Ponce se despide de Alicante con una obra magna, a hombros junto a Galván y Rufo

La terna firmó una gran tarde ante una extraordinaria y variada corrida de Daniel Ruiz. Los tendidos registraron de nuevo una gran entrada

23 de junio de 2024/Pepe Sánchez Robles

La penúltima del abono de la Feria de Hogueras 2024 de Alicante tenía el argumento central de la despedida a orillas del Mare Nostrum alicantino de Enrique Ponce, grandioso y legendario torero.  Finalmente no se vio acompañado en el paseíllo por Morante de la Puebla, por problemas de salud, sustituido por David Galván tras su aldabonazo de Madrid y cerrando la terna Tomás Rufo, que se enfrentan a una corrida de Daniel Ruiz.

Tres cuartos del aforo cubierto en tarde muy agradable. Tras el paseíllo, Enrique Ponce recibió del alcalde de Alicante y el empresario Nacho Lloret una litografía en la despedida del valenciano de Alicante. Luego una clamorosa ovación al torero de Chiva que recogió desde el tercio invitando a salir al ruedo a sus compañeros de cartel. Acierto pleno, justo y necesario.

Castaño fue el primero de la tarde de Daniel Ruiz, al que Ponce toreó a la verónica con justeza. Leve puyazo y desorden en la lidia. Brindis al público e inicio de trasteo genuflexo ante un toro que repetía con claridad y humillación, también en las tandas de derechazos siguientes de técnica construcción y buen nivel. Un tanto pegajoso el astado, de buena condición cuando el torero porfió al natural pero con menor éxito. Faena compacta, rematada con media estocada en buen sitio y premiada con una oreja.

El cuarto, con menor presencia, mostró codicia en el capote de Ponce. Escasa pelea en el tercio de varas. Blandeó el burel en el quite por chicuelinas del valenciano, que brindó a su hija presente en la plaza. Emotivo momento. Muy en el límite de fuerzas llegó el toro a la muleta del valenciano que muy técnico instrumentó con suavidad una templada tanda con la derecha. La capacidad del torero y un consumado magisterio eran los cauces necesarios por los que transcurrió el trasteo a un toro noble y de fuerzas muy justas. Dio necesarios tiempos a la faena continuada con el pase de las flores con un final de exquisita suavidad y molinetes de rodillas con desplantes en un final de estruendo. Meritazo de una leyenda del toreo, portento técnico demostrado una vez más en esta despedida triunfal. Pinchazo hondo, dos avisos, uno antes de entrar a matar y un descabello con premio de una muy merecida oreja en esta tarde de magisterio poncista y de recuerdo grato. Tras la vuelta al ruedo, Enrique Ponce muy emocionado y en el centro del anillo escuchó una fortísima y unánime ovación obligando al torero a dar una vuelta al ruedo. Es el reconocimiento en Alicante a una leyenda.

Más alto y cuajado fue el segundo de la tarde al que Galván recibió con un conjunto de excelentes verónicas, muy encajado y de preciosa ejecución ante un astado que respondía con prontitud al que se picó con un levísimo puyazo, apenas nada. Juan Rojas saludó en banderillas y Galván brindó a Ponce. Bonito gesto.Excelente tranco mostró el toro al que el gaditano construyó una serie de buenos derechazos acudiendo con presteza y entrega el daniel que embestía con clase y calidad arrastrando el hocico por la arena.Al natural el toro mostró también calidad y fijeza, bajando el tono el gaditano, mejor en el toreo accesorio y con menos enjundia en el fundamental. Volvió a la derecha con el intento posterior de una poncina que no logró. Pinchazo en la suerte suprema y luego estocada entera sin marcar los tiempos, aspecto que debe mejorar. Tras aviso logró una oreja con un excelente toro ovacionado en el arrastre.

Con brío salió el quinto de la tarde, un toro de evidente seriedad del hierro titular, levemente picado de nuevo. ¿Y la suerte de varas? Brindó Galván al público iniciando por alto la faena de muleta que no llegó a tomar vuelo, pues al toro le costaba embestir en su corto recorrido. Voluntad del gaditano en una labor sin eco en el tendido y alardes finales. Estocada entera, descabello y tras aviso una oreja.

Tomás Rufo, a por todas, recibió al tercero, con dos largas cambiadas. No se empleó en el caballo el astado que salió afligido. Rufo brindó al público iniciando de hinojos su faena toreando en redondo a un toro muy claro que obedecía mucho y bien a los toques de la muleta del torero, muy entregado. Las series se sucedían con limpieza y al natural el animal continuaba embistiendo con humillada claridad. Entre los pitones, muy cerca, a milímetros terminó una faena entregada a veces ahogando la embestida ante otro ejemplar de muy buena nota al que el torero pinchó en dos ocasiones, agarrando una perpendicular estocada posterior. Todo quedó entonces en una fuerte ovación.

Seriedad de cara tuvo el sexto recibido por Tomás Rufo con espléndido y sentido toreo a la verónica. Picotazo y nada más para tramitar el picador. Sergio Blasco y Fernando Sánchez destacaron en banderillas tras lo que el toledano brindó el toro a Enrique Ponce. Encastado el astado acudió con prontitud a la muleta del torero en un bello inicio continuado por espléndidos y ligados derechazos de largo trazado en la tanda muy ameritada. Pero, tardaba el torero en coger la distancia que el enrazado toro exigía. Al natural en una tanda de puro concepto subió el son y la altura de los pasajes. Estocada baja. Dos orejas.

Y al final los tres toreros a hombros con un magnífico, completo y variado juego encierro de Daniel Ruiz, que triunfó con fuerza en una tarde en la que Enrique Ponce exhibió su magisterio excelso y técnico en una magna y clásica obra en una tarde de gentileza presidencial en la concesión de trofeos. Así fue con los tres toreros a hombros.

Alicante. Domingo, 23 de junio de 2024. Toros de Daniel Ruiz. Enrique Ponce, oreja y oreja tras dos avisos; David Galván, oreja tras aviso en ambos; y Tomás Rufo, ovación y dos orejas. Entrada: Tres cuartos de plaza. Juan Rojas saludó tras poner banderillas al segundo. (Aplausos)

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