16 de septiembre de 2024/Texto y fotos: Patricia Prudencio
Arganda del Rey celebraba una novillada en la que Aarón Palacio, Tomás Bastos y Jorge Ramírez se midieron a los ejemplares de la ganadería de Luis Algarra. Los animales dieron muy pocas opciones, sosos sin celo ni entrega en la tela, dificultando así la labor de los novilleros, que trataron de buscar las teclas para llevarlos. Quizá fue el primero de la tarde el que más clase mostró, pero sin fuerza. Aarón Palacio cuajó su faena al natural, derrochando temple y verdad ante el primero, un novillo noble pero justo de fuerza. Ante el segundo de su lote, encontró muy pocas condiciones que le sirvieran, teniendo que ponerlo todo y darle emoción. Bastos desarrolló una faena de entrega pero que no tomó vuelo ante un segundo novillo desclasado y sin celo. Lo intentó y buscó las teclas con un quinto vacío que simplemente pasaba. Joel Ramírez se entregó y entendió a un tercero complejo y vacío con el que se asentó y lució por el izquierdo. Se impuso al sexto un toro manso pero con chispa que le exigió.
Aarón Palacio saluda una ovación ante un faena de temple
Aarón Palacio pasó de hinojos a «Niñero» en su capote, después se estiró con el a la verónica. Realizó un lucido y variado quite, dando paso al tercio de banderillas. Brindó al respetable y rodilla en tierra lo fue pasando por ambos pitones, probándole y obligándole. Siguió en los medios por el derecho, cerrando la tanda con el de pecho. El novillo pasaba con una limitada alegría, pues tenía clase pero no le sobraban las fuerzas. Palacio optó por llevarlo en línea, siempre con lucimiento. Cambió al natural y pierna atrás girando sobre sí mismo para ligar los pases, llevándolo largo y con mucho temple y naturalidad. El animal perdía las manos, denotando la justeza de sus fuerzas. Se la dejaba muerta en la cara y tiraba de el con cadencia y suavidad. Siguió, toreando con verdad, dándole el pecho Fue a por la espada y culminó al natural por el pitón derecho, para después seguir por luquesinas. Dejó una estocada algo defectuosa pero efectiva.
Bastos, faena de entrega ante un segundo muy deslucido
Tomás Bastos se estiró por verónicas con «Sultán», ganándole terreno y sacándolo a los medios. Por gaoneras realizó su quite, para después protagonizar un lucido tercio de banderillas con pases reunidos. En rodillas y en los medios con un pase cambiado por la espada comenzó su faena. Se levantó y decidió seguir por el pitón izquierdo, llevándole en largo, girándole la muñeca. Montó la muleta y pasaba renqueante e incluso lo desarmó. Tenía una embestida irregulares. Volvió a la cara y de uno en uno a media altura lo fue pasando por el pitón derecho. El novillo era desclasado y sin celo ni entrega por lo que la faena no calaba en el tendido. Alternó pitones sin lograr el lucimiento. Intentó pases invertidos por la espalda aprovechando la nobleza y fijeza del animal. Tomó la espada, se perfiló y hundió el estoque, en una estocada fulminante, pero mal colocada.
Joel Ramírez corta la primera oreja de la tarde
Joel Ramírez paró con una larga cambiada y una afarolada en rodillas a «Rabicano», para después estirarse por verónicas. De rodillas lo pasó por ambos pitones, sin probaturas, para comenzar así su faena. Decidió seguir por el pitón derecho, pero lo pasó hasta perder la muleta. Cambió al natural, pero le costaba atender al cite, así que de uno en uno le fue pasando. Le dio tiempo y al natural le fue bajando la mano logrando pases reconocidos en el tendido, lo estaba entendiendo y tocando las teclas wmque el animal necesitaba. Tenía mejor condición por ese pitón. Tras una buena serie al natural, montó la muleta y dándole el pecho lo citó y aprovechó la inercia. Dejó una buena tanda, enroscándose con el. Con pases invertidos en redondo quiso cerrar su faena cuando en un desplante se vio prendido, sin aparentes consecuencias. Volvió a la cara con raza dejando para dar sus últimos muletazos antes de ir a por la espada. Lo colocó en suerte y hundió el estoque con acierto.
Palacio no termina de redondear su faena con el cuarto
Aarón Palacio recibió con una larga cambiada y un farol de rodillas en el tercio a «Pelotero». Genuflexo, sacándolo y pasándolo por ambos pitones, comenzó su faena. Continuó por el pitón derecho, dejándosela puesta para tratar de ligsr los pases. Cambió al natural, pero había que templar a un animal desordenado, soso y sin clase que simplemente padaba. Retomó el pitón derecho, cruzándose con el y con un toque firme y fijados le fue robando los pases. Le dio tiempo y en línea siguió por ese pitón, dejando pases largos. Acortó distancia y al natural, de uno en uno, le llevaba lejos mientras aguantaba las miradas. Por el derecho había que perderle pasos, tirar y ligar. Logró algunos naturales de enjundia al natural y fue a por la espada. Culminó con unas manoletinas y un estocada sin acierto.
Bastos, sin opciones con el quinto
Tomás Bastos saludó a «Trotón», un novillo que embistió por el derecho, pero que se mostró más incierto por el izquierdo en un recibo de pinceladas. Protagonizó nuevamente el tercio de banderillas con lucimiento. Desde el tercio le fue sacando genuflexo, probándole por ambos pitones para seguir por el pitón derecho, corriéndole la mano. El novillo no se prestaba al lucimiento, así que cambió al natural y de uno en uno le fue robando los pases. El de Algarra pasaba a media altura, sin contenido. Le dio tiempo y volvió a montar la muleta para volver a pasarlo con recursos de su tauromaquia, poniendo el lucimiento que le faltaba al animal. Al natural nuevamente intentó llevarle metido en la franela, intentando que se tragara los pases. Se le metía por dentro y punteaba desluciendo. Dio otra serie por el derecho y fue a por la espada para dejar unas manoletinas muy ajustadas antes de perfilarse con el. Falló con el acero.
Pincha su faena con la espada
A Joel Ramírez le costó encelar a «Precavido» en su capote. Brindó al respetable y genuflexo lo fue sacando a los medios. Por el pitón derecho comenzó su faena bajándole la mano. Llevándole tapadito ligó una tanda aplaudida en el tendido ante un novillo manso pero con chispa. Le dio tiempo y le cambió los terrenos para seguir al natural, perdiéndole pasos para aprovechar la inercia y ligar. Así dejó una serie con clase. Dándole el pecho tiraba de el por el pitón derecho de uno en uno intentando que no viera más que muleta. Las tablas ya las había visto. Seguía el engaño bajo el mando de Joel. Con la muleta planchada y girarando con temple dejó una lúcida serie antes de ir a por la espada. Hizo su epílogo por manoletinas cerrando con el de pecho. Lo colocó en suerte y falló con el acero.
Ficha del Festejo:
Arganda del Rey. Novillos de Luis Algarra. Los animales dieron muy pocas opciones, sosos sin celo ni entrega en la tela, dificultando así la labor de los novilleros, que trataron de buscar las teclas para llevarlos. Quizá fue el primero de la tarde el que más clase mostró, pero sin fuerza. Aarón Palacio, saludos tras aviso y silencio tras dos avisos; Tomás Bastos, saludos y silencio tras aviso; Joel Ramírez, oreja tras aviso y palmas tras aviso.