Puerta Grande de Fernando Adrián, Arturo Saldívar en firmísima actuación y vuelta para Álvaro Lorenzo en Madrid (Fotos y Video)

31 de mayo de 2023/Suertematador.com/Fotos: Emilio Méndez

Arturo Saldívar dejó una firmísima actuación con sus toros, un extraordinario lote permite el triunfo de Fernando Adrián y Álvaro Lorenzo deja los muletazos más caros de la tarde al natural en el sexto. Extraordinaria corrida de Santiago Domecq, que devolvió la emoción a San Isidro, y en la que destacó el soberbio quinto, de nombre «Contento» que recibió el premio de la vuelta al ruedo.

Se celebraba este miércoles, 31 de mayo, la corrida de Santiago Domecq en la plaza de toros de Las Ventas dentro de la 19ª de abono de la Feria de San Isidro, un cartel conformado por Arturo Saldívar, Fernando Adrián y Álvaro Lorenzo.

Salvídar, ovacionado tras echar la moneda al aire y sufrir hasta tres volteretas con el encastado primero

Abría plaza «Manosfinas», colorado bragado de Santiago Domecq impecable de presentación, con cuajo y mucha cara. Empujó en el primer puyazo de Romualdo Almodóvar y se arrancó de lejos en el segundo. Entre ambos, Arturo Saldívar se echó el capote a la espalda en el quite y fue arrollado de manera muy fea por el animal, que hizo hilo por él en el suelo. Sin embargo, el mexicano tiró de raza para recomponerse y dejar un quite por chicuelinas de impecable ejecución. Se fue Salvídar de rodillas a la boca de riego en un inicio de faena vibrante, en el que a punto estuvo de verse cogido en dos muletazos por el pitón izquierdo, por donde pareció arrollar el de Santi Domecq. La siguiente serie por el derecho tuvo mucha emoción, por la buena colocación de la cara del animal, que persiguió la tela con la que el mexicano tiraba de él con mucha calidad. Se paró un poco más en la siguiente tanda el exigente astado, que pedía colocación y mucha suavidad, pues se violentaba con cualquier toque brusco. También tenía emoción por el izquierdo, por donde dejó algunos naturales de mérito antes de volver al derecho y ser de nuevo volteado. Le redujo cada vez más las distancias, quedándose encima y firmando algún muletazo casi al ralentí, lo que pagó sufriendo de nuevo otra fea voltereta. Se fue a por la espada, que no utilizó con mucho acierto.

La firmeza de Fernando Adrián corta una oreja al segundo

Con dos faroles de rodillas y un manojo de verónicas como mandan los cánones, de mentón en el pecho y figura encajada, recibió Fernando Adrián al segundo, un cárdeno claro de preciosa lámina e imponente trapío de Santi Domecq. Tras pasar por el caballo, quitó Álvaro Lorenzo a la verónica, rematando con una media muy torera. Por estatuarios fue el inicio de faena, en el que se quedó muy quieto el madrileño, que se puso con el astado por el pitón izquierdo, por donde optó por no quitarle la tela de la cara. El animal salía con la cara arriba en cada muletazo. Volvió al derecho y se los fue dando uno a uno, recortando las distancias ante un animal exigente. Cerró por bernadinas que tuvieron ajuste y emoción y se tiró de verdad para dejar una estocada arriba que fue suficiente.

Álvaro Lorenzo brilla por momentos al natural con el interesante tercero

Álvaro Lorenzo recibió al serio tercero a la verónica, saliéndose con él a los medios. No desaprovechó su turno y dejó un quite variado Arturo Saldívar, en el que a punto estuvo de ser arrollado. En banderillas brilló el de siempre, Curro Javier, que una vez más dejó un extraordinario par ante un toro que apretó de verdad y tuvo que desmonterarse. Se salió más allá de la segunda raya Lorenzo con el de Santi Domecq, que tenía prontitud, movilidad. Lo toreó encontrando la ligazón por momentos el toledano por el pitón derecho y con más reposo después por el izquierdo, de uno en uno ante un animal que también sacó una gran calidad por ese lado, aunque fue de más a menos. Cuando volvió al derecho para poner el broche a su obra, aquello ya había perdido mucha emoción. Enterró el acero al segundo intento.

