24 de septiembre de 2023/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos: Emilio Méndez
Madrid celebraba una corrida concurso de ganaderías antes de la Feria de Otoño. En el cartel se anunciaban Serafín Marín, Rubén Pinar y Gómez del Pilar que se midieron a los de Partido de Resina, Samuel Flores, Victoriano del Río, Peñajara, José Escolar y Pedraza de Yeltes. Hubo pinceladas de los astados, el primero entraba templado, pero duró poco; el segundo y el cuarto sin opciones; el tercero y el quinto se dejaron llevar pero sin faenas de vuelo y el sexto, de Pedraza de Yeltes destacó sobre el resto, con movilidad y trasmisión. Serafín dejó una faena templada y llevada muy venida a menos con el de Partido de Resina, alargando y fallando con los aceros. Con el de Pañajara, a pesar de su buen comportamiento en varas, llegó a la faena muy parado, no pasaba. Rubén Pinar no encontró el acople con el de Samuel Flores, que tampoco se prestó. No tuvo nada con el de José Escolar, con el que no terminó de cruzarse, lo pasó. Gómez del Pilar deslució su labor con el de Victoriano del Río, un toro con el que dejó un último tercio de menos a más. El animal tuvo ritmo y se dejó llevar, pero Gómez del Pilar deslució con los aceros. Se reafirmó en el sexto, con una faena completa en el que supo tocar las teclas al de Pedraza de Yeltes, un toro con ritmo, prontitud y movilidad, con transmisión, llegando bajo las directrices de Gómez del Pilar.
Abría la tarde «Cabañito» un toro de Partido de Resina al que saludó Serafín Marín, aunque a punto estuvo de llevárselo por delante, por lo que tuvo que hacerse el mismo el quite. Logró estirarse, ganando terreno, sacándolo más allá del tercio por verónicas. Tras cumplir con la delicada labor del tercio de banderillas, Serafín tomó la franela y fuera del tercio lo empezó a torear sobre el pitón derecho. Desarrolló un inicio templado en el que fue metiendo al animal en la tela. No había ritmo ni chispa en su embestida, pero acometía con fijeza en el engaño. El espada lo llevó al natural, muy tapadito, a base de vuelos, tocando y deslizando, muy despacio. Poco a poco se iba apagando, pero Serafín, que sabía que pasaba, insistió con una nueva tanda por el derecho, sin llegar a coger ritmo, llegando incluso a perder las manos. Falló con los aceros.
«Triana» de Samuel Flores al que Rubén Pinar dejó un saludo bregado. Se alargó el tercio de varas, costaba colocar al astado al caballo. Se alcanzó el último tercio y Pinar lo trató de saludar por ambos pitones, sacándolo de tablas y llevándolo a los medios. Lo siguió pasando hasta que se definió por la mano derecha, sin terminar de bajársela a un toro que pasaba la cara por encima del estaquillador. Se cambió la muleta de mano e inició las tandas al natural, sin encontrar acople con el animal. Lo siguió pasando, probó el derecho y recuperó el izquierdo, dándole distancia, pasándolo por pasarlo. Cambió la ayuda por la espada, pero doblaría con el golpe de cruceta.
«Manisero» de Victoriano del Río se adentró en los vuelos de Gómez del Pilar, que lo llevó como pudo, saliendo suelto y con una embestida incierta. Empujó con fuerza, empleándose en el caballo. Gómez del Pilar le planteó un inicio de faena por abajo, con poder y dominio sobre una embestida poco definida. Continuó sobre el pitón derecho, aprovechando el empuje y fuerza para darle continuidad, dejándosela puesta. Ahorró tandas cortas, pero con unos toque firmes que le fijaron el recorrido que debía seguir. A partir del tercero empezaba a complicar la serie. Lo iba moviendo y llevando, sacándolo del tercio antes de cada tanda. Al natural, tuvo que perderle pasos y recomponer, echándole los vuelos al morrillo y tirar muy despacio, encontrando sabor y dejando pinceladas, atacándole y ganándole la partida. Le puso empeño y entrega, volviendo a insistir por el derecho, uno a uno, cruzándose, para después llevarlo con los extremos y apurar las distancias, poniendo de acuerdo a los tendidos. Falló con los aceros.
