21 de abril de 2020/Luis Ramón Carazo
El 17 de abril, me percaté que el periodista capitalino hubiera cumplido 110 años y que se nos adelantó en el paseíllo de la vida en 1981, entonces me parece oportuno recordar a una de las plumas privilegiadas de la crónica taurina. Buen escritor incursionó en diferentes giros literarios. Fue epigramista, guionista de cine y autor de diálogos en las películas de Mario Moreno “Cantinflas” entre otras “El Padrecito”.
Hoy por la extensión de sus crónicas los días de corridas tal vez sería imposible le cedieran el espacio en los diarios, como el que ocupaba desde su fundación en el diario Novedades, haciendo crónica primero en el Toreo de la Condesa (hoy El Palacio de Hierro Durango) ocupando un lugar en el palco de Maximino Ávila Camacho (hermano del presidente Manuel) y posteriormente en La México, así como ocasionalmente en Cuatro Caminos (hoy terminal del Metro) destacando por elegancia al vestir, inefable bigote, nariz aguileña y mirada gélida.
De profesión fue abogado, pero nunca ejerció. Fue caricaturista en El Universal y con algunos más y otro gran caricaturista Ernesto “Chango” García Cabral” Fundó Don Timorato. Tradujo obras de teatro y escribió el guion en 1953 “Yo Colón” que por mucho tiempo presentó “Cantinflas” En el Teatro Insurgentes.
La que fuera esposa de Justino Compéan, Hilda O´Farril socia en su tiempo del Novedades, leí que lo describía como” implacable en sus escritos” Su crónica semanal “Cartas boca arriba” tenía la característica de dirigirse a alguna persona y por ahí creo aprovechaba, para tener lista mucho del contenido e iba tramando la crónica después de la corrida, con gran chispa y conocimiento, no solo en el tema taurino, sino en el político y social, con su colaboración dominical “Titirimundi”
Fueron públicos sus diferencias con Carlos Arruza, “El Cordobés” y Manolo Martínez, al que le colgó el mote de” Manolo Telones” Por dar idea a un subalterno y hombre de la confianza del Ciclón, le dedicó las siguientes líneas:” Salta un sapo a la arena; no perdón, es Cerrillo vestido de verde”
Curiosamente en los cincuenta del siglo pasado, pedía que se retirara Luis Procuna y el día de su despedida el 10 de marzo de 1974 tituló la hazaña del torero: “Procuna en la despedida, da la tarde de su vida” En carta que le dedicó a Esperanza Tapia, dueña de Las Delicias en el centro capitalino. Fue la tarde de esa fecha, con Chucho Solórzano y Eloy Cavazos en el cartel con toros de Mariano Ramírez
Antes tuvo una diferencia pública con Curro Rivera al que le puso primero “Curro Cantinflas” En la temporada 1970-71 y a sugerencia del mismo torero quedó en “Currinflas” Porqué le hizo más gracia al torero e incluso le comentó por escrito que a su hijo así lo apodaban en la escuela.
Lo anterior se recoge en una carta que envió Curro a Carlos León en noviembre de 1972 dónde afirma lo anterior ya que en esa temporada que comenzaba le llamó “Paspartout” Rivera y lo felicita en la misiva, incluso le comentó “se voló la barda” y le pide que “siga a mi persona con ese sobrenombre” y además le dedicó su actuación próxima en La México.
La presentación de la carta la titula con gran guasa: Niega Curro ser del “Gang” de “Manolo Telones” refiriéndose a un boicot para que Paco Camino no torease en México y se refiere a Manolo Martínez y el periodista del Esto; Francisco Lazo.
Al domingo siguiente de publicar la carta de Rivera titula su crónica “La regó Santaclos Dávila; oreja de aguinaldo para Rivera” En carta que dirige a Salvador Allende en aquel momento presidente de Chile.
Una de dulce para Manolo Martínez fue el 23 de diciembre de 1979 después de la gran faena, a un toro de bandera de San Miguel de Mimiahuapám, de nombre Amoroso, titulando la crónica: “Con el soberbio Amoroso Manolo estuvo en coloso” y subtituló “Apoteosis de Manolo y Baillères” En carta la remite a Pedro Illana quién fuera dueño del Tío Luis, restaurante de La Condesa a quién nombra “Rey del Pollo”
Y cierro porque habrá que hacerlo, recordando la tarde de la larga cordobesa de Alfonso Ramírez “Calesero” del 10 de enero de 1954 que tituló: “El Calesero saturó de arte la plaza México, cortó una oreja pero mereció el premio Nobel de la torería” Esa imagen por muchos años la vimos en el programa de Toros y Toreros de Canal 11 y cuando estuve ahí, al verla me provocaba el deseo de gritar y ahora cuando la visualizó en la mente, digo olé, para mis adentros. Cada que tenía la oportunidad de apretar la mano del artista, se lo decía.
A la semana siguiente del triunfo en una gran fiesta, Carlos León, inventó el Premio Nobel del Toreo, para otorgárselo en medio de grandes honores.
Es pues justo recordar a uno de los cronistas taurinos más importantes de México y más aún recién pasado el aniversario de su nacimiento.
Y así me podría seguir, pero es momento de desear estén bien y hacer un recuerdo a quién recién partió a la Gloria; me refiero a Alejandro Algara a quién muy niño, conocí, pues Arenero le dio a uno de los mejores intérpretes de Agustín Lara, clases de toreo de salón, se llevaban muy bien según recuerdo. A sus seres queridos, un abrazo con gran afecto.