Morante cincela una obra de gran belleza y profundidad en el Coliseo Romano de Nimes

Se lidian toros de Jandilla para Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado

5 de junio de 2022/Stephan Guin/Foto: Muriel Haaz

Se esperaba a los tres sevillanos hoy en Nimes. Morante, Ortega y Aguado trenzaban el paseíllo con una corrida de Jandilla. Cartel de máximo interés en una plaza muy del gusto de los toreros. Tras Valencia, La Línea, Sevilla y Madrid, ahora tocaba la localidad francesa.

Abrió plaza ‘Sargento’ un toro de Jandilla al que no pudo lucir Morante de capa. Se empleó en el caballo llegando a la muleta aún sin definir. Comenzó por alto el sevillano una faena que no pudo ser rotunda por las condiciones del animal. Porfió José Antonio pero fue imposible ante un toro vacío de todo. Tras pasaportar al astado fue silenciado.

El segundo llevaba por nombre ‘Insidioso’ un animal bajo y bien construido como su hermano anterior, un toro que no se dejó torear de capa al embestir siempre por dentro. Empezó su labor por bajo escuchando los primero olés de la tarde en un inicio muy torero. Se gustó el sevillano ante un toro que a y venía sin humillar pero al que le puso gusto Ortega. Le costó sin embargo tomarle el puso a zurdas, por ahí le faltó limpieza a su obra. Tras pasaportar al animal saludó desde el tercio.

El tercero llevaba el hierro de Vegahermosa fue un toro de mayor seriedad que sus hermanos, toro con motor al que no pudo lucir de salida Aguado. Toro tardo, de bruscas embestidas y falto de humillación. Porfió por ambos pitones pese a acloparse con el animal. Dejó muletazos sueltos a media altura. Tras abreviar falló con los aceros. Pitos para toro y torero.

Cinqueño fue el cuarto de la tarde de Jandilla, un animal abanto de salida. Hizo un esfuerzo el de La Puebla ante un toro que embistió siempre en línea y el cual nunca se salió de los chismes. Empujó con bravura en el peto antes de dejar una media al ralentí el genial torero de La Puebla. Rugió la plaza en un comienzo pegado a tablas, el encastado animal de Jandilla puso la emoción en sus embestidas, Morante la torería. Dos tandas cumbres interpretó Morante ante un toro que humilló mucho. Por el izquierdo se quedaba más cortito. Se entregó mucho José Antonio en una labor de gran dimensión. Ya en las postrimerías volvió a la zurda para dejar una serie de gran estética y profundidad, ahora si se entregó el animal. Complicado se puso el animal para matar. Tras un pinchazo y estocada algo caída sonó un aviso, cortando finalmente una oreja de mucho peso.

El quinto fue otro toro frío de salida, un animal con el que tampoco se pudo soltar el sevillano de capa. Se dejó pegar en el caballo para más tarde dejar clara su querencia a tablas. Comenzó por alto Juan un trasteo en el que brilló un trincherazo y un posterior cambio de mano de cartel. Embistió con clase, ritmo y calidad a derechas, por ahí dibujó derechazos con temple y suavidad. A izquierdas tendió siempre a ir por dentro. Los enganchones bajaron el diapasón del trasteo. Se atascó con los aceros siendo finalmente silenciado.

Cinqueño fue el sexto de Jandilla que cerró plaza, un toro que no dejó estirarse de capa al torero sevillano. Un toro al que hubo que darle fuerte en el caballo para rebajarle el genio que tenía en sus embestidas. Dos veces entró al caballo para cumplimentar el tercio de varas. Toro con mejor inicio que final del muletazo. Le atacó Aguado en una faena en la que sacó su vena más enrazada pese a la carencia de ritmo y clase del animal. Por el izquierdo tuvo menor entrega, quedándose corto y soltando la cara. Se entregó Aguado ante un toro complicado al que pudo extraerle una tanda de importancia a derechas. Fue silenciado tras atascarse con el descabello.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Nimes, Francia. Quinta de la Feria de Pentecostés. Corrida de toros. 3/4 plaza.

Toros de Jandilla y Vegahermosa. Bien presentados y de juego muy desigual

Morante de la Puebla: Silencio y oreja tras aviso

Juan Ortega: Saludos y silencio

Pablo Aguado: Pitos y silencio

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