30 de mayo de 2024/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
Las Ventas celebraba una corrida de toros en la que Daniel Luque, David Galván y Víctor Hernández, que se midieron a los ejemplares de Alcurrucén, El Cortijillo y Juan Manuel Criado (1°Bis). Los animales fueron mansos y no dieron opciones, se movieron y duraron poco. No se entregaron y en las faenas tuvieron que ponerlo todo los matadores, que estuvieron por encima del encierro. Luque poco pudo hacer con el soso segundo. Tampoco tuvo opciones con el cuarto. Galván fue encontrando las teclas a una faena compleja en la que el toro no ponía de su parte. Muy por encima estuvo con el quinto, un toro manso y escaso del que poco se podía escribir. Víctor Hernández estuvo digno en una faena sin emoción en la que no había demasiadas opciones. Fue la frescura y la valentía lo que llegó a los tendidos, pero no había faena posible con el cierraplaza.
Abría la tarde Víctor Hernández que saludó al primero de la tarde estirándose y luciéndose con el capote. El quite se desarrolló por tafalleras, antes de que se cayera. El animal justo de fuerza y, finalmente, el presidente sacó el pañuelo verde. En su lugar salió el primer sobrero, un toro de Juan Manuel Criado, manso y huidizo al que sacó a los medios en el saludo capotero. En el tercio de varas, derribó al caballo y el picador Israel de Pedro se encontró metido entre pitones, teniendo que hacerle un quite a cuerpo limpio Juan Carlos Rey. Se llevó a cabo la ceremonia de confirmación y Víctor se fue más allá del tercio para recibir en la tela a un toro reservón. Lo llevó por el pitón derecho, tratando de darle continuidad, pero sin emoción a su faena. Pasaba de aquella manera, punteando la tela, con la cara alta, siendo desigual en su embestida. Buscó el sabor en el trazo, alargando y llevándolo atrás, pero el animal no daba para mucho más. Cambió al natural, uno a uno, encontrando la aceptación de un público que supo reconocer que el animal se supo abrir mucho mejor por ese pitón. Se lo pensaba y ya no pasaba, tuvo que acortar más distancias y echarle los vuelos a la cara para enganchar la embestida y llevarla. Alargó innecesariamente una faena en la que el toro no aportaba.
Salió un toro de El Cortijillo que se emplazó y que, posteriormente, salió suelto, impidiendo a Luque poder estirarse con el. Se completó la ceremonia de confirmación y Luque se dispuso a pasarlo por ambos pitones, bajándole la mano, ganándole terreno, dándole mucho tiempo y sitio. Siguió por el derecho, muy despacio y con suavidad, tocando y deslizando ante un toro que pasaba, aunque no con demasiado recorrido. Cambió al pitón derecho, llevándolo muy metido, pero que no le daba opción a la ligazón. Tocaba, pero cada vez le costaba más pasar, embistiendo a media altura. Lo pasaba y lo volvía a pasar, ahora ya por el pitón derecho, apurando las distancias, pasándolo por la espalda, buscando la emoción que el soso segundo no le aportaba. Lo mató de una media estocada certera.
Saltó al ruedo el primero de Alcurrucén y el tercero de la tarde al que frenó en su capote David Galván. Se lució Juan Carlos Rey en el tercio de banderillas. Se alcanzó la faena de muleta y Galván lo recibió en la tela por abajo, genuflexo, obligándolo. No tardaría en levantarle la mano y andarlo para sacarlo del tercio, con despaciosidad. Eligió el pitón derecho, dándole la media distancia, tocándolo y llevándolo a un toro que respondía y medio que se movía. Aún así el animal embestía con la cara alta, eso sí, siguiendo las directrices del diestro que empezó a bajarle la mano al natural, pero sin encontrar el acople con el animal. Aquella faena estaba calando, pero no terminaba de tomar vuelo. Le dio tiempo entre tandas, ayudándolo para la siguiente serie. Continuó al natural, alargando algo más el trazo, envolviéndoselo, con una ligazón intermitente. Siguió buscando las teclas, intentándolo incesante, dándole mil opciones a un toro que no tenía ninguna, soso. Le metió la mano precipitadamente en la suerte suprema, pero siendo la estocada efectiva.
Luque saludó al segundo de su lote como pudo en un recibo llevado. En la faena de muleta lo fue sacando, con un inicio breve que dio paso a colocarlo para la primera tanda por el pitón derecho. Se movió en los primeros muletazos, en los que Luque dosificó y llevó a media altura. Le tocaba y se descomponía. Cambió de mano y empezó a torearlo al natural, marcándole la entrada con la ayuda, teniendo que controlar también el viento, que empezaba a soplar con fuerza. No había continuidad, tampoco clase ni entrega en su embestida, se le acabó rajando y Luque por mucha clase, empeño y tablas no podía hacer más con ese toro.
Saludó Galván al quinto por abajo, pero el toro salió suelto y con poco interés. Se alcanzó la faena, la cual inició bajo los terrenos del tendido seis, pasándolo por abajo, obligándolo, evitando aquellas salidas desmedidas por alto. Tiró de el y lo sacó del tercio para seguirlo por el pitón derecho, tocándolo con firmeza y mucha voz. En cuanto tocaba la tela se descomponía, soltando la cara con violencia, por lo que ni le permitió ligar más de dos pases. Pasaba de aquella manera, totalmente ajeno a las directrices de Galván. Siguió insistiendo pero aquello no tomaba vuelo, fueron los últimos compases en los que Galván despertó el interés de los tendidos con unas buenas tandas en las que echó todo lo que tenía. Falló con la espada, pero el toro acabó por echarse.
El sexto salió en la misma línea que los demás en el capote de Víctor Hernández, con un saludo breve. Se fue a los medios y brindó desde aquellos terrenos. Lo esperó allí y lo citó en la larga distancia, dejando un pase cambiado por la espalda. Sin embargo, no pudo darle continuidad después de aquel pase, tuvo que volver a empezar y entonces pudo seguirle y darle continuidad con varios pases cambiados por la espalda. Le cambió los terrenos y continuó por el pitón derecho, pitón por el que se le metió por dentro, le soltaba la cara y a punto estuvo de prenderlo. Trató de llevarlo bien tapado, tocándolo para evitar que se desvinculada de la faena. Esta se acabó desarrollando cerca de las tablas, donde marcó el animal. Lo intentó por el izquierdo, pero le avisaba constantemente, a pesar de ello no desistió y siguió insistiendo. Incluso se cayó en la cara del animal, que no hizo por él. Buscó la chispa y la emoción que el toro no le daba en las distancias cortas y en el toreo de valor. Mató con una estocada muy buena y efectiva.
Madrid. Toros de Alcurrucén, El Cortijillo (2°) y Juan Manuel Criado (1°Bis). Los animales fueron mansos no dieron opciones, se movieron y duraron poco. No se entregaron y en las faenas tuvieron que ponerlo todo los matadores, que estuvieron por encima del encierro. Daniel Luque, saludos y silencio; David Galván, vuelta al ruedo tras aviso y silencio; Víctor Hernández, saludos tras aviso y saludos tras aviso.