Ricardo Gallardo echa una deslucida corrida en un nuevo No Hay Billetes isidril que acabó en decepción: dos ovaciones recogió un Roca Rey que apostó ante sus animales, otra un Marín que reapareció tras su cornada con un nulo lote y peor aún fue el de Urdiales.
25 de mayo de 2022/Javier Fernández Caballero/Fotos: Emilio Méndez
Seis toros de Fuente Ymbro se lidiaban este miércoles en un nuevo lleno de «No Hay Billetes» en la Plaza de Toros de Las Ventas para la decimoctava de la Feria de San Isidro en un cartel compuesto por Diego Urdiales, Roca Rey y Ginés Marín, que reaparecía diez días después de la cornada sufrida en su primera comparecencia en el ciclo isidril.
Un flojo primero y un insistente Urdiales firman un aburrido primer acto
Grandón y con peso salió el primero, que humilló más de lo que podía mantener, y por eso dejó sin remate el saludo a la verónica de Urdiales. Toro noble, pero toro muy e el límite de la raza, que embistió mientras se le propuso a media altura, pero protestó siempre que Diego quiso meterse con él un poco más. Se alargó demasiado con el metraje el riojano, que escuchó los pitos del respetable para que abreviase. El sablazo del metisaca final fue fulminante, pero muy feo. Silencio.
Roca Rey y el segundo no bailan al mismo compás
El segundo fue otra cosa desde que salió de chiqueros, pero fue en el jaco donde dijo lo que era, al arrancarse siempre pronto, abajo y con fijeza. De infarto fueron luego las chicuelinas del quite de Roca Rey, con la plaza rugiendo. También en un inicio de estatuarios con un desdén de remate que hizo arder la caldera. Pero todo se diluyó cuando quiso acoplarse en los medios y el toro le castigó los pequeños desajustes negándose a seguir. Tiró de mano baja y de autoridad, pero no a favor del toro, que terminó bajando la persiana. La estocada rinconera precedió a la ovación.
Ginés queda inédito con un tercero inválido que debió devolverse
El espeso castaño que hizo tercero fue un monumento a la invalidez, pero el palco decidió que se quedaba en el ruedo, a pesar de que perdió las manos descaradamente sobre el clarín del cambio de tercio. Con la muleta se vino cruzado por el pitón derecho y no se mantuvo en pie por el izquierdo, de modo que Ginés decidió quitárselo de en medio con brevedad. Tanta que le sopló una estocada fulminante antes de escuchar silencio.
Urdiales se quita de en medio con brevedad el genio del viejuno cuarto
El cuarto fue un toro con cara de viejo, aspecto de viejo e ideas de viejuno, que se fue agriando en su genio a medida que fue transcurriendo la lidia, para llegar a la muleta de Urdiales sin un pase. Se lo quitó de en medio el riojano con brevedad, pero no estaba hoy la plaza con él como otras tardes. Silencio.
Roca Rey conquista sin espada el escenario y la voluntad del rajado quinto
El quinto fue un manso desentendido que, sin embargo, se fue detrás del trapo que le imponía Roca Rey sin que pudiera evitarlo. Supo hacerse con el escenario el peruano dejando que se le viniera encima un par de veces para asustar y coserlo luego al suelo, con la mano a una cuarta y ganando el paso para que la muleta no se fuera del morro. Inteligente al elegir los terrenos de chiqueros y sacarse por detrás, casi sin espacio, las arrancadas mansurronas y asperotas del animal de Fuente Ymbro. Y la plaza en pie, cuando lo más fácil hubiera sido estoquearlo sin más. Pero ahí, en los pinchazos, estuvo la única mácula de la faena, que finalmente se premió con una cerrada ovación.
Marín, ovacionado ante el bravucón sexto
El sexto fue un toro bravucón, con mucho genio y que pegó arreones, pero que al menos tuvo movilidad. Apostó Ginés Marín, pero al final no se dejó torear. En cuanto Marín se puso con él y se le obligó por abajo, no aguantó y solo lo sostuvo en dos series; el resto de la obra no quiso tirar hacia adelante. Finalizó de estocada trasera y fue ovacionado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Decimoctava de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. Lleno de No Hay Billetes.
Toros de Fuente Ymbro. Noblón con la fuerza muy justa el bondadoso primero; con clase y entrega el buen segundo; incierto y sin raza el inválido tercero; con genio y violencia el zorrón y viejuno cuarto;
Diego Urdiales, silencio y silencio.
Roca Rey, ovación y ovación.
Ginés Marín, silencio y ovación.