Borja Jiménez le gana la partida a Luque, imponiéndose con actitud y autoridad en Bilbao (Fotos)

20 de agosto de 2024/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Bilbao celebraba su primera corrida de toros de su Feria en la que los matadores de toros Daniel Luque y Borja Jiménez se midieron a los ejemplares de la ganadería de Fuente Ymbro. Los animales fueron variados en su comportamiento, siendo algo flojos y sin emoción ni transmisión, sobre todo en el lote de Luque, que fue el que menos opciones tuvo, a excepción de su primero, que se dejó llevar a pesar de no tener demasiada fuerza. Borja se llevó el mejor lote, encontrando toros de mayor movilidad, siendo el sexto, un ejemplar de clase, el más destacado de la tarde. Daniel Luque planteó una faena de menos a más en la que se hizo con las embestidas del primero de la tarde, un toro sin fuerza al que dominó. Toreó con oficio Luque al tercero, un toro sin condiciones para la lidia y que dificultó la labor del diestro. Poco pudo hacer con el quinto, un novillo incierto y de poca franqueza que no se entregó en ningún momento. Borja Jiménez apuró en exceso las distancias con el segundo de la tarde, poniendo todo lo que le faltaba, alternando pitones hasta darle forma a su faena. Desarrolló un toreo de raza e imposición ante un cuarto que se movió hasta el final. Borja se lo echó a la cadera, alargando, llevándoselo atrás en el toreo de cercanías. Cambió al natural, calando en el tendido, ordenando las embestidas y dándole intensidad a su faena.

Daniel Luque saludó al abreplaza, bregándolo con suavidad, guiando la embestida. El toro, que estuvieron a punto de ser devuelto por su falta de fuerza, alcanzó la faena de muleta. Luque la inició con un trasteo suave por abajo en el que lo pasó por ambos pitones. Se decidió por el pitón derecho, citando sin brusquedad y deslizando, muy despacio, con mucho cuidado, llevándolo a media altura, evitando exigirle en exceso. Se encajó y se envolvió a un toro que repetía a su ritmo, pero que le permitía a Luque pasarlo y dejársela puesta para tirar de el y seguir llevándolo. Cambió al natural, aprovechando la amplitud del vuelo, pasándolo por abajo y abriéndolo, pero en cuanto le exigió volvió a perder las manos. Le levantó la franela y uno a uno encontró la continuidad a base de entrega y esfuerzo por robarle las embestida. Cambió al derecho, tocando y llevando con desmayo y torería. Dejó una nueva tanda al natural, pero cada vez le costaba más pasar, a pesar de la insistencia de Lque, que remató por Luquesinas con cambio de mano incluido. No falló con la espada, pero ambos resbalaron y lo que era una buena estocada quedó en un mete y saca.

Se fue Borja Jiménez a la puerta de chiqueros para saludar al primero de su lote y segundo de la tarde. En la portagayola se le vino recto y estuvo a punto de llevárselo por delante. Se recompuso y pudo dejar pinceladas en el recibo. Lo metió genuflexo en la muleta, para después estirarse con el mientras le iba ganando terreno y sacando del tercio. Siguió por el pitón derecho, bajándole la mano, aprovechando la movilidad del toro. Le dio tiempo y sitio para continuar con la mano derecha, imponiéndose, envolviéndoselo totalmente asentado en el firme. Toreó muy despacio, mostrando poder a un toro fijo en la tela. Cambió al toreo al natural, llevándolo totalmente metido, ordenando las embestidas, dándole forma a su faena por ambos pitones. Ralentizó el compás, empezando a torear muy encima, acortando las distancias. Recuperó el pitón derecho, dándole un poco más de aire, calando en el tendido. Siguió alternando, mostrando variedad, tratando de poner todo lo que le faltaba. Culminó por ayudados y una estocada certera.

