26 de enero de 2020/Alejandro Escárcega
En la décimo cuarta Corrida de la Temporada Grande 2019-2020 de la Monumental Plaza de Toros México, se lidió un encierro bien presentado pero soso y descastado de la ganadería de Villa Carmela, ante una mala entrada en una tarde gélida y ventosa, para el buñoli Antonio Ferrera y los aguascalentenses Arturo Macías «El Cejas» y Luis David Adame.
Abrió el festejo Antonio Ferrera (sangre de toro y oro) con «Deseado», número 86, negro bragado y bien puesto con 541 kilogramos y nacencia en junio de 2015, al que veroniqueó y remató con un recorte, llevó hacia el caballo y quitó por caleserinas. Le brindó a «El Cejas», para muletear por alto y derechazos a media altura a un toro débil, un cambiado de mano y naturales en el mismo tenor, por lo que atinadamente cortó por lo sano dejando una caída estocada para escuchar conventual silencio
Con «Chikis», número 200, negro bragado meano y cornivuelto con 519 kilogramos y nacencia en abril de 2015, hizo una faena evocando al difunto tlaxcalteca Rodolfo Rodríguez «El Pana», utilizando sus avíos, larga cambiada de hinojos en tablas y de pie, veroniqueó, llevó hacia el caballo por chicuelinas. El banderillero Gustavo Campos se desmonteró en el tercio después de dejar dos buenos pares de garapullos. Con la pañosa salió a por todas, para hacer una faena a un toro soso y descastado, finiquitándolo de una certera estocada en los terrenos naturales para cortar dos orejas, que le otorgó el Juez de Plaza Don Enrique Braun y su Asesor Don Conrado Garcia Moreno, y le entregó el alguacilíllo José Julián Ayala.
Arturo Macías «El Cejas» (canela y oro) con «Consentido», número 199, negro bragado axiblanco y cornivuelto, el cual se astilló los dos pitones al ser entorilado cuatro horas antes y ser protestado por el público al brincar al ruedo, y bregado por el aguascalentense. Le brindó al escaso cónclave capitalino y con su férula en la pierna derecha hacer un trasteo tesonero a un toro que le regateó las embestidas, y con el acero, estocada y un par de descabellos con un entreverado aviso para escuchar silencio.
Con el quinto, «Ruidoso», número 192, cárdeno obscuro bragado meano nevado axiblanco y cornivuelto tocado del derecho con 556 kilogramos y nacencia en mayo de 2015, nada que comentarles con el percal. Cristian Sánchez al tercio por sus banderillas y al dejar el tercer par, Ferrera le hizo un torerisimo quite poniendo de pie al tendido. Brindó a todos, pero al no tener materia prima poco o nada pudo hacer, pinchazo y estocada con dos avisos para escuchar palmas.
Luis David Adame (malva y oro) con «Mata Cuervos», número 169, cárdeno obscuro bragado meano nevado y cornivuelto con 510 kilogramos y nacencia en mayo de 2015, lo bregó y quitó por chicuelinas rematadas con una revolera. Brindó a todos para dar dos péndulos en los medios, y muletazos molestado por el fuerte viento por lo que se refugió en la querencia, tres dosantinas, pero mal con la toledana: media docena de pinchazos, media estocada y un descabello con un entreverado aviso para escuchar silencio.
Cerró el festejo con «Caporal», número 22, cárdeno claro bragado meano nevado axiblanco y cornivuelto tocado del derecho con 536 kilig y nacencia en abril de 2015, larga cambiada de hinojos en tablas y de pie, verónicas en el tercio, bregó hacia el caballo y quitó por ajustadas gaoneras. Le brindó a Efren Adame, para hacer una faena tesonera con muletazos de hinojos en tablas y derechazos y naturales en el mismo sitio, poncinas en la querencia y estocada caída para cortar una oreja.
El próximo sábado primero de febrero la Plaza México abrirá gratuitamente sus puertas a toda la afición, para que disfrute de una tienta de machos y hembras y una variada actividad taurina para niños y adultos.
Ficha.
Monumental Plaza de Toros México. Décimo cuarta Corrida de la Temporada Grande 2019-2020.
Entrada mala con clima gélido y ventoso.
Toros de Villa Carmela, bien presentados pero sosos y descastados.
Antonio Ferrera, silencio y dos orejas
Arturo Macías «El Cejas», silencio con un aviso y palmas con dos avisos
Luis David Adame, silencio con un aviso y oreja