18 de noviembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz
El Auditorio Caja de Música del Palacio de Cibeles ha acogido el I Congreso de Tauromaquia Villa de Madrid, dedicado a la estrecha relación entre la prensa y el toro.
El presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, fue el encargado de abrir el acto, introduciendo este I Congreso, en el que quiso recordar que
Madrid es el lugar donde se cruzan los caminos y que no se puede entender el toro sin la prensa ni la prensa sin el toro. Hizo un repaso histórico para poder meter en contexto a todos los asistentes, pero también hizo referencia a la asistencia de la gente joven. Culminó: «Madrid, toros y prensa, sigamos construyendo nuestra historia compartida».
Aquellas palabras dieron paso a la intervención de José Luis Martínez-Almería, alcalde de Madrid, quien reafirmó su firme compromiso con la Tauromaquia. Por supuesto, también quiso hablar de la lucha y empuje de la Fundación Toro de Lidia. Con este Congreso se refuerza lo que tanto se ha defendido desde su gobierno. Detalló: «Se trata de un orgullo extraordinario, Madrid es el depositario de la mejor cultura en mayúsculas. Además, es un honor y es nuestro deber honrarla y es que en Madrid, además, contamos con la primera plaza del mundo y debemos ejercer la responsabilidad de preservar nuestro patrimonio cultural», prosiguió y culminó: «Este Congreso es un compromiso que no se va a quedar aquí. Disfrutemos de lo que somos».
El periodista Zabala de la Serna tomó el testigo para introducir la primera mesa de debate. Sin embargo, previamente, quiso hacer una necesaria crítica a la situación política actual, la cual trata de asfixiar a la Tauromaquia. «No hay aficionados de izquierdas ni de derechas, hay aficionados y los toros son del pueblo». Continuó hablando de la importancia de que los medios, sobre todo los generalistas, apoyen y defiendan la Fiesta, tema que se iba a tratar a continuación en la mesa «Prensa, tauromaquia y libertad» de la mano de Vicente Ruiz, Julián Quirós, Francisco Marhueda y, por supuesto, Zabala de la Serna.
En aquella mesa se habló del papel que deben jugar los medios en una época en la que los toros estás siendo profundamente atacados. Para ABC, representado por Julián Quirós, que explicó que forma parte de la naturaleza del periodismo y es una de sus pieles y lo llevan dentro. El Mundo, de la mano de Vicente Ruiz, reflejó la gran demanda que existe en torno al mundo del toro, hablando del crecimiento exponencial de la sección taurina del medio.
Sin embargo, también se planteó la posibilidad de abrirse la información y acercarse al nuevo público asistente. Explicaron que los medios se están traformando hacia nuevas propuestas narrativas. Tienen que incorporar nuevos elementos, pero sin perder importancia ni peso la crónica taurina. Además, ven positivamente apoyarse en redes sociales y otros elementos, pero se ven obligados a comunicar de otras formas, puesto que la gente joven consume otro tipo de canales, contenidos y formatos.
No se desaprovechó la oportunidad para hacer un llamamiento, solicitando que los medios pudieran acceder a mayor cantidad de contenido, siendo menos restrictivos quienes lo desarrollan.
También hubo referencias a lo que Marhuenda denominó como «el.síndrome Disney», una tendencia animalista que se ha llevado al extremo. Algo que también se ha traducido a la política, convirtiéndose en una aversión por la Fiesta que se radicaliza. Una mentalidad llena de incongruencias a base de un animalismo selectivo.
Culminaron hablando de retos y del futuro de la Fiesta. Todos los intervienentes coincidieron en que la gran batalla debe librarla el sector. Apuntó Marhuenda: «La clave para que la Fiesta sobreviva es la sansabilización».
Tras una breve pausa, se procedió a guardar un minuto de silencio por los recientemente fallecidos, Álvaro Domecq Romero y Ana Maria Bohórquez.
