Los señores José Chafik Marcelino Miaja adquirieron la vacada en 1966 y la pasaron al municipio de Tepeji del Río, en el estado de Hidalgo
11 de mayo de 2020/Adiel Armando Bolio
La ganadería se San Martín es una de las dehesas mexicanas que han sido relevantes en los avances y evolución que ha registrado la crianza del toro bravo en el país y hasta en el extranjero, pero dejemos que el escritor don Agustín Linares García nos narre a su manera, como lo hizo en años 60, en su obra “Los Toros en España y México”.
“Fundó esta ganadería en el año de 1932, en la ex Hacienda de Tenguedó (Ajacuba), Hidalgo, con vacas y sementales de San Mateo, el famoso torero de a caballo don Juan Aguirre, mejor conocido en el medio de los toros por el seudónimo de ‘Conejo Chico’ y quien lidiaba con su nombre.
Ni que decir, que debido a sus grandes conocimientos, del campo bravo, sostuvo durante seis lustros muy en alto los colores de su divisa, proporcionando a los aficionados tardes inolvidables cuando sus toros salían al ruedo y que, por su bravura, daban origen a que los toreros obtuvieron señalados triunfos.
Pero, el tiempo, que es todo en la vida, siguió imperioso su camino, habiendo llegado a quebrantar la salud del famoso varilarguero que, indiscutiblemente, fue una figura de gran relieve en el primer tercio de la lidia.
Al no poder atender la Hacienda pensó que al deshacerse de ella quedara en las manos de alguien que siguiera sus pasos y, como si fuera un presagio, surgieron dos jóvenes, don José Chafik Hamdan y don Marcelino Miaja Calvo, los que llenos de entusiasmo adquirieron con fecha 4 de abril de 1966 toda la vacada, siguiendo pastando el ganado en la Hacienda del Marqués, denominada La Esperanza, en el municipio de Tepeji del Río, del estado de Hidalgo y cambiándole el nombre a San Martín.
Por la antigua carretera de Querétaro y desviándose a la derecha por entonces un camino privado, que está a seis kilómetros antes de llegar a Tepeji del Río, se va a la ganadería.
El tentadero es de mampostería, con cuatro burladeros, un toril, corraleta y mangas cercadas de piedra para cortar el ganado. Dispone de una plataforma que hace el palco para invitados.
Se tienta en los meses de noviembre y diciembre, a las hembras a los tres años de edad y los machos a los dos.
El ganado se alimenta con los pastos de la región más maíz y alfalfa acicalada. Cubre las necesidades del agua con una presa y pozos artesianos.
Tiene la Hacienda unas 150 vacas de vientre, tres sementales de Torrecilla, uno de San Mateo y dos más del hierro de la misma ganadería.
Pero para dar una idea de a dónde llega la afición y el escrúpulo de estos jóvenes ganaderos, adquirieron el ya famoso toro ‘Espartaco’ de la ganadería de don Mario Moreno ‘Cantinflas’, que fuera indultado el domingo 6 de febrero de 1966 en la plaza El Toreo de Cuatro Caminos y que correspondiera al gran torero Joselito Huerta, quien lo inmortalizó con una faena de antología.
Este toro, ‘Espartaco’, es hijo de ‘Gladiador’, del famoso número 10, que dio origen a la formación de la ganadería de los hermanos Moreno Reyes y que está considerado como el semental por el que se ha pagado más precio en los anales taurinos. Como su progenitor, también lleva el número 10, esperándose que de él se obtengan excelentes crías. Completamente curado y arrogante, pastó en el campo bravo de Tepeji del Río.
El joven ganadero José Chafik sintió hace años el llamado ‘mal de montera’, llegando a vestirse de luces en varias ocasiones y actuando entre otras, en las plazas de Santa María del Río, Acapulco y Ciudad Juárez, pero viéndose obligado a desistir en su empeño a causa de un accidente que tuvo en la mano derecha al entrar a matar, sufriendo cinco fracturas y estuvo escayolado cerca de dos años.
Se puede decir, que ha sido en la Hacienda ganadera de Santacilia, propiedad de don Luis Obregón Santacilia, donde adquirió los conocimientos que posee en la crianza del toro de lidia, guardando para dicho señor eterno reconocimiento y gratitud sin par.
El señor Marcelino Miaja, socio del que nos ocupamos y español de origen, es otro gran aficionado al campo bravo, esperando que entre los dos den a la afición de la República Mexicana tardes inolvidables con la bravura de sus toros”. Y a fe nuestra que así fue.
Y finaliza don Agustín Linares García: “En atención a don Juan Aguirre ‘Conejo Chico’, fundador de la vacada, no se cambió el hierro primitivo, siguieron lidiando con el mismo, así como los colores de la divisa en verde y morado, además de conservar la antigüedad que le corresponde del año 1937, al haber adquirido toda la dehesa, siendo aumentada a finales de los años 60 con un ejemplar de San Mateo, de los señores José Antonio Llaguno e Ignacio García Aceves, de nombre ‘Vidriero’, marcado con el número 91”.
Cabe señalar que, en 1990, Chafik y Miaja pasaron la dehesa de Tepeji del Río, Hidalgo al rancho La Gloria, en Tequisquiapan, Querétaro. Como Juan Aguirre “Conejo Chico”, se presentó en El Toreo de la Condesa el 21 de agosto de 1938, con seis novillos para Eduardo Solórzano y Gregorio García. Luego, el 14 de marzo de 1948, manda a la Monumental Plaza México su primera corrida toros para Gregorio García, Jesús Guerra “Guerrita” y el ecuatoriano Edgar Puente. Y ya como San Martín, el 11 de septiembre de 1966, debuta en la Monumental Plaza México, con seis novillos para Ricardo Castro, Leonardo Manzano y José Orozco. Y su primera corrida, en el mismo escenario, fue el 9 de enero de 1972, para Manolo Martínez, el andaluz José Luis Galloso y Mariano Ramos.
En 1968 introdujeron 160 vacas de Torrecilla, José Julián Llaguno y Valparaíso, además de 34 de San Mateo puestas con sementales de San Mateo. Ya en 1997 trajeron simiente de las sangres de Saltillo-Santa Coloma siendo además uno de los pilares fundamentales del toro mexicano pues con su sangre han regado el campo bravo, siendo grandes continuadores en el legado de los viejos ganaderos del país y que le han dado tanta gloria a nuestra Fiesta Brava.
Estos ganaderos, Chafik y Miaja, son un ejemplo del orgullo, la honradez y la vergüenza de la ganadería brava mexicana, además de que en Azuaga (Badajoz), España, fundaron una ganadería del mismo nombre con la que lograron triunfos de mucha categoría, así como en Sudamérica han refrendado estos triunfos.
Luego de que el 27 de marzo de 2012 falleciera don Marcelino Miaja a los 84 años de edad, el afamado ganadero don Alberto Bailleres González adquirió la dehesa de San Martín, con hierro, divisa, antigüedad y el ganado que aún quedaba en la misma finca, con lo que desde entonces la familia Bailleres Gual tiene cuatro hierros inscritos en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia: San Miguel de Mimiahuápam, Begoña, Santa Teresa y ahora San Martín, debutando con ella en Monterrey el 26 de agosto de 2012. Y ya siendo la vacada de la citada familia ganadera, don José Chafik Hamdan muere el 13 abril de 2014 a los 75 años de vida. En nuestra siguiente entrega tocaremos el tema de la importante dehesa de Garfias.
DATO
Se fundó esta ganadería en 1933, con vacas y sementales de San Mateo, por el famoso torero de a caballo don Juan Aguirre “Conejo Chico”