13 de septiembre de 2024/Patricia Prudencio Muñoz
Arganda del Rey ha celebrado su quinta novillada. Los novilleros Diego Bastos, Nek Romero y Alejandro Chicharro se midieron a los ejemplares de la ganadería de Juan Manuel Criado. Los animales fueron deslucidos, dejando pocas opciones, sin finales y con muchas teclas, dificultando la labor de los novilleros, que estuvieron muy por encima de los animales. Bastos estuvo firme ante el primero de su lote, un novillo irregular y bastante incierto al que llevó por el izquierdo. Bastos volvió a derrochar entrega y ofcio ante el cuarto, un esfuerzo deslucido por el acero. Nek Romero dejó una faena de oficio y muchas teclas con las que se ganó el respeto del respetable. Sin opciones y con una faena que tuvo que llevar a la altura que el quinto le marcaba, le robó las embestidas, estando muy por encima. Chicharro estuvo muy por encima toreando con solvencia y firmeza al primero de su lote, dejando una faena de calado y peso, cuajándolo por ambos pitones. Firmeza y determinación ante el sexto, que planteó movilidad.
Diego Bastos saluda una ovación ante el primero
Diego Bastos saludó al abreplaza con una larga cambiada de rodillas, después le bajó la mano y se lo fue sacando a los medios, luciéndose con el. El animal llegó sin fuerza a la faena de muleta, Bastos lo recibió en la franela con un tanteo breve. Le quiso dar emoción con un pase cambiado por la espalda, pero rápidamente tuvo que llevárselo a los medios, quitando así toda querencia. Allí toreó sobre el pitón derecho a un animal que incluso perdía las manos. Tuvo que mimar una embestida muy incierta e irregular, no había dos iguales. Cambió al pitón izquierdo, encontrando mayor acople entre las dificultades que le planteaba, adelantándole la mano y llevándolo muy metido, tratando de limpiar los muletazos. Estuvo firme y seguro. Cerró por manolitas, dos estocadas y un único golpe de cruceta.
Saludó Nek al segundo de la tarde, un novillo con movilidad y fuerza con el que no se pudo estirar. La faena de muletas la inició genuflexo junto a las tablas para después ganarle terreno y llevárselo a los medios. En aquellos terrenos se puso a toź1rear sobre el pitón derecho a un novillo al que había que insistir. Quiso citarlo en la larga distancia, pero tuvo que acortarla para meterlo en la tela. Entre series le dio tiempo y sitio a un novillo que se pensaba mucho su entrada al muletazo. Sin embargo, Nek Romero a base de oficio y de dejársela puesta en el toreo en línea lo llevó e hizo faena a aquel ejemplar de Juan Manuel Criado que pasaba sin emplearse, dejándose llevar. Lo mató con acierto y aseo.
Chicharro corta la primera oreja de la tarde
Chicharro saludó al terceronde la tarde y primero de su lote, ganándole terreno. Chicharro esperó en los medios al tercero de la tarde, pasándolo sin probaturas, dejando un inicio explosivo con el que hizo vibrar. Después le dio tiempo y sitio para seguir toreando sobre el pitón derecho dejando una tanda dotada de despaciosidad, cuajándole. Cambió al natural, mostrándole con expresión y ritmo, encontrando continuidad y ligazón. Ante la brusquedad, la suavidad de Chicharro que siguió alternando pitones para envolvérselo a su alrededor y cuajar su faena por ambos pitones, tocándolo con firmeza y llevándolo toreado de principio a fin. Aunque tambiéntuvo que tapar muchos de sus defectos, depurándolos en su salida, limpiando los muletazos. Culminó por bernadinas, unos remates por abajo y una estocada en lo alto.
Entrega deslucida con los aceros ante el cuarto
Diego Bastos se estiró con gusto ante el segundo de su lote, un novillo escaso de fuerza con el que se lució. Inicio de rodillas templado que remató por alto para después seguirle por el derecho ante una embestida incierta y deslucida en la que costó encontrar el acople. Siendo muy fiero en la muleta, siguiéndola con poca clase. Le robó los pases a base de raza y mucho oficio. Cambió al toreo al natural, tirando del animal siempre hacia adelante. Siguió alternando pitones, acortando las distancias, estando muy por encima del deslucido cuarto, que aunque tenía fijeza y nobleza su embestida era muy desrazada. Deslució con la espada.
Se lució Nek Romero con el quinto, un novillo que repitió y se enceló en el capote. Se alcanzó la faena de muleta y la inició en los medios, en un comienzo toreado ante un novillo escaso que pasaba a media altura. Sin exigirle en exceso por abajo, llevándolo a la altura que demandaba y dándole tiempo y sitio entre tandas, una tandas cortas, encontró acople. Cambió al natural, adelantandole los vuelos al hocico para tirar de el y llevar metido a un novillo sin final. La faena fue un tira y afloja continuo en el que tuvo que tirar del animal y devolverlo a los medios. Con el pitón derecho, uno a uno se los fue robando, a base de oficio y mucha técnica, levantando la mano y sujetándolo para evitar que se le fuera. Alargó y le costó cuadrarlo, fallando con la espada.
Alejandro Chicharro corta una oreja al sexto
Chicharro saludó al sexto, un toro con movilidad al que había que parar y templar para ordenar su embestida. Tras un gran tercio de banderillas en la que se desmonteraron Jesús Rodrigo «Tito», Juan Carlos Rey y Raúl Ruiz. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes brindó a Tito para después iniciar la faena a pies juntos en los medios, con dos pases cambiados por la espalda con los que metió de lleno al público. Siguió por el derecho en redondo, ligando los pases, dejando una tanda aplaudida en el tendido. Las embestidas eran algo caóticas, faltaba parar y templar con aquel novillo desordenado que deslucía en sus salidas. El de Juan Manuel Criado presentó movilidad y celo pero que también muchas teclas que tocar para llevarlo. Siguió al natural, tirando de uno en uno y girando la muñeca y la cintura al compás. Chicharro desarrolla su faena, imponiéndose a base de mucho oficio y valor. Retomó el derecho, pero ya el animal se iba viniendo a menos, así que intentó lucirse con recursos de su tauromaquia, cerrando con un desplante. Culminó por ayudados por alto a pies juntos para después colocóarlo en suerte y hundir el estoque.
Arganda del Rey. Novillos de Juan Manuel Criado. Los animales fueron deslucidos, dejando pocas opciones, sin finales y con muchas teclas, dificultando la labor de los novilleros, que estuvieron muy por encima de los animales. Diego Bastos, saludos y silencio; Nek Romero, dos vueltas al ruedo y tras aviso; Alejandro Chicharro, oreja y oreja.