Muchos son los llamados y pocos los elegidos. Lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Es más fácil ser papa que figura del toreo.
3 de diciembre de 2025/Pablo López Rioboo
Estas son algunas de las múltiples frases que se utilizan en el mundo del toro para frenar esa efervescencia de aquellos jóvenes que parecen destinados a convertirse en figuras antes de tiempo. El caso de Marco Pérez no es distinto al del resto, porque las condiciones para llegar a ser un espada importante dentro del escalafón de matadores de toros las tiene; pero el devenir de su carrera —muy protegido en su etapa novilleril— y su colocación en carteles de figuras nada más tomar la alternativa, aún sin un triunfo apoteósico como novillero en plazas como Madrid -donde incluso se encerró con seis novillos- o Sevilla que constatase dicha posición, siembra la sombra de la duda de cara a un inicio de 2026 decisivo en su carrera.
Desde niño, el salmantino llamó poderosamente la atención de los aficionados por su precocidad y su ilusionante concepto del toreo. Tomó las riendas de su carrera el francés Juan Bautista, quien poco a poco fue moldeando a un joven que sorprendía con cada paso que daba. El 3 de abril de 2022 hizo su presentación en suelo español, ya anunciado en un cartel de figuras en Granada. Se le hizo un hueco en Sevilla, en el tradicional festival del 12 de octubre, fecha en la que paseó un rabo en una faena impropia para un becerrista. Debutaría sin picadores en Aguascalientes (México), volviendo a sorprender a propios y extraños en su debut en Las Ventas, el Día de San Isidro, en una clase práctica matinal donde paseó cuatro orejas.
Ya en 2023 debutó con los del castoreño en Istres, en un festejo mixto, anunciándose en 2024 en plazas de primera categoría como Arles, Córdoba, Mont-de-Marsan o San Sebastián, esta última junto a Pablo Hermoso de Mendoza y Morante de la Puebla. Olivenza, Alicante, Santander, El Puerto de Santa María, Gijón, Ciudad Real, Salamanca (festejo mixto con Pablo Hermoso y Ponce) o Murcia fueron algunas de las plazas de segunda donde el joven novillero debutó con picadores.
Una campaña en la que, pese a acartelarse con novilleros y matadores de toros, rehuyó torear en las principales ferias de novilladas, aquellas que dan gloria y verdad al escalafón menor, algo que el aficionado no entendió. Una serie de ferias que se desarrollaban principalmente en el mes de septiembre, quedando sin debutar en cosos como Arganda del Rey -en este caso por percance-, Calasparra, Villaseca de la Sagra, Algemesí o Arnedo, entre muchos otros.
Una temporada de 2025 en la que debutó en plazas como Valencia, Zaragoza, Sevilla o Madrid, esta última en una encerrona en la que no tuvo suerte con el ganado elegido. Un paso por la primera plaza del mundo con el trago de la encerrona, pero sin esa competencia tan necesaria con sus compañeros de escalafón, esos con los que sí se midió en Olivenza, Toledo y en las ya citadas Valencia, Zaragoza y Sevilla.
Y todo ello en un contexto voraz, en el que había jóvenes que venían arreando y que hubieran sido una gran piedra de toque para el salmantino antes de su alternativa en Nimes. Se rehuyó de novilladas en terna, siendo muchos festejos en mano a mano o en formato mixto. Tras su alternativa en Nimes, han sido 30 las corridas de toros que ha toreado un espada que se perdió más de un mes de temporada tras el duro percance de Alicante.
Su temporada ha ido de la mano de figuras y toreros asentados en las ferias como Morante de la Puebla, Alejandro Talavante, Emilio de Justo, Juan Ortega o Borja Jiménez, entre otros, pero también de espadas jóvenes muy del gusto del aficionado como David de Miranda (uno de los toreros revelación de la temporada), Diego San Román o Ismael Martín… esos que deben jugar un papel importante la próxima campaña.
Dentro del escalafón, y más si hablamos de toreros jóvenes y con hambre, es esencial ver una competencia directa en el ruedo entre esos espadas que están en boca del aficionado. Evidentemente, al gozar de menor cartel (en relación con el tirón taquillero), es importante que estos entren en carteles con figuras para que el gran público empiece a tenerlos en cuenta. La apertura de carteles es vital para la fiesta, al igual que la de ganaderías que le den un plus a esas tardes.
Plazas como Madrid —por la amplitud de carteles que se dan durante San Isidro— son claves para la explosión de esos jóvenes, porque el toreo debe mirar hacia el futuro y no hacia el presente más inmediato; de lo contrario, sufrirá ese temido estancamiento. También deben sumarse Valencia, Sevilla o Bilbao, por poner tres ejemplos: cosos en los que esos toreros deben ir bien arropados, al ser abonos que acusan más la falta de remate en la confección de los carteles al no contar con una base tan sólida de abonados.
En 2023 fue El Juli; en 2024, Enrique Ponce y Pablo Hermoso de Mendoza; este 2025 ha sido el turno de Morante de la Puebla. No quedan muchos años para que esos espadas que sobrepasan la veintena de años de alternativa vayan pensando en dar paso al lado. Pero, para que eso ocurra, tanto las figuras como los empresarios deben dar cabida en sus carteles a toreros que están en boca del aficionado, para una vez llegado ese relevo no tenga tanto impacto en taquilla.
Marco Pérez estará anunciado en 2026 en prácticamente todas las plazas de relevancia, estando marcada en rojo su confirmación en Madrid. Pese a llevar menos de un año de alternativa, llegará al mes de marzo con unas 50 corridas a sus espaldas tras la campaña americana, situación totalmente distinta a la de muchos compañeros con incluso mayor tiempo de alternativa. Que necesita tiempo de rodaje para asentarse, de eso no hay duda; pero no es menos cierto que, desde su paso al escalafón de matadores de toros, ha gozado de la oportunidad de anunciarse en un amplio abanico de ferias.
Por todo ello, y sin miedo a poner sobre la mesa este tema, hay que exigirle ese paso más, buscando la rivalidad diaria y evitando acomodarse en el escalón ganadero que aún no ha subido. Evidentemente, todo lleva su proceso. Pero el tiempo corre, y más en esta época de inmediatez y falta de paciencia. Otro cantar es su decisión de si confirmará o no alternativa el próximo San Isidro… (CULTORO).