10 de diciembre de 2019/Luis Ramón Carazo

El licenciado Alberto Baillères González desde muy niño se aficionó a los toros, en alguna ocasión relaté que su domingo lo invertía en pagar la localidad del jardinero de su casa, quién lo llevaba al Toreo de la Condesa dado que el crío por su corta edad  pasaba al general de sol, gratis.

El promover el toreo por quién es uno de los más importantes hombres de negocios de México, es encomiable y estoy seguro que sus muchas contribuciones a preservar lo que tanto lo ha ilusionado en su vida, nacen de sus años de niñez en los que ir a una corrida le daba pila para llegar hasta el próximo domingo.

En 1969 adquirió el rancho Begoña propiedad de la familia Martínez Vértiz en Doctor Mora, en Guanajuato y formó con reses de San Mateo su primera ganadería, posteriormente en honor a su esposa, registra Santa Teresa y en 1972 adquirió de Don Luis Barroso Barona la exitosa ganadería de San Miguel de Mimiahuápam.

Adquirió la de San Martín en México, en 2012 de los herederos de Chafic Handam y en 2014 en España, la legendaria ganadería de Zalduendo.

Por diferentes caminos y por más de 50 años, ha transitado en el espectáculo taurino como ganadero, empresario y apoderado, su último encierro que envió a La México, fue el 5 de febrero de 1997 con 4 toros de San Miguel de Mimiahuápam y de Begoña.

En aquella tarde de aniversario, se gestó en el ruedo lo que llamé: “El baño oceánico” Por la triunfal actuación de Eloy Cavazos quién se fue en hombros tras obtener tres trofeos y ninguno Joselito, Enrique Ponce y Miguel Espinosa, Armillita.

El año ganadero taurino 2019 para la casa Baillères es espectacular en resultados,  tanto en México como en España, su productividad medida por el número de trofeos y reconocimientos es muy alta y destacar los indultos conseguidos por las ganaderías de la casa en México que ascienden a cinco hasta la fecha y dos de Zalduendo en España.

Llegar a esos resultados es trabajando e innovando, aplicando técnicas modernas como la digitalización y, la consolidación de las nuevas técnicas de manejo y alimentación, estudiando exhaustivamente la genética y las calificaciones de los toros y las vacas para lograr producir un animal que goce de los atributos que satisfacen el equilibrio de acometividad embistiendo en rectitud, con un desplazamiento en el recorrido uniforme e idealmente, al meter la cara, humillando.

En España 5 años después de haber comprado la ganadería a Fernando Domecq quién este año, desafortunadamente se nos adelantó en el paseíllo de la vida, se vuelve a codear Zalduendo con las ganaderías como Núñez del Cuvillo, Victoriano del Río, Garcigrande y Jandilla, medido por el porcentaje de orejas por toro lidiado. En indultos se ubicó solamente detrás de la ganadería de Justo Hernández,  Garcigrande.

Recuerdo con especial emoción la tarde del 1 de junio en Las Ventas y la gran tarde de Antonio Ferrera, torero de la casa quién muy bien aprovechó a Bonito y a Cítaro en sus grandes cualidades, tejiendo dos grandes faenas que le valieron  para salir triunfador y en hombros de la afición madrileña.

La última corrida completa lidiada por Begoña en La México, fue el 4 de febrero de 1996 dentro de las Corridas de Aniversario número 50, con un cartel conformado por Miguel Espinosa “Armillita”, José Miguel Arroyo “Joselito” y Fernando Ochoa quien confirmaba la alternativa esa tarde.