrido no pasa de la ovación con el primero bis

El primero de la tarde fue un sobrero de Santiago Domecq al que de salida le costó humillar. Un astado que poco a poco fue agarrando celo. Se le cuidó en varas, llegando al tercio de banderillas aún sin definir. Intentó poderle al animal en el inicio por bajo, yendo el toro hasta el final. Estuvo voluntarioso el torero extremeño ante un toro con disparo pero poca flexibilidad al que había que pulirle los finales ya que tendía a reponer. Garrido basó su faena por el lado derecho pero ésta nunca tomó vuelo. Toro complejo y con mucho que torear con el que el torero extremeño realizó una faena larga que acabó por diluirse. Los pasajes más lucidos llegaron sobre la izquierda, pitón por donde el astado se abría más. Lo pasó mal a la hora de matar, dejando incluso una estocada baja y atravesada previo a varios intentos y una última estocada Escuchó un aviso y todo quedó en palmas tras una faena en la que nunca se le vio a gusto pese al esfuerzo.

Silencio para Galdós con el descastado y geniudo segundo

No tuvo opciones Galdos con el segundo de Santiago Domecq, un toro que pese a desplazarse en el capote fue perdiendo celo a lo largo de su lidia. Lo lanceó con suavidad Galdós, ganando siempre terreno y con la figura encajada. Pese a la disposición del peruano poco pudo hacer con un toro que se lo guardó todo dentro. Por el izquierdo no dejó ni ponerse al torero, mientras que por el derecho todo fueron medias arrancadas. Tras enterrar la espada se atascó con el descabello, siendo finalmente silenciado.

Oreja para Alfonso Cadaval de un interesante tercero de Santiago Domecq

El tercero de la tarde fue un interesante astado Santiago Domecq, un animal suelto de carnes que embistió de forma desigual en el capote de Cadaval. Se redimió en parte Garrido de su actuación en el primero de la tarde con un garboso quite por chicuelinas cerrado con una media arrebujá. Tenía ese punto de salirse sueltecito que hacía que se abriese más en sus embestidas. El de Santiago Domecq tuvo embestidas francas y entregadas cuando iba metido en las telas. Por el derecho todo lo hizo con más ritmo y humillación, mientras que por el izquierdo sus embestidas fueron más en línea recta y picando un poco por dentro. Pese a ello los mejores pasajes fueron a partir del tercer muletazo. Por ahí tenía que ir muy pulseado y enganchado, de no ser así arrollaba un poquito. Vimos a un Cadaval más despejado de mente. toreando para el y olvidándose que allí había cerca de 4000 mil personas. Vimos una versión mejorada del sevillano, descargado de esa presión que le atenazaba ante un toro que por el derecho siempre se fue tras los vuelos con gran clase y profundidad. Sin ser una faena rotunda si dejó una grata impresión en los aficionados. Hubo los altibajos lógicos del que lleva 10 minutos en estos, pero dejó la sensación que ha mejorado en la toma de decisiones. Tras dejar una buena estocada paseó la oreja deChismoso’ toro fuertemente ovacionado en el arrastre y hermano por parte de padre del gran ‘Aperador’.

José Garrido pasea una oreja del gran cuarto de Santiago Domecq

 

