Oreja y cornada para Isaac Fonseca en Madrid, Víctor Hernández acaricia la Puerta Grande

Víctor Hernández exhibe su clase y Fonseca su voluntad y su valor, herido en una novillada de Fuente Ymbro que pudo resultar triunfal en la que destacó el bravo quinto

26 de junio de 2022/Marco A. Hierro/Foto: Luis Sánchez Olmedo

Víctor Hernández, Diego García e Isaac Fonseca trenzaban, este domingo, el paseíllo en la plaza de toros de Las Ventas con una novillada de Fuente Ymbro. A las siete arrancaba el paseíllo.

Víctor Hernández le corta una oreja al primero al natural

Al primero lo recibió Víctor Hernández con una larga de rodillas en el tercio y un par de lances que dejó antes de que se le pensase cada embestida. Fue ceñido y generoso en el compromiso el quite por gaoneras, que tuvo eco en el tendido. Le respondió Diego García por el mismo palo, pero no con el mismo aplomo. Y continuó haciendo alarde de valor en el inicio en el tercio, con estatuarios rematados con una regiomontana en el último segundo que piso el corazón en un puño en el tendido. Hasta en dos ocasiones le echó mano el novillo por la tendencia a dormirse y pensar cada vez más la arrancada, pero hubo naturales deliciosos ofrecidos casi de uno en uno. Con el pecho ofrecido, la decisión al máximo y un sentido del temple que no se enseña ni se aprende, Víctor supo terminar las manoletinas de infarto finales con dos ayudados a dos manos que mostraron su fino concepto. Una estocada fulminante bastó para pasear una oreja que le protestaron.

Diego García saluda una ovación de un cariñoso tendido con el segundo

El segundo de Fuente Ymbro era una raspa insólita para el verano venteño, y Diego García lo saludó por verónicas bastante más simples que la revolera del revés con que abrochó el recibo. Luego le quiso pegar dos verónicas en el quite, pero se paró y esperó, zorrón, el utrero, que acusó el mismo defecto en un arrojado quite por chicuelinas de infarto de Isaac Fonseca. Decidido se fue también Diego a torearlo en el inicio muletero con doblones bien acompañados que fueron lo mejor del trasteo. Lo demás fue pase tras pase, con uno de pecho para indicar que se acababa la serie. El novillo se movió lo suficiente para triunfar en Madrid, pero no tuvo clase y faltó que lo gobernase García para saber si se hubiese rajado. Con la espada fue un cañón, y puede que con la simpatía, porque no se explica de otro modo la ridícula petición del tendido 8. Ovación.

El valor y la mano izquierda de Fonseca abren una hoja de la Puerta Grande con el tercero

Arrojo y ceñimiento demostró Fonseca en el saludo al tercero, con el que soltó los brazos con facilidad y quitó más tarde en la distancia dejando llegar al tren de Fuente Ymbro con emoción. Formidable fue la lidia de Iván García, y el inicio de Fonseca tras brindar, dándole toda la plaza de distancia y recogiendo la embestida con valor. Pero al tremendo arrojo le faltó un pelo de imposición para bajarle los humos, y en un remate lo prendió y lo volteó, propinándole una paliza soberana. Pero continuó en el ruedo y continuó empeñado en torear con un animal que tuvo momentos de incierto ademán. Al piso le echó Fonseca la mano izquierda al emotivo utrero, con el que se dejó la piel en cada cite, siempre por abajo y siempre convencido de que el desordenado animal se la tomaba. A capón fue la estocada, tan fulminante que ya estaba muerto el animal antes de que el mexicano llegase al burladero. Una oreja le concedió un tendido que ya tenía conquistado.

Dos series al natural de Víctor Hernández no bastan para cortarle al cuarto la oreja que le faltaba

El cuarto le pegó una voltereta a Víctor Hernández nada más que se abrió de capa para pegarle verónicas. Este sí era serio, aplaudido de salida y con la movilidad de los otros. Pero con más fondo, y lo sacó cuando mediaba la faena de muleta, con dos series de mano zurda que fueron lo mejor de la tarde, plenas de gobierno, de temple y de convicción. Pero un final más al hilo, un desarme inoportuno y las imprecaciones del tendido 7 dejaron el clima mucho menos propicio para que se premiase lo que más sobresalió en la novillada. Una estocada entera pero tendida tuvo el efecto demasiado retardado y falló con el verduguillo, clave para que no saliese el pañuelo en Madrid. Ovación.

Silencio tras petición para un Diego García que no estuvo a la altura del quinto de Fuente Ymbro

Cuando salió el quinto enamoraron sus hechuras, pero fue más liviano el saludo de Diego García con el capote. Empujó el animal en el penco, y tuvo transmisión en el inicio muletero, tras el brindis de Diego a su hermano Álvaro, matador de toros. Fue sencillamente extraordinario el novillo, que le tomó la muleta al de Sanse mejor de lo que se la ofrecía. Tuvo conciencia de ello Diego, que siempre quiso ofrecer su mejor versión con el animal, pero la franqueza, la clase y la forma de deslizarse del animal merecían un trato más experto que el de un novillero todo voluntad que se vio sobrepasado por el de Fuente Ymbro. Tras media lagartijera, no hizo caso el presidente de la petición de oreja y ni a saludar lo sacaron después los que habían sacado el pañuelo. Silencio.

Vuelta al ruedo para Víctor Hernández, que acaricia la puerta grande con el sexto de Fuente Ymbro

Fue Víctor quien se hizo cargo del sexto por estar Fonseca herido en la enfermería, y tuvo mérito la forma en que siempre quiso torear con el cabeceo constante, la protesta constante y la constante actitud defensiva del animal, que estaba cogido con alfileres. Tuvo firmeza el alcarreño, y suficiente oficio para andar muy por encima de un utrero que nunca tuvo entrega porque no tenía cómo en el aspecto físico. Un espadazo le pegó Víctor que lo tiró sin puntilla, haciendo que flamearan los pañuelos de nuevo en la grada, con petición mayoritaria independientemente de la actuación del novillero, que se quedó con una vuelta al ruedo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Novillada picada estival. Casi un tercio de entrada -6.974 personas en los tendidos-.

Novillos de Fuente Ymbro, repetidor pero con reservas el complejo primero; con mucha movilidad y más genio que clase el aprovechable segundo; emotivo y con más movilidad que franqueza el tercero; enclasado, repetidor y con transmisión el profundo y gran quinto; con movilidad y fondo el cuarto, aplaudido; simplón y en el límite de la fuerza el sexto.

Víctor Hernández, oreja, ovación y vuelta en el que lidió por Fonseca.

Diego García, ovación y silencio.

Isaac Fonseca, oreja y herido.

PARTE MÉDICO DE ISAAC FONSECA: Herida por asta de toro en tercio medio de la cara interna de la pierna derecha de dos trayectorias, una ascendente de 15 cm. y otra hacia fuera de 10 cm., que producen destrozos en musculatura gemelar. Fractura mandibular izquierda pendiente de estudio radiológico. Contusión en mano derecha pendiente de estudio radiológico.

Intervenido en la enfermería bajo sedación de su lesión en la pierna y trasladado a la Fundación Jiménez Díaz para valoración por Cirugía Maxilofacial. Firmado: Doctor García Leirado.

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