17 de marzo de 2024/Suertematador.com/Foto: Pablo Ramos
El peruano sella su tarde más importante del inicio de temporada, en la que cuaja y desoreja al bravísimo “Leguleyo” tercero de Jandilla, del que se pidió el indulto, y sale a revientacalderas (y a portagayola) con un sexto al que le pasea otro premio; Manzanares corta una oreja al buen primero y Talavante, con el peor lote, deja destellos pero no termina de conectar.
Y Valencia explotó en el domingo de Fallas. Una tarde para el recuerdo la que dejó Roca Rey y la que selló también la ganadería de Jandilla, con tres toros muy bravos -primero, tercero y sexto- y con un torero, el peruano, que se fue a por todas desde el primer al último momento. Manzanares, que paseó una oreja de peso a su poso ante el abreplaza, y Talavante, que anduvo voluntarioso mas no brillante con el peor lote, completaron un festejo para no olvidar.
Oreja con fuerte petición de la segunda para Manzanares en el primero, al que sujeta con inteligencia su falta de poder
Una oreja con fuerte petición de la segunda paseó José María Manzanares en el primero, un toro bien hecho y serio de Jandilla que no tenía poder, pero al que sujetó durante toda la lidia con inteligencia el alicantino. Tras no darle mucho en el caballo y quitarlo por chicuelinas Talavante, se asentó Manzanares con el animal por la derecha. Y en esa mano basó toda la faena, en la que tuvo que sostener ese defecto del toro de Borja Domecq, apretándole algo más en el final de las series para recrearse lo que no podía durante los muletazos. Y ahí fue como fue llegando arriba Josemari, que dejó un gran epílogo antes de una estocada recibiendo que puso en su mano el premio con petición de dos.
Talavante no conecta con un segundo que se vino soberanamente abajo
También de buenas hechuras el segundo, primero del lote de Alejandro Talavante, al que recibió con afarolados el extremeño y luego varios delantales; dio juego en el caballo, un astado que brindó al tendido Alejandro. A pies juntos por estatuarios comenzó obra, pero se vino soberanamente abajo el toro, con el que tan sólo pudo porfiar, sin llegar arriba. Tras estocada y descabellos, fue silenciado.
Roca Rey, sublime con el tercero, un toro de vacas de Jandilla al que desoreja y al que se le pidió con fuerza un indulto no concedido
De diciembre de 2019 era el segundo de la tarde, un toro con cuajo para esta plaza, enseñando las puntas al cielo y al que Roca Rey comenzó a lancear a pies juntos sin probaturas y luego, ya con el compás abierto, por verónicas hasta el mismo centro del anillo, en el que remató con una revolera. Auguró en varas tener buena condición el de Jandilla. Buena lidia de Antonio Manuel Punta. Al tendido brindó Andrés, que se echó de rodillas en el mismo centro del ruedo y se lo pasó en tres ocasiones por la espalda y, desde ese momento, toreó erguido, poniendo al tendido en pie. Las dos primeras series tuvieron el mismo clamor en el tendido como la rotundidad que Roca Rey ejecutó, aprovechando la calidad y la codicia del toro de Borja Domecq, que sacó su bravura y exigencia también en la tercera serie. Una quinta serie, en la que llevó embebido y muy largo al animal por la izquierda, fue de nuevo de auténtico clamor, con un toro a más y creciéndose en el castigo. Por ello se pidió el indulto con fuerza en el tendido cuando Roca Rey tomó el acero, pero el palco se negó a ello, sacando un aviso. Por ello, Roca Rey se tiró con el acero y dejó una media estocada agarrada que valió. La muerte del toro fue espectacular, en el mismo centro del ruedo por su bravura, sin querer huir. Dos orejas al torero y vuelta al ruedo en el arrastre al animal.
La falta de fuerza condiciona la faena de Manzanares al cuarto
“León” se llamaba el cuarto, segundo de José María Manzanares, animal alto y que hizo bien las cosas en las telas capoteras del alicantino, humillando, pero la falta de fortaleza condicionó todo. Se quedaba cada vez más corto en sus telas, perdiendo las manos en la mitad de la serie y desluciendo todo. La obra no llegó arriba. Dejó un pinchazo hondo y una estocada y fue silenciado.
Talavante, sin opciones con el áspero y violento quinto
Muy probón fue el quinto de la tarde, un animal áspero y violento al que era difícil plantearle obra pulcra alguna. No obstante, lo intentó Talavante, que le robó algún muletazo suelto estimable. Fue silenciado tras estoquearlo.
Roca Rey, a revientacalderas en el sexto, deja una obra de gobierno y de valor: corta una oreja más
A portagayola saludó Roca Rey al sexto, un toro al que le recetó una larga cambiada en la puerta de chiqueros y luego varias verónicas que jadeó con fuerza el tendido, junto con la revolera. No era su toro anterior, pero sí la actitud anterior la de Andrés, que brindó el animal a Quique Dacosta y comenzó por estatuarios su faena, aguantando varias coladas del astado. A sones de “La Concha Flamenca”, y tras una diana floreada, fue construyendo una obra de plantas firmes, de toque valeroso y de gobierno a la embestida del animal, con chispa y nada fácil, pero con un fondo de calidad dentro que supo sacar el peruano. Y dejó series de mucho calado Roca Rey, que finalizó en cercanías y agarró una estocada casi entera efectiva. Una oreja más al esportón.
Plaza de toros de Valencia. Octava de la Feria de Fallas. Corrida de toros. No hay billetes.
Toros de Jandilla y Vegahermosa; de justo poder pero buena intención el serio primero; desfondado el segundo; extraordinario el tercero, al que se le pidió el indulto por su bravura, humillación, recorrido y clase, premiado finalmente con la vuelta al ruedo en el arrastre; de falta de poder un cuarto que se quedaba corto;
José María Manzanares, oreja y silencio.
Alejandro Talavante, silencio y silencio.
Roca Rey, dos orejas tras aviso y oreja.