20 de noviembre de 2025/Suertematador.com

La segunda parte de la temporada 2025 en la Plaza de Toros Alberto Balderas de Ciudad Juárez vuelve a quedar atrapada en el vaivén de decisiones judiciales que, más que responder a la justicia, parecen obedecer a intereses políticos y presiones ideológicas. El Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito ha revocado la resolución del Juez de Distrito y concedido la suspensión provisional de los festejos taurinos, una medida que refleja cómo la política manipula la opinión pública y utiliza los tribunales como escenario para imponer agendas particulares.

No es la primera vez que ocurre: el pasado 16 de octubre los festejos fueron suspendidos y apenas dos días después autorizados nuevamente, tras la intervención de la empresa Espectáculos Monterrey S.A. Este constante ir y venir no solo genera incertidumbre, sino que exhibe lo bochornoso de un sistema que juega con las tradiciones y derechos de los ciudadanos para satisfacer intereses ajenos al bien común.

El comunicado de EMSA denuncia que esta resolución contradice lo establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en diciembre de 2023, pues restringe actividades y derechos previamente reconocidos. La empresa, con autorización vigente, se ve obligada a defender lo que debería ser incuestionable: la libertad de organizar espectáculos taurinos en un marco legal válido.

Lo más preocupante es que, mientras México enfrenta problemas graves que requieren soluciones urgentes, la política se entretiene en manipular la opinión ciudadana y en sembrar divisiones sobre un tema cultural. La afición taurina, que acude con entusiasmo y respeto a las corridas, se convierte en rehén de un juego de poder que nada tiene que ver con la verdadera justicia ni con el progreso del país.

En un país que presume de libertades, resulta indignante que se restrinja el derecho a elegir bajo el disfraz de causas supuestamente superiores. Es vergonzoso que la política, una vez más, se imponga sobre la sociedad, y más aún que esta acepte sin cuestionar tales manipulaciones. La falta de criterio colectivo abre la puerta a que los intereses particulares prevalezcan sobre las necesidades reales de México.