Además, después del descanso se le entregó el reconocimiento de la Fundación Toro de Lidia al periodista y escritor, Luis María Ansón, por su incondicional defensa de la Tauromaquia. A sus 91 años asegura seguir trabajando, «soy un obrero de las palabras» y no solo con eso, dio toda una lección magistral de sabiduría y experiencias. Comentó: «Los toros exigen el reconocimiento de lo que ha significado desde el mundo de la inteligencia, los grandes intelectuales reflexionaron sobre este arte». Habló también del peso que tiene la simbología del taurina en todo el mundo y en todos los ámbitos, de la significación profunda que tiene el mundo de los toros.
Después de aquel emotivo reconocimiento, en el que hubo un auténtico repaso histórico de la Tauromaquia, se dio paso a la segunda mesa, bajo el nombre «Toros y Prensa: hoy (y mañana)». Esta quedó reducida en un mano a mano entre Javier Mardomingo, como moderador, y Paco Aguado, periodista y contador de historias, tal y como él se define.
Aguado repasó sus inicios y su dilatada trayectoria. Después de haber hecho su semblanza, explicó que uno de los principales problemas que tienen los periodistas son las prisas, «creo que hablar de toros, al igual que torear, debe de ser despacio. Escribir bien de toros ahora es difícil, hacer una buena crónica que se quede en la memoria es sumamente complejo. Hay hechos que necesitan una buena maduración, pero ahora con las nuevas generaciones, que no tienen una educación basica, hay que explicarles ciertas cosas en mayor profundidad, hay que trasladarles las claves de lo que se está viendo». Prácticamente, no encuentra semejanzas entre el periodismo que se hacía antes con el que se hace ahora, puesto que había mucho más respeto y menos prisas. «Era una época distinta y también había una afición muy buena».
Se debatió sobre la presencia de los profesionales en los medios televisivos o programas de máxima audiencia y Aguado habló claro, «aquí el problema somos los propios taurinos», porque las críticas que habría respecto a esos programas no serían superadas por el reconocimiento y felicitaciones por haber apostado por la Fiesta. Por ese motivo ensalzó la labor de Antonio Lorca o «Tendido Cero», manteniendo la audiencia sin apenas medios. Además, criticó los contratos por los derechos informativos, limitando así el alcance de la Tauromaquia, «estamos tapando el toreo y lo que necesitamos ahora es difusión».
Se retomó el I Congreso de Villa de Madrid después del correspondiente parón para comer. Se hizo con la tercera mesa, con el nombre «Columnismo y Tauromaquia», que fue presentado por Juan Lamet y contó con la presencia de María José Solano, José Peláez y Diego Garrocho.
En esta mesa se trataron temas como la reactiviación de la temática taurina, apelando a los grandes escritores, que tantas veces se han tomado de referencia. También se habló del toro como cultura, a pesar de que, como es natural, haya mayor o menos afición. Pidieron no caer en la trampa ni dar por hecho que esto pertenece a un tipo de gente muy concreta, pues pertenece al pueblo, con independencia política. También piensan que los tiempos están cambiando y que los toros suponen una escuela moral y nos comunica con la historia.
Garrocho quiso sacar a relucir que hay dos grandes temas que conviven con el toro, como son la defensa de la valentía y exposición de la muerte. «Los toros resultan incómodos porque instruyen en la valentía y es muy difícil manipular a una sociedad instruída en la valentía. La valentía se trata de conciliar con el miedo, por eso los toros siempre me han sido útiles, porque he visto hombres mucho más valientes que yo. Aquello lo pude trasladar a mi vida personal», exponía el filósofo.
Además, también apuntaba José Peláez: «Tanto para torear como para escribir, si se tienes miedo, te has confundido de profesión». Aquella reflexión dio paso al debate sobre el empobrecimiento del vocabulario taurino, perdiendo en parte su esencia.
Culminaron hablando de Morante de la Puebla, preguntándose por su ausencia, por el ¿y ahora qué?. Sin embargo, muchos ni se plantean la cuestión, pues tienen esperanza en que regrese. También piensan que surgirán nuevas fuentes inspiración.
