El picante del segundo y la clase del tercero bis sobresalen en un festejo donde la presentación de la corrida no estuvo en consonancia con la importancia de la tarde
31 de marzo de 2024/Suertematador.com
A pesar de un tremendo aguacero minutos antes de las seis y media, el festejo de Resurrección en Sevilla fue hacia adelante. Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Roca Rey trenzaron el paseíllo a eso de las siete y cuarto de la tarde ante una corrida de la familia Matilla que no estuvo en consonancia con la importancia de la tarde debido a su desigual presentación. Una tarde marcada por el frío que no acabó de romper pese a cortarse dos orejas.
Silenciado Morante con el abreplaza
Esaborío llevaba de nombre el primero de la tarde, un animal que salió pasadas las siete y cuarto de la tarde tras demorarse el inicio del festejo por problemas en el ruedo. Un animal que tuvo nobleza pero al que le faltó mayor entrega en los trastos. Con más intención que lucimiento lo saludó de capote un Morante que se gustó en dos verónicas a media altura. Se dejó pegar en el jaco en un tercio donde Curro Javier llevó empapado de capote al animal. El de Sanlúcar la Mayor se desmontaría junto a Alberto Zayas tras un interesante tercio de banderillas. Ya con la muleta José Antonio dejó muletazos sueltos donde siempre procuró no abusar de un astado medido en su fortaleza. Porfió ante un ejemplar que quiso más que pudo pese a no sobrarle la raza. Labor corta de un espada que sería silenciado tras pasaportar al ejemplar de la casa Matilla.
La firmeza y el poso de Castella sacan el buen fondo de un exigente segundo al que le pasea una oreja
La tarde comenzó a tomar vuelo en el segundo, un astado con carácter García Jiménez, animal al que consiguió doblegar Castella a base de firmeza de plantas e inteligencia. Se movió el animal salmantino en los primeros tercios, momento donde sobresalió el capote de un gran José Chacón. Sebastián sabía que tenía delante un astado con aristas, un toro al que había que domeñar poniéndose en el sitio, y así lo hizo. Le dio distancias, jugó con toques y las alturas, para más tarde apretar a un ejemplar que no siempre fue metido en las telas. A zurdas le corrió la mano con suavidad a un toro que exigía sometimiento, de lo contrario soltaba la cara y se quedaba corto. Exigente fue un de Matilla al que el francés dominó por momentos. Fue fundamental el toque fijador cuando este venía por dentro, de lo contrario el animal arrollaba. Una vez metido en la muleta volvió a derechas, pitón por el que toro, pese a embestir a su altura, sacó nobleza. Faena interesante ante un toro que no regaló nada, un ejemplar al que exprimió su fondo un mandón y seguro Sebastián. Oreja de ley en una tarde donde el francés reafirmó el momento por el que pasa.
Roca pasea una oreja tras una faena a menos ante el enclasado tercero bis
Paseó Roca Rey la oreja del tercero de la tarde, un sobrero de Olga Jiménez al que toreó, por momentos, con pulso y tacto en una labor dividida en dos partes. El peruano acertó en darle sitio para cincelar tres tantas donde poco a poco fue haciendo a un ejemplar con ritmo y buena clase aunque medido de fuerza. Acompañó sin someter la pastueña embestida en una primera serie reposada, para más tarde apretar al toro en dos tandas ligadas enroscándose al toro a la cintura. Templó el peruano al colorao de la casa Matilla, siempre buscando enncharlo delante y soltarlo muy atrás. Pero tras esas tandas la labor de Andrés bajo en su intensidad con dos series menos rotundas debido, entre otras cosas, a la condición de un toro que se fue apagando como una velita. Dejó Andrés muletazos ligados a derechas pero faltos de esa alma y ajuste que había mostrado antes. La estocada caída acabó con un animal que siempre quiso suavidad, un toro al que Roca Rey pasearía pese a la mala colocación de la espada.
Morante sin suerte con el mortecino cuarto
No se dio coba Morante con el cuarto, una labor donde el diestro de La Puebla dibujó tres verónicas de pura seda rematadas con una media lagartijera. Se le cuidó en el jaco para más tarde destacar Joao Ferreira y Alberto Zayas en banderillas, dos toreros de plata que saludaron montera en mano tras una interesante actuación. Poco más se vio en un trasteo sin eco en los tendidos. Fue una labor tesonera ante un astado carente de vida, sin duda, otro Domingo de Resurrección sin suerte para el cigarrero.
Castella pecha con un quinto sin raza
No ocurrió nada destacable en el quinto capítulo de la tarde, un pasaje donde Castella se encontró con un deslucido animal de García Jiménez. Un toro que nunca embistió por derecho a la muleta de un Castella que alargó en exceso una labor muy desigual. Se trató de un ejemplar que se dejó toda su bravura en un tercio de varas donde empujó con clase al jaco. Al igual que pasó en el segundo de la tarde, volvió a sobresalir el nombre de José Chacón, torero de plata que saludó montera en mano tras dos pares de gran torería y exposición.
Palmas para la voluntad de Roca Rey con el manso sexto bis de Román Sorando
Por problemas en los corrales tuvo que salir el segundo sobrero, un astado de Román Sorando bajo como un zapato pero que no dio opciones al torero peruano. Espada que porfió en una labor larga pero sin eco en los tendidos. Ya desde salida el animal evidenció que no iba a estar sobrado de raza, manseando y marcando querencia a tablas. Un ejempñar que nunca se fue a loa vuelos, embistiendo siempre con la cara a media altura y quedándose corto. A base de tesón el diestro de Lima consiguió arrancar un par de series a un animal de preciosas hechuras, pero que no llevaba nada dentro. Tras pasaportar al de Román Sorando escuchó leves palmas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Primera de abono. Domingo de Resurrección. No hay billetes.
Toros de Hnos. García Jiménez (1º-2º-4º-5º), Olga Jiménez (3º bis) y Román Sorando (6º). Con nobleza pero medido de fuerzas el sosito primero; De buen fondo el encastado y exigente segundo; Fijo y pronto el enclasado tercero bis; Sin raza ni fondo, el desfondado cuarto, carente de entrega un quinto sin vida; De buena expresión el vacío y manso sexto.
Morante de la Puebla, silencio y silencio
Sebastián Castella, oreja y silencio
Roca Rey, oreja y palmas
Incidencias: Saludaron Curro Javier y Alberto Zayas en el primero de la tarde, Joao Ferreira y Alberto Zayas en el cuarto y José Chacón en el quinto.