Torero, Buen Amigo, Hasta Siempre
24 de enero de 2023/Texto y foto: Adiel Armando Bolio
El ruedo del legendario coso “San Marcos” de Aguascalientes, en una tarde fresca y bajo un cielo impoluto, fue el melancólico escenario este martes 24 de enero de 2023 para que, bajo el montaje de la empresa “Toros sin Fronteras”, que encabezan Israel Castorena Padilla y su señora esposa Nancy González y, el colega Ramón Ávila, gracias a las facilidades que dio la coordinación operativa del inmueble, perteneciente a la organización “Espectáculos Monterrey” (EMSA), se efectuó la sentida ceremonia de último adiós al matador de toros Roberto Galán Fernández, fallecido el reciente viernes 13 del mes en curso en la misma capital acalitense.
Así que, en punto de las cinco de la tarde y, ante una nutrida asistencia de familiares, amigos, toreros, alumnos y maestros de la academia taurina local, en formato de festejo taurino formal, se dio el homenaje póstumo a Galán, es decir, dividido en tres tercios, contándose, en el palco de la autoridad, con el juez de plaza César Pastor y de su asesor Roberto Ramírez “El Oriental”, además de la participación de la orquesta sinfónica municipal dirigida por el reconocido maestro Ismael Rodríguez Negrete, dividiendo los tercios con especiales paso dobles y, del cuerpo de monosabios de la plaza, todo bajo la conducción del colega Ramón Ávila.
Se dio entonces el toque de inicio de festejo para que por la puerta de cuadrillas aparecieran los padres de Roberto, don Germán y doña María Antonia, su viuda Karla y sus hijas Lidia y Alondra, quienes llevaban la urna con las cenizas del añorado espada y, detrás de ellos, matadores, la academia taurina y los monosabios, todos haciendo el paseíllo.
Durante la sentida reunión, en esos tres tercios, los monosabios mostraron mismo número de cartelones que rezaban una frase en honor a quien fue, sin duda, buen hijo, buen esposo, buen padre, buen torero, buen compañero de profesión y, sobre todo, buen amigo, “Torero”, “Buen Amigo”, “Hasta Siempre”.
Quienes tomaron la palabra, en extremo sensible, Manolo Ayala, José Miguel Jiménez, Pedro Rangel Gutiérrez, el novillero ecuatoriano Rodrigo Villegas y el propio colega Ramón Ávila, dieron cuenta de la personalidad positiva del torero tanto dentro como fuera del ruedo, además del padre Rafael, párroco del templo de la Purísima, quien llevó a cabo la ceremonia de bendición de la urna con las cenizas del malogrado diestro, ubicadas en un altar que se colocó exprofeso con artículos taurinos de Roberto.
Vino entonces la emblemática última vuelta al ruedo de todos los asistentes acompañando la citada urna bajo las representativas y emotivas notas musicales de “Pelea de Gallos” y “Las Golondrinas”.
Roberto Galán Fernández, de quien me jacto haber sido su amigo durante 20 años, fue un matador de toros nacido en Madrid, España, adoptado por México, concretamente por Aguascalientes, de vocación torero, pero, sobre todo, un relevante profesional de la amistad. Descansa en paz hermano.