Un firme Saldívar deja naturales de gran calado con el segundo de su lote
 
«Sensible» y Arturo Saldívar marcaron el ecuador del festejo con un saludo bregado en el que hubo momentos de lucimiento. Lo trasteó por ambos pitones, alternando alturas, para sacarlo al paso y llevarlo hasta los medios. Allí, inició la primera tanda sobre el pitón derecho, tratando de templar las embestidas violentas y desmedidas del segundo de su lote. Le bajó la mano, pero el toro seguía tomando los vuelos con agresividad, saliendo de la tela sin darle tiempo al diestro para preparar el siguiente muletazo. En el toreo al natural, que fue a toda velocidad, trató de ahormar las embestidas. Sin embargo, rápidamente recuperó el pitón derecho, depurando y limpiando el muletazo, llevándolo con suavidad. Le dio ritmo y movimiento y Saldívar lo aprovechó para envolvérselo a su alrededor. Volvió a mostrarlo al natural mucho más acoplado con el astado, solo que deslució que lo desarmara, ya que le había tomado el punto y la medida. Barrió el albero con la muleta. Lo exprimió por ambos pitones hasta que el final, sometiéndolo. Cerró por manoletinas y una estocada ligeramente caída con la que escuchó el primer aviso antes de que doblara.

Fernando Adrián abre la puerta grande tras cortar una oreja a un extraordinario «Contento» quinto de vuelta al ruedo

Desentendido salió el quinto, de nombre «Contento» del capote de Fernando Adrián. No se entregó mucho en el caballo, dejándose pegar y no puso en apuros a la cuadrilla en banderillas. Cuando el madrileño se salió a los medios y se echó de hinojos para cambiar el viaje por la espalda, estaba convencido de que algo importante podría pasar. Y ya había decidido tirar la moneda al aire. El inicio fue clave para el devenir de la faena, conectando con el público en ese vibrante y emocionante comienzo en la misma boca de riego. Después lo vio por el izquierdo y por allí se puso con un animal que pronto enseñó sus virtudes: bravura, codicia y una clase suprema. Un auténtico caramelo para reventar la primera plaza del mundo fue lo que se encontró Fernando Adrián, que supo estar delante, encontrar la ligazón y llevarlo muy templado en series que llegaban arriba y hacían rugir la plaza de verdad. Después se puso por el derecho y también dejó muletazos de mérito, que remató con una trincherilla muy torera. Mención especial merece el final, en el que se dobló y se lo hizo todo por bajo, con un animal que respondía sin bajar el pistón un solo momento. Con la faena hecha, se tiró al matar al toro de su vida y dejó un metisaca. Fue a la segunda cuando enterró el acero arriba y el animal, como toro bravo de verdad, demostró su bravura hasta el final con la plaza entera en pie, emocionada y rompiéndose las manos a aplaudir la excelente condición que se ganó el grandísimo premio de la vuelta al ruedo.

Lorenzo sella naturales caros al sexto y da vuelta tras petición

Álvaro Lorenzo saludó al sexto laceándolo, sellando verónicas en las que dejó su regusto con el capote. En la brega, brilló de manera extraordinaria de nuevo Curro Javier, andando hacia detrás al animal y llevándolo por abajo y Raúl Ruiz en banderillas, que se desmonteró. Se puso Lorenzo con el sexto en el centro del anillo, pero se le vino por dentro y lo arrolló, llevándose una fea voltereta de la que salió herido. Se levantó sin mirarse y se puso a torear porque vio la buena condición del astado por el pitón izquierdo y por allí lo buscó, de uno en uno y muy despacio, dejando los mejores naturales de la tarde por su largura, temple y profundidad. Se rajó el animal, muy venido a menos en las postrimerías y dejó Lorenzo su gusto por bajo, firmando trincherillas de cartel. Dejó una estocada arriba.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. 19ª de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.

Toros de Santiago Domecq. encastado fue el primero, de los que piden el carnet de torero; exigente fue el enclasado segundo; pegajoso fue el tercero, que tuvo calidad por el pitón izquierdo; muy encastado fue el cuarto, al que había que poder por ambos pitones; extraordinario fue el bravísimo quinto, de nombre Contento, de vuelta al ruedo; de gran pitón izquierdo el sexto, que fue de más a menos.

Arturo Saldívar, de marino y oro, ovación y silencio.

Fernando Adrián, de blanco y oro, oreja y oreja.

Álvaro Lorenzo, de verde oliva y oro, silencio tras aviso y vuelta al ruedo.

 

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