“El Mojito” vive una importante experiencia en la ganadería tlaxcalteca de don Antonio de Haro

9 de junio de 2020/Suertematador.com

Luego de llevar a cabo con firmeza y conciencia la soledad del confinamiento a causa de la pandemia, el diestro tlaxcalteca Alejandro Lima “El Mojito” apuntó sobre las normas de sanidad que son “a las que estamos obligados cumplir por el bien de todos, en donde además de estar con mi familia, la única forma de convivir con el toro ha sido con mi capote y mi muleta en los diarios entrenamientos, a través de los cuales sueño con la faena perfecta”.

Afirma además que “nunca he perdido la ilusión y por ello sigo en pie de lucha hasta conseguir mi más cara ilusión que es ser figura del toreo”.

De esta manera, apenas se levantó la llamada “sana distancia”, el reconocido ganadero don Antonio de Haro, tuvo el detalle de invitar al espada para torear en su finca. Para ello, el señor De Haro seleccionó un hermoso toro, con “toda la barba”, negro, que resultó, se dice, tan bravo como encastado, haciendo gala y honor a la sangre brava de Tlaxcala.

Así, en medio de la otra soledad, la que da el campo bravo, “El Mojito” volvió a sentirse ¡torero! Quienes lo vieron señalan que aparecieron cadenciosos lances que arrancaron los ¡oles! no sólo del ganadero sino de los vaqueros.

Con las banderillas otorgó todos los terrenos al “socio” y colocó con certeza los garapullos. Y con la muleta consumó una faena de poder, domeñando la brava embestida, la encastada acometida, para una vez impuesto su mando, sumar pases largos y sentidos y, esa soledad, fue interrumpida por la inenarrable sensación que da estar en contacto directo con el toro.

Al final, ya en la reflexión de lo vivido, el ganadero don Antonio de Haro quedó gratamente impresionado y le hizo notar a “El Mojito” que “ese es el secreto, primero con el capote hacerte del toro, lancearlo y dejarlo en su punto. Banderilleaste bien, exponiendo y hasta te asomaste al balcón. La faena fue creciendo, desde un inicio dominador, mandando, pero templando. Tienes muchas cosas muy buenas, unas habrá que afinar y otras acrecentarlas, por ello quiero que sigas viniendo a mi ganadería”.

Con esto dejó en claro el escrupuloso criador de toros bravos, en su visión exigente, el reconocimiento de lo bien hecho y quedando la invitación para seguirse preparando “El Mojito” para los grandes retos.

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