16 de febrero de 2022/Luis Ramón Carazo
El sábado 12 de febrero de 2022, fue una fecha especial en el calendario de la ganadería de Rancho Seco, el tiempo vuela y en el caso de la ganadería tlaxcalteca ha transcurrido un siglo, desde la fundación por la madre de Sergio Hernández González, doña Beatriz Carvajal y su hermana Cristina, con reses de Zotoluca -que se inició en 1908 a su vez con ganado de Tepeyehualco y Piedras Negras- en Tlaxco.
Con el transcurrir de los años, Beatriz queda como única propietaria y agrega reses de Piedras Negras, que recibió como herencia. Su debut en El Toreo de la Condesa, fue el 29 de junio de 1929, con una novillada para Carnicerito de México, Esteban García y Luis Peláez.
En 1931, se casa Beatriz con Carlos Hernández y él se hace responsable de la ganadería, en 1938, importó ganado español de Carmen de Federico -encaste Murube- siendo además, el último ganadero en hacerlo por las restricciones sanitarias en 1945, además de la ganadería mexicana de Zacatepec y es hasta 1997, que se abrió la posibilidad de importar ganado español a México y fueron, Marcelino Miaja y Chafic Handam, con un grupo de ganaderos entre otros, Eduardo Martínez Urquidi y Arturo Jiménez Mangas, quienes lo hicieron realidad, después de muchos esfuerzos.
Muchos han sido los éxitos de la ganadería tlaxcalteca y en 1977, a la partida a la Gloria de su señor padre, Sergio Hernández González se hace cargo de la divisa caña y rojo. Con grandes críticas de sus paisanos ganaderos, agregó reses de Javier Garfias y le dio un giro al estilo de la embestida de sus astados.
En 1997, importó Sergio ganado de Murube y Santa Coloma, apoyándose en la actualidad con sus hijos: Francisco y Sergio Hernández Weber, quienes, serán los sucesores responsables, con el tiempo de mantener el prestigio ganado por sus antepasados, con base en la seriedad y la congruencia.
Por dar algunos datos históricos, la alternativa de Fermín Rivera el 8 de diciembre de 1935, fue con el toro “Parlero” en El Toreo de la Condesa, el padrino fue Armillita y el testigo el torero español, Fernando Domínguez -tío de Roberto, brillante matador y hoy en día apoderado de Roca Rey- su embestida codiciosa -rezan las crónicas de la época- fue y diría sigue siendo principal característica de la divisa.
Así que, a partir de 1983, don Sergio Hernández González refrescó la ganadería con vacas y sementales de Garfias, además de que, sus hijos, en 1989, Francisco de Paula y Sergio Hernández Weber, adquirieron la parte de su tío Carlos, para nombrarla Cuatro Caminos a partir de 2001. Y, en 1997, al abrirse la frontera para la importación de ganado bravo español, Sergio Hernández González decidió evocar lo que hizo su padre y, con el apoyo de sus hijos, trajo sangre de Murube y Santa Coloma para combinarla con la del toro mexicano.
En la corrida de toros, por el centenario de la creación de la tlaxcalteca ganadería de Rancho Seco en México, el triunfador fue el aguascalentense Diego Sánchez, que recibió dos trofeos y salió en hombros con el ganadero y el caporal, después de una muy estructurada faena a “Cacho Noble”, fijo y con recorrido.
Hubo trofeos para Gerardo Rivera y al igual que para Gerardo Adame, homenaje de arrastre lento por su nobleza, para dos astados tlaxcaltecas y Juan Luis Silis, Juan Fernando al tercio, José Luis Hermosillo vuelta, pusieron voluntad; pero no hubo de piña para el trio. El encierro fue muy completo en presencia y comportamiento, celebraron a lo grande.
El domingo 13, novillada de Villar del Águila, propiedad de Javier Sordo Madaleno Bringas, que resultaron Eduardo Neyra recibió aplausos, el yucateco Jussef vuelta al ruedo, en su primero en que interpretó El Tancredo; quién a su vez, hace muchos años, copió el español al mexicano El Orizabeño.
Sumó para Tlaxcala un trofeo más Alberto Ortega, con una actuación convincente y decidida con el cuarto de la tarde.
Para el próximo domingo 20 de febrero a las cuatro y media de la tarde, se dará la última corrida de los festejos inaugurales de La México, con el rejoneador portugués Paco Velásquez y los Forcados Amadores de México, con un toro da ganadería por definir, el aguascalentense Arturo Macías, el potosino Fermín Rivera y el aguascalentense Diego Sánchez; con toros de la queretana ganadería de Barralva.
Y cerramos abrazando a los que tuvimos la fortuna de conocer al doctor Humberto Ruiz, especializado en rehabilitación, eminencia médica y gran aficionado al toreo, miembro de los de la Peña, los de Armillita, Garza y Silverio; En la Gloria nos espera un genial médico y una gran persona.