Sucedió durante la Temporada de 1953 cuando el éxito del novillero Rubén Salazar y de la dehesa de Miguel Franco se combinó con un gran incendio
13 de junio de 2021/Adiel Armando Bolio
Este lunes 14 de junio de 2021 se cumplen 68 años de que se diera un insólito acontecimiento en la historia de la Monumental Plaza México en el que se combinaron el triunfo y la tragedia.
Fue durante la décima tercera novillada de la Temporada de Verano de 1953, número cabalístico, cuando el novillero aguascalentense Rubén Salazar le cortara las orejas al estupendo astado llamado “Farolito”, de la dehesa de Miguel Franco, segundo novillo del festejo, que mereció los honores de la vuelta al ruedo a sus restos.
Hasta ahí, según reza el libro “La Fiesta Brava en México y en España” del que fuera reconocido historiador don Heriberto Lanfranchi, todo era “miel sobre ojuelas” cuando en las afueras de la plaza se suscitó un pavoroso incendio que destruyó varios restaurantes, por lo que la lidia del quinto y sexto astados pasó de hecho inadvertida al estar invadidos los tendidos por una espesa nube de humo, de ahí que los aficionados tuvieron dificultad para apreciar bien lo que sucedía en el ruedo.
Cabe recordar que el espada acalitense Rubén Salazar, gran amigo del matador de toros sevillano Paco Camino, en esa campaña de 1953 en el gran coso de Insurgentes junto con sus colegas Antonio del Olivar y Eliseo Gómez “El Charro” encabezaron la lista de novilleros actuantes al sumar cada uno ocho paseíllos, ellos añadidos al único que hizo en 1952, el día de su debut en tal ruedo, 18 de mayo, al lado de Joselito Méndez y el estadounidense San James, siendo el novillo de su presentación “Barrilito” de Peñuelas; otros tres en 1954, dos en 1955 y dos más el mismo año en El Toreo de Cuatro Caminos y una tarde más en la Monumental Plaza México en 1958.
En 1957 estuvo en España para lograr debutar en el coso Monumental de Las Ventas de Madrid el 19 de marzo yendo en el cartel con Antonio León y Ruperto de los Reyes para lidiar ganado de El Jaral de la Mira, además de tocar plazas como Barcelona y Cartagena, pero la anulación de las relaciones taurinas entre México y España hizo que no tuviera una significativa campaña.
Ya en suelo nacional y tras una campaña más en la Monumental Plaza México, accedió a la alternativa en el coso “San Marcos” de Aguascalientes el 1 de mayo de 1960 cuando Luis Briones, ante la presencia de Joselito Torres, le cedió el primer astado de la tarde, de la ganadería de Garabato.
DATO
Un total de 15 novilladas, de 1952 a 1958, llegó a torear Rubén Salazar en la Monumental Plaza México, siendo su mejor temporada la de 1953