«Mexicano» de Peñajara marcaba el ecuador del festejo en las manos de Serafín Marín, que primero lo frenó, después lo enceló, bregó y se estiró ganándole terreno. Por encima del resto, destacó este en el caballo, apretando y acometiendo con empeño hasta en tres ocasiones, con un tercio de varas de Antonio Peralta, que fue ovacionado al concluir. En banderillas Marcos Prieto y Diego Valladar saludaron una unánime ovación. Se alcanzó el tercio de muleta y Serafín se fue a los medios para brindar al respetable. Después se iría bordeando las tablas hasta encontrarlo. Allí bajo los terrenos del siete empezó a pasarlo por el pitón derecho. Una vez fuera del tercio intentó seguir sobre el mismo pitón, pero se paró, teniendo que cruzarse en exceso y provocarle en el morrillo con varios toques bruscos. El animal no terminaba de pasar. Logró robarle alguna embestida, pero este acabó perdiendo las manos. En las distancias cortas volvió a buscar su entrada en la muleta, pero no terminaba de echársela, simplemente tocaba. Dejó una buena estocada con la que el animal terminó doblando.
Rubén Pinar saludó a «Castellano II» un toro de José Escolar con el que pudo sacar pinceladas. Tras un largo tercio de banderillas en el que no hubo gobierno alguno, Rubén Pinar tomó la franela e inició el último tercio. Se le vencía por dentro y, a pesar de que se definió por el pitón derecho, no encontraba uniformidad en las tandas. Cambió al natural y con la amplitud de los vuelos lo siguió abriendo y dando salida. Sin terminar de cruzar, se la echó al morrillo, poniéndosela abajo, pero sin encontrar la continuidad. Dejó algún que otro pase sin acople ni entendimiento con el animal. Volvió al derecho abriendo, sin cruzarse, pasándolo. Cambió la ayuda por la espada y lo pasaportó.
Gómez del Pilar recogió y envolvió la embestida de «Sombrero» de Pedraza de Yeltes en el capote. El animal se empleó, empujando en el caballo y el público lo quería ver completo, pero el cambio adelantado generó la polémica. Entre las protestas brindó al público desde los medios. Gómez del Pilar, sin probaturas, lo recibió de rodillas, dejando un inicio intenso y lucido. Le dio tiempo y sitio, llevándolo en la larga distancia en el primer cite, para después envolvérselo en la corta, aprovechando la inercia. Continuó sobre el pitón derecho, ante un toro pronto, que humillaba y que seguía la tela con codicia. La faena tuvo ritmo y materia prima con un sexto al que Gómez del Pilar supo dosificar y medir. Cambió al natural, uno a uno, tirando con suavidad de la embestida. Había que fijarlo y marcarlo por el izquierdo para evitar que se le metiera. Aún así, con la despaciosidad del diestro se los tragó uno por uno. Volvió a echarse la muleta a la mano derecha, sosteniendo la ayuda con la izquierda, recomponiendo y estructurando el muletazo, sin embargo, cada vez se le quedaba más corto ya no completaba el pase. El animal dobló con el golpe de cruceta.
Ficha: Madrid. Toros de Partido de Resina, Samuel Flores, Victoriano del Río, Peñajara, José Escolar y Pedraza de Yeltes. Hubo pinceladas de los astados, el primero entraba templado, pero duró poco; el segundo y el cuarto sin opciones; el tercero y el quinto se dejaron llevar pero sin faenas de vuelo y el sexto, de Pedraza de Yeltes destacó sobre el resto, con movilidad y trasmisión. Serafín Marín, palmas y palmas; Rubén Pinar, silencio y silencio; Gómez del Pilar, saludos tras dos avisos y ovación.