Garrido se encontró consigo mismo en con el gran cuarto, un toro espectacular de pelaje que sacó fondo de casta en el último tercio. Irregular fue un recibo a la verónica en el que el toro embistió no acabó de entregarse, no dejando al extremeño pulsarlo. Un astado que fue agarrando profundidad conforme avanzaba su lidia. Garrido comenzó rodilla en tierra llevando al de Santiago Domecq a media alturita buscando línea recta para no abusar de un toro que pese a su buena condición había que cuidar. Garrido lo pulseó a derechas, se la dejó siempre puesta y lo llevó hasta el final. Fueron dos tandas a derechas que calaron en el respetable. Pero el pitón del toro era el izquierdo, por ahí embestía sin inercias, yéndose tras los vuelos y buscándola con una profundidad bárbara si se la dejabas muerta en la cara. Por ese pitón se vio en un cambio de mano y un posterior pase de pecho que hizo crujir la plaza. Se echó la mano a la zurda pero no lo exprimió por ese pitón pese a que el animal cantó su gran condición. Era toro para disfrutarlo, para dormirse echándole las bambas y crujirse al natural. Toro que si no iba enganchado se desordenaba. No debió verlo igual el matador. Volvió a derechas para seguir dibujado muletazos con el toro tomándola con temple. Cuando la faena languidecía volvió a dejar otro cambio de mano y un posterior pase de pecho de alta nota. El de Santiago Domecq se redujo en ese natural ¡qué toro! Dejó un final muy torero jaleado por el respetable. Esta vez si mató a la primera. Tras dejar una media estocada en buen sitio paseó la oreja. Justa ovación para ‘Gracioso’ en el arrastre, un toro de gran verdad y entrega en sus embestidas, un ejemplar que pedía sometimiento y el cual siempre se sintió a gusto embistiendo.

 

Galdós saluda una ovación con otro de Santiago Domecq ovacionado en el arrastre

El quinto fue otro toro de Santiago Domecq con virtudes, un animal que sin dejarse torear demasiado de capa -se fue a portagayola a recibirlo- si empujó en el caballo. Un toro que llegó a la muleta queriendo que todo se lo hicieran despacio. Galdós dejó un torero inicio de faena en el que pulseó y llevó largo al astado. Un animal que exigía mando y firmeza. Las tandas por la derecha fueron pulcras y limpias pese a que el de Santiago Domecq tendía a puntear al final del muletazo. Toro que conforme avanzó la lidia fue perdiendo esa entrega de sus inicios y embistiendo a dos velocidades, lo que no ayudaba en nada a limpiarle el muletazo. Por el izquierdo faltó entendimiento entre toro y torero. Un toro al que faltó profundidad, todo lo hizo a regañadientes. No estuvo acertado con la espada saludando desde el tercio. El animal fue ovacionado en el arrastre.

Cadaval saluda una ovación con el noble y templado sexto

Muy serio fue el castaño que cerraba plaza, un astado que se empleó en el caballo y se movió en el tercio de banderillas. Agarró temple en un tercio de banderillas donde siempre se buscó acrecentar sus ganas de embestir. Fruto de ello fue el templado quite de un Garrido que vio rápido las virtudes del animal. Brindó Cadaval a su tío Jorge una faena de buen trazo pero que nunca llegó a romper. Ganó en seguridad este torero pero le faltó apostar más por un animal que pese a no estar sobrado de fuerza si tenía buena condición. Como toda la corrida sacó fijeza y prontitud, dos virtudes esenciales en el toro bravo. Un toro al que había que dejársela siempre puesta, de uno en uno ni torero ni toro decían nada. Por el izquierdo a penas hubo nada que contar. Cadaval porfió ante un toro con teclas, de esos en los que los terrenos, las alturas y los toques eran esenciales para que el animal se deslizara. Pese a las ganas del torero la faena no pasó de correcta. Saludó una ovación desde el tercio en reconocimiento a una tarde donde sin duda ha dado un paso adelante.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Tercera de abono. Corrida de toros. Un cuarto de entrada.

Toros de Santiago Domecq incluido el sobrero del mismo hierro que hizo primero. Desiguales de presentación pero bien construidos pese a su seriedad. De gran juego en lineas generales. Con chispa y humillación el geniudo sobrero primero; de geniuda embestida el desrazado segundo; de gran entrega y calidad a diestras el humillador tercero; de gran entrega y verdad el profundo y enclasado cuarto; con movilidad y cierto temple el complejo quinto; con nobleza y temple el venido a menos sexto.

José Garrido: Ovación y oreja.

Joaquín Galdós: Silencio y ovación con saludos

Alfonso Cadaval: Oreja y ovación con saludos

INCIDENCIAS: Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria del Arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo.

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