Don José fue destacado novillero en los años 30, poeta, catedrático del IPN en la Ciudad de México, dramaturgo, actor, charlista, taquero y un gran amigo
12 de enero de 2021/Adiel Armando Bolio
Este martes 12 de enero de 2021 se cumple el XXIV aniversario luctuoso de quien fuera un gran personaje de la Fiesta de los Toros, destacado novillero en la década de los años 30 en el siglo XX, poeta, catedrático del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la Ciudad de México, dramaturgo, actor, gran charlista, estupendo taquero y un enorme amigo, don José “El Negro” Muñoz, quien dejara de existir a los 88 años a consecuencia de un paro respiratorio en la capital del país, según nos lo recuerda su sobrina, la reconocida periodista Bernardo Muñoz.
Hermano de otro no menos famoso personaje del ambiente taurino, pintoresco torero, poeta y colega innovador en el sistema informativo, don Jesús “El Ciego” Muñoz, don José Carmen Muñoz López nació el 5 de octubre de 1909 en Salamanca, Guanajuato.
En plena época post revolucionaria “El Negro” Muñoz llegó a la Ciudad de México acompañado de su familia y a partir de ese momento su vida cambió radicalmente.
Ya instalados en la capital de la República Mexicana, José conoce a la palomilla de torerillos de la plazoleta de Santa Ana del barrio bravo de Peralvillo. Al principio criticaba mucho la manera de vestir de estos chavales, con alpargatas, pantalón untado, camisa y cachucha a cuadros echada de lado sobre la ceja y pañoleta al cuello y, que después adoptó.
Ahí entrenaban toreros como David Liceaga, Edmundo “El Brujo” Zepeda, Ricardo Torres, Primitivo Leal, Rodolfo Rodríguez “El Rorro” y los que serían magníficos subalternos de a pie, Manuel González “Pinocho” y Pedro Ortega “Pedrote”, quienes más tarde ocuparían un lugar importante dentro de la Fiesta de los Toros.
El mismo “Negro” Muñoz cuenta que en la primera vez que presenció una corrida conoció a su entrañable amigo y pareja novilleril Alberto Balderas “El Torero de México”, llamados ambos discípulos del maestro Samuel Solís y ahijados del gran Rodolfo Gaona.
Muñoz y Balderas se presentaron en el Toreo de la Condesa la tarde del domingo 27 de marzo de 1927, dentro de un festejo extraordinario del serial menor en la despedida de los diestros Samuel Solís y Carlos Lombardini, además de la actuación del entonces becerrista David Liceaga. En esa campaña, “El Negro” Muñoz sumó siete novilladas.
Ese mismo año, Balderas y Muñoz viajaron a España para que el día 30 de junio debutara “El Negro” en el coso de “Vista Alegre” de Carabanchel (Madrid) y una semana después haría lo mismo su compañero de andanzas.
José Muñoz tomó la alternativa en Tepic, Nayarit, el 16 de diciembre de 1934, de manos de Alberto Balderas, con toros de Calderón.
En aquel viaje a la Península Ibérica de 1927 conoció y se hizo amigo de varios jóvenes intelectuales de ideas y pensamientos vanguardistas llamados entre ellos “La Generación del 27” como Federico García Loca, Rafael Alberti, Jorge Bergamín, Miguel Hernández y Antonio Machado, todos ellos influyentes en su gusto por las letras y la bohemia.
Años más tarde, el torero salmantino, dramaturgo, actor y vendedor de tacos a las afueras de la Monumental Plaza México, conoció al licenciado Julio Téllez, quien luego de estrecha relación de amistad, lo invitó a declamar en las aulas del IPN, logrando causar admiración por su exquisita interpretación y prodigiosa memoria.
Posteriormente, el mismo licenciado Téllez lo indujo a colaborar en el programa televiso “Toros y Toreros” de Canal 11, en el IPN, desarrollando una crítica amable y serena por sus amplios conocimientos sobre la técnica taurina.
Ahí, en el Cine Club Politécnico, conoció a su amigo el director de cine Julio Ibáñez, quién al ver su capacidad actoral, lo llamó a participar en la película “La Generala”, última cinta donde actuó María Félix y grandes actores de su tiempo. Aunque José era solo un extra, tuvo imágenes destacadas durante el rodaje.
Antes de ello, fue invitado por el realizador Mario Sevilla para actuar en “Calpuleque”, obra que fue montada en El Palacio de Las Bellas Artes de la Ciudad de México.
Es así como recordamos con gran afecto y respeto, quienes tuvimos la gran fortuna de conocerlo y aprender de él cada vez que llegábamos a su puesto de tacos que se ubicaba en las afueras de la Monumental Plaza México, exactamente en la esquina de las calles Augusto Rodín y Maximino Ávila Camacho, al inolvidable José “El Negro” Muñoz, quien como novillero tuvo una gran historia en el coso “El Toreo” de la Condesa al haber actuado ocho tardes en 1927, cuatro en 1928, tres en 1929, cinco en 1930, una en 1932, tres en 1933, una en 1934 mientras que su hermano Jesús toreaba cinco; dos en 1935 en tanto que Jesús lo hacía tres y una más en 1937. En total 28 novilladas en 10 años.