Daniel Luque trató de encelar en su capote al tercero de la tarde, un toro que se frenaba y simplemente pasaba sin opciones a la expresión. El tercero, condicionado de la vista, tuvo que recibirlo Luque en la muleta con un inicio suave y de tanteo para después seguir alternando pitones hasta definirse por el toreo al natural. Lo abrió y el toro se excedió dejando a Luque sin opciones, que trató de pasarlo a base de tocar en la cara y llevarlo tapado. Montó la franela en la mano derecha, adelantándole el engaño, tratando de enganchar la embestida y llevarla. Se metía incluso por dentro y la faena tenía aquel peligro sordo que mantuvo a Luque en el tira y afloja por robarle las embestidas. Sin emoción ni entrega por parte del de Fuente Ymbro, Luque mantuvo la colocación y solventó la faena a base de oficio.

Volvió a irse a toriles Borja Jiménez para recibir al segundo de su lote con una larga cambiada de rodillas para después continuar con un saludo de capote variado. Se lució Luque por gaoneras en el tercio de quites, al que respondió Borja por chicuelinas. Inició la faena de muleta genuflexo, pasándolo por abajo, exigiéndole con el toreo en redondo hasta rematarlo. Continuó sobre el pitón derecho, con suavidad, llevándolo aquellas embestidas irregulares y cambiantes, embistiendo a dos tiempos. Siguió sobre aquel pitón, aprovechando la inercia para envolvérselo en el toreo en redondo y llegar a los tendidos. Le dio tiempo y sitio para después retomar en una serie muy ceñida en la que no pudo despegarle el engaño de la cara. Inició su toreo al natural con una tanda lenta y pausada en la que trató de estructurar la embestida. Estaba muy metido, queriendo sacar más de lo que tenía, llevándolo con firmeza y muy asentado a su paso. El toro siguió moviéndose y embistiendo, lo que le permitió darle intensidad a aquella faena de raza. Culminó con una buena estocada.

Luque recibió por abajo al quinto, pasándolo genuflexo en su capote para después estirarse por verónicas con el, ganándole terreno hasta llevárselo a los medios. Se alcanzó la faena de muleta y la inició entre probaturas, pasándolo por alto y por bajo, sacándolo de tablas y llevándolo más allá del tercio. Continuó por el derecho, poniéndole la tela en la cara, adelantándole la mano son tocar y deslizar. El animal sorprendía y se metía por dentro, mostrando una embestida incierta a la que Luque no terminaba de acoplarse. No pudo apretarlo porque perdía las manos con facilidad, teniendo que llevarlo a media altura y, ahora sí, tocarlo con firmeza y brusquedad para meterlo en la tela. No hubo clase ni entrega por parte del de Fuente Ymbro. Cambió al pitón izquierdo, pero había brusquedad y poca franqueza al natural. Lo pasó uno a uno, insistiendo en aquel toreo por el pitón izquierdo, estando muy por encima del quinto. Falló con la espada.

Borja Jiménez saludó al sexto con una larga cambiada de rodillas a portagayola, para después estirarse con el con lucimiento. Juan Sierra después de dejar los palos en la cara del animal, estuvo a punto de ser prendido. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes brindó el diestro desde los medios. Lo recibió desde aquellos terrenos, pasándoselo por la espada a pies juntos, para después atarlo en corto aprovechando la inercia y dándole ritmo al inicio. Continuó con la mano derecha ante un toro entregado que embestía y obedecía con prontitud a las demandas de Borja, pasándolo muy asentado, encajándose. Volvió a atarlo en corto, a dejársela puesta en la cara y a tirar de un animal que no tenía fin. Borja se lo echó a la cadera, alargando, llevándoselo atrás en el toreo de cercanías. Cambió al natural, calando en el tendido, ordenando las embestidas y dándole intensidad a su faena. Hubo profundidad en aquellas series por el pitón izquierdo, con unos naturales que parecían infinitos. Con unos remates por debajo culminaba su faena.

Bilbao. Toros de Fuente Ymbro. Los animales fueron variados en su comportamiento, siendo algo flojos y sin emoción ni transmisión, sobre todo en el lote de Luque, que fue el que menos opciones tuvo, a excepción de su primero, que se dejó llevar a pesar de no tener demasiada fuerza. Borja se llevó el mejor lote, encontrando toros de mayor movilidad, siendo el sexto, un ejemplar de clase, el más destacado de la tarde. Daniel Luque, ovación, palmas y palma;  Borja Jiménez, oreja, oreja y dos vueltas al ruedo y oreja.

 

 

Top