Una corrida de Bañuelos de clase infinita pone el triunfo en las manos de un rotundo Joselito Adame y de Ginés Marín, pero Morante lo pincha en Huesca

Cuatro orejas cortó el de Aguascalientes por tres del extremeño, mientras el sevillano dejaba su sello aún sin tocar pelo en una gran tarde

11 de agosto de 2023/Suertematador.com/Fotos: Philippe Gil Mir

Morante de la Puebla, Joselito Adame y Ginés Marín hacían el paseíllo este 11 de agosto en la plaza de toros de Huesca dentro de la segunda corrida de la Feria de la Albahaca. Se lidiaba un encierro de Antonio Bañuelos.

Morante no conecta con un primero a menos

Silenciado resultó Morante de la Puebla con el primero de Antonio Bañuelos, un animal noble en su conjunto, pero muy venido a menos. Dejó instantes interesantes, sobre todo por la despaciosidad en el trazo, pero la obra no llegó arriba.

La conexión de Joselito Adame en una firme faena al segundo le pone en sus manos las dos orejas

Dejó Joselito Adame una importante faena al segundo de la tarde, un animal de Antonio Bañuelos que brindó al tendido y con el que conectó desde el primer momento; hubo momentos de toreo ortodoxo y otros de llegar con fuerza arriba con otros recursos. Pero todo bajo el denominador común de la conexión y la entrega del torero de Aguascalientes, que selló algunos momentos por el lado derecho de trazo limpio, técnico y de gusto. La estocada en todo lo alto puso en sus manos las dos orejas.

El gusto de Marín le corta la oreja al tercero

Destacó, sobre todo, la facilidad de Ginés Marín ante el tercero, un animal precioso de hechuras al que dejó series limpias por ambos lados de inicio, llegando arriba a sones de “Morenito de Valencia”. Fue construyendo una faena de inteligencia, aprovechando el noble viaje del toro -que tenía humillación, pero al que le costaba salirse de los vuelos, algo a lo que se sobrepuso el torero-. Se arrimó en el final de obra. Ello, junto a la estocada, puso en sus manos la oreja.

Una obra personalísima de Morante al cuarto queda sin premio por el mal uso del acero

Al cuarto lo esperó mucho siempre Morante para cuajarle cuatro verónicas y media de auténtico lujo, con el compás abierto, la cintura cinmbreante y la vibración del temple en cada embroque. Su brindis fue para Javier Tebas, presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, que ocupaba una barrera, y sin más se fue para iniciar por estatuarios una faena que lo tuvo todo para reventar el tendido excepto una estocada contundente que acabase con el de Bañuelos. Hubo parsimonia para ejecutar, paciencia para trazar y gusto para componer men una obra que sobresalió por lo despacio que toreó Morante con la mano izquierda. Una de esas perlas que deja siempre el sevillano, aunque hoy no encontrase rúbrica con el acero. Ovación.

Un Joselito Adame sereno y pausado le corta al natural las dos orejas al buen quinto

Al quinto le aprovechó la movilidad de salida Joselito Adame, que le enjaretó una serie de verónicas rubricadas con una bellísima larga genuflexa. También brilló en el quite, con dos zapopinas y una larga, preludio de lo que fue la faena de muleta. Había que darle distancia al animal, buscarle la inercia inicial para que se asentara en el galope, en la búsqueda del objeto. Y lo hizo Joselito, recogiendo con oficio la llegada y vaciando con largura para que fuera adquiriendo más viaje. Bien josé con la mano izquierda, sin prisa por ofrecer, sin empeño por ligar, pero con la misión clara de trazar con belleza. A pies juntos fue un final de faena muy mexicano que llegó con fuerza al tendido de Huesca. Era un toro que no se podía marrar y no lo hizo el mexicano, que enterró la espada hasta las cintas, certificando otras dos orejas del animal.

El parsimonioso gusto y la lentitud de Ginés Marín le cortan las dos al sexto

El sexto, que salió con pies desde chiqueros, repitió con codicia y con entrega en el capote que manejó primorosamente a la verónica Ginés Marín, rematando con una media de personal concepto y gran belleza. Pero fueron más despacio aún las verónicas del quite, en las que saboreó cada trazo hasta el remate ya con el toro más templado y enseñando su calidad. Con la muleta lo fue conduciendo con mucho gusto y templado toreo hasta los medios, dejando dos trincherazos toreados de auténtico primor. Ya había perdido el toro su inercia inicial, pero aún le quedaba el fondo de clase y la codicia para acudir; lo de colocar la cara también tuvo que ver con el trazo despacioso y seguro de Ginés, enorme en su planteamiento. Tanto, que cuando tomó la chota ya era el dueño de la plaza, sin un mísero gesto de crispación. Sólo al final, en una arrucina que quiso tener tanta lentitud que terminó tropezando con el pitón del animal. Con la espada fue un cañón y certificó las dos orejas que le posibilitaron la salida en hombros con Adame.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Huesca. Segunda de la feria de la Albahaca. Corrida de toros. Lleno.

Toros de Antonio Bañuelos. De buen juego en general.

Morante de la Puebla, silencio y ovación.

Joselito Adame, dos orejas y dos orejas.

Ginés Marín, oreja y dos orejas.

 

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