6 de septiembre de 2023/Mar Muñoz
Arganda del Rey, novillos de José Vázquez para los novilleros Ismael Martín, Manuel Caballero y Manuel Román. El encierro no permitió el lucimiento, a excepción del sexto. Ismael nada pudo hacer con su primero y tuvo una petición en su segundo, petición que le permitió dar una vuelta al ruedo. Manuel Caballero no tuvo opciones con su lote, todo el lucimiento lo puso él. Manuel Román cortó la única oreja de la tarde, fue al sexto, con el que pudo expresarse. Sería con el primero con el que se pusiera como si fuera bueno aún sin las opciones de lucimiento.
Ismael Martín paró a «Pícaro» con una larga cambiada de rodillas, después lo bregó hasta estirarse por verónicas. El tercio de banderillas lo protagonizó el propio novillero, dejando tres lucidos y aplaudidos pares. Tras pedir permiso y brindar al respetable, comenzó el último tercio por el pitón derecho, de rodillas, pasándolo sin probaturas por ambos pitones. En pie siguió por ese pitón, pero le tocaba la tela y deslucía el muletazo. No quería pelea, así que se fue rajando. Ismael cambió al izquierdo, mostrando la misma disposición por ese pitón, pero terminó por irse a su querencia, sería allí donde intentara robarle algún pase carente de lucimiento. Pinchó varias veces, pero el animal no ayudaba, tuvo que usar el descabello llegando a escuchar un aviso.
«Ruidoso» salió suelto y a Manuel Caballero le costó encelarlo en su capote, incluso terminó por desarmarlo. Volvió a la cara y consiguió estirarse con el, cerrando su saludo por chicuelinas y una bonita media. Lo pasó por ambos pitones sacándolo a los medios y allí intentó torearlo. El novillo no colaboraba, con la muleta puesta se fue haciendo con el. Cambió al natural, atalonado, con pases largos de mucha quietud. Le dio tiempo y siguió por ese pitón, robándole una tandas aplaudidas en el tendido. El astado se iba rajando como su predecesor. Montó la muleta e intentó por el derecho con pases invertidos, y después llevándolo con el giro de muñeca y cintura a pies juntos. Ya no tenía nada el animal. Fue a por la espada le cuadró, se perfiló y a la segunda logró la estocada, pero tardó en doblar, por lo que tuvo que descabellar.
Manuel Román, bregó a «Halconero» a su favor, con inteligencia, logrando lucirse hasta cerrar con una media. Brindó al público argandeño y en el tercio le dio su primer muletazo para sacarlo a los medios con torería. El novillo no decía nada, pero Manuel derrochaba torería con colocación y sitio, llevándole a media altura. Cambió al natural de uno en uno, dándole el pecho fue tirando de el poniéndose como si fuera bueno, un animal que cabeceaba y totalmente parado. Nada pudo hacer más que coger la espada, hundiendo media estocada que le obligó a descabellar.
Ismael Martín tanteó genuflexo a «Ruano» en el tercio, sacándolo al tiempo que se estiraba con el animal hasta llevarlo a los medios, rematando por chicuelinas. En zona de sol, el astado prendió feamente a Julien Bretón, sacándolo de los palos, prendiéndolo por el gemelo. Sería el propio novillero el encargado de protagonizar el tercio de banderillas, adornándose y colocando los palos arriba y reunidos, a excepción del último. Brindó a la enfermería y desde el tercio lo fue sacando con la derecha, cambiando de mano en los medios. El novillo iba y atendía, le pasó por el derecho en redondo alargando el muletazo con el giro de muñeca, acompañando con la cintura. Cambió al natural y lo desarmó. Se volvió a colocar y se lo pasó muy cerquita. Sobre el derecho, nuevamente, se enroscó con el. Se lució con molinetes entre tandas. Le iba bajando la mano a lo largo del pase, pero ya se iba quedando sin novillo. Con pases en redondo invertido y desplantes fue cerrando su faena. Le acercaron la espada y le propinó un sopapo en todo lo alto con el que dobló.
«Oportunista» salió corretón, pero ya en los medios pudo estirarse Manuel Caballero por verónicas. Por el derecho citándolo de lejos se puso a torear, llevándolo por abajo con cadencia. Haciendo el péndulo con la cadera al compás con la muleta siguió llevándolo. No era novillo para el lucimiento, todo lo ponía Manuel, que le dio tiempo y volvió al derecho intentando sacar de donde no había, con recursos de su tauromaquia. Cambió al natural y con el pase de las flores quiso ligar una tanda que no fue. Pasaba de uno en uno, así que volvió a montar la muleta y terminó por vencerse hasta casi prenderlo. Insistió con vergüenza torera ante un astado ajeno a sus demandas, totalmente descastado. Mató con acierto, aunque se amorcilló tragándose la muerte.
Manuel Román pasó a «Romeante» con un ramillete de verónicas, sacándolo a los medios con temple. Le realizó un quite por chicuelinas a cámara lenta. Brindó en los medios y se vino al tercio, para empezar a pasarlo por ambos pitones, sacándolo así con el cambió de mano hasta los medios a base de despaciosidad y temple. Con la derecha se puso, girando la cintura, llevándolo en redondo, citándolo en la media distancia. Con la muleta puesta lo llevó en redondo enroscándose con el, cerrando la tanda con cambio de mano, para seguir al natural a cámara lenta con cadencia y clase torera. Lo llevó lejos sobre el izquierdo, entre los aplausos del público. Por el derecho volvió a deleitar con la colocación perfecta y los muletazos de clase, deleitó con luquesinas sin ayuda, llegando a caer en la cara del animal al pisar la muleta, sin consecuencias. Fue a por la espada, le colocó en suerte y metió media estocada, suficiente en una faena totalmente acompasada.
Ficha: Arganda del Rey. Novillos de José Vázquez sin opciones para la terna. Ismael Martín, silencio y vuelta al ruedo; Manuel Caballero, silencio tras aviso y ovación; Manuel Román, ovación y oreja.