Le siguió la cuarta mesa, moderada por el periodista Carlos Ruiz Villasuso y protagonizada por el ganadero Álvaro Núñez, el matador de toros Espartaco y el empresario Rafael García Garrido. Villasuso los presentó y dio paso a cada uno de los intervinientes, hablando de los objetivos que tiene cada uno desde sus diferentes posiciones del sector y puntos de vista.
Espartaco considera que los medios tienen la capacidad para contar todo lo que sucede en el festejo, pero recalaca que lo más importante es tener esa conexión y capacidad de transmitir. «Hay que contar muchas más cosas, incluso las que suceden fuera de la plaza». En cuanto a la nueva forma de comunicar y la aparición de redes sociales, piensa que el torero siempre ha sido cercano, sobre todo con la prensa, estando a disposición cuando se les solicitaba. Sin embargo, ahora la comunicación con los toreros se ha hecho más distante y compleja. «Pienso que la cercanía es la que hace que después te conozcan en la calle y, por lo tanto, llevar mas gente a la plaza. El toreo en sí se ha alejado un poquito del pueblo, pensando que el torero es un ser superior». Culminó diciendo que a los periodistas hay que tenerles miedo, porque si los toreros han llegado a ser algo y la gente le ha dado importancia a lo que han hecho, ha sido gracias a lo que los periodistas han dicho.
Álvaro cree que aunque el toreo haya vuelto a estar de moda, existe un distanciamiento real de la sociedad y eso lo paga el sector. En cuanto a este tema, piensa que la mejor manera de llegar a la gente es pasarse al toro cerca y asegura que no habrá figuras del toreo si nadie les conoce.
Por su parte, Garrido expuso: «Nosotros hemos sido pioneros y se hace un gran trabajo de acercamiento y promoción, pero la sociedad sigue estando distanciada de la Tauromaquia. Tenemos motivos para la esperanza, porque el toreo se está posicionando entre los jóvenes y se está creando un caldo de cultivo para muchos años». Además, considera que lo que falta es profesionalización, ya que la labor de los toreros va más allá de lo que hace en la plaza. Para explicarlo, puso el ejemplo de los deportistas, que además de jugar, se hacen fotos, firman autógrafos, etc. «La responsabilidad es compartida y debe haber una renovación del escalafón para que pueda haber nuevas figuras, por eso los medios deben colaborar y contribuir a ello», reflexionaba sobre la necesidad de hablar de nuevos toreros.
Carlos Ruiz Villasuso quiso añadir: «El sector debe tomar conciencia de que hay que darle algo tangible a los medios para que puedan cumplir con su función de visibilidad y comunicar». Por ello reflexionó sobre cómo se van a poder mantener los medios, puesto que la prensa no vive del aire, sino de los ingresos. Es un problema que no se pone encima de la mesa.
Se reconoció que falta una estructura y un orden en el sector, por eso ahora se está en el momento idóneo para poder hacerlo.
El broche de oro lo puso Vicente Zabala de la Serna, haciendo un breve repaso de lo ha sido esta intensa e interesante jornada taurina del I Congreso de Tauromaquia Villa de Madrid. No sabría con qué quedarse de todo lo vivido, puesto que los debates han sido amplios y se han abordado algunos de los problemas para la prensa. Zabala de la Serna es muy claro, «sin la prensa no existimos y hay que darle educación taurina a los jóvenes».
Culminó Chapu Apaolaza a través de la reproducción de un video en el que incluso parafraseó a Búfalo y Juncal. Al vídeo le siguió la intervención de Marta Rivera de la Cruz, delegada del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid. Rivera de la Cruz hizo una semblanza de todo lo que había reunido y conseguido con este I Congreso de Tauromaquia Villa de Madrid. Hizo además una defensa de la Fiesta, hablando de la gran afluencia de público a las plazas, siendo determinante, pues «no podrán suprimir una de las tradiciones más ricas y arraigadas» y continuó: «Madrid es donde se escribe la historia de la lidia, donde las figuras vienen